Alcaldes del Frente Amplio y de la DC hacen guardia al ataúd del expresidente Piñera en el ex Congreso Nacional

Las banderas no sólo servían para flamearlas y sostenerlas, sino que también cubrían del sol. Así lo era, al menos, hasta antes de las tres de la tarde en las calles Catedral con Jorge Hunneus, a las afueras del exCongreso Nacional. A ese lugar arribó esta tarde el féretro que contiene el cuerpo del expresidente Sebastián Piñera, fallecido el martes por un accidente en helicóptero, en el inicio del velorio y funeral de Estado del exmandatario.

Los más de 30 grados pronosticados para el centro de la capital no fueron impedimento para los asistentes. Ni para los adultos mayores ni la gente en silla de ruedas que se presentó en el lugar. Ellos, sumados a los adherentes a los gobiernos del exmandatario, esperaban a que arribase su ataúd, el que quedará hospedado por la sede legislativa hasta el viernes.

Pese a que algunos caían desmayados por el calor —un hombre adulto fue atendido por personal policial, inclusive, además de dos personas más—, la persistencia de los asistentes se mantenía igual de endeble que al comienzo, como cuando llegaron al alba.

Francisco (55) fue uno de ellos. Llevaba más de 5 horas esperando cuando habló con The Clinic para contar que, a pesar de todo, le daba igual estar hasta la noche. “Esta es una oportunidad de una vez en la vida”, decía, a la vez que miraba hacia la calle. La razón de su último gesto estaba en ver algún vehículo, escoltado por Carabineros, que terminase por asomarse.

En cambio, lo que recibía de vuelta la vista de Francisco —y la de varios más— era otra cosa. Telas, con los colores rojo, blanco y azul, más una estrella, era lo que más abundaba en el lugar. También banderas de la UDI, de Renovación Nacional (RN) —su partido político— acompañaban el ambiente, además de la foto oficial del primer mandato de Piñera.

El féretro, la familia y el Estado

Fue pasado las cuatro de la tarde cuando —tras más de tres horas desde que cuerpo del expresidente arribó al Aeropuerto Arturo Merino Benitez— un vehículo funerario gris se asomó por Catedral y Morandé. El expresidente había llegado.

Escoltado por Carabineros y autos con familiares, el arribo de Piñera venía al unísono con un aumento de los decibeles del lugar. Gritos, palmas y el canto del himno nacional eran los culpables. Todos ellos provenían de las personas que habían gastado minutos de su tarde —y de su mañana— aguardando por la llegada del exmandatario.

Fueron funcionarios del Ejército, del Regimiento Granaderos, quienes hicieron la recepción del ataúd de Piñera. Al tiempo que lo descargaron del furgón, la madera se posó en los hombros de los uniformados. Con ello, comenzaba la acción protocolar para el ingreso del exCongreso. Incluido el ruido del clarín, que acompañó la entrada.

Detrás de ellos iba la exprimera dama y viuda del exmandatario, Cecilia Morel, acompañada de sus hijos. También estaban en el velorio los presidentes de la Cámara de Diputados y del Senado, Ricardo Cifuentes (DC) y Juan Antonio Coloma (UDI), respectivamente.

El primer grupo en hacer la guardia de honor a Piñera fueron los propios uniformados. A ellos les seguirían los cabecillas del Congreso. Posteriormente sería el turno de personeros de RN, encabezados por Rodrigo Galilea, presidente de la tienda política, y Andrea Balladares, secretaria general.

También participaron exministros del segundo mandato del expresidente. Se trató de Mario Desbordes (RN, Defensa), Juan José Ossa (RN, Segpres), y Karla Rubilar (RN, Desarrollo Social). No obstante, tiempo después de que diferentes personeros del espectro político opositor se posaran junto al ataúd, llegaría una de las imágenes llamativas de la jornada.

El alcalde de Maipú, Tomás Vodanovic (RD), acompañado de Emilia Ríos (RD, Ñuñoa); Claudia Pizarro (DC, La Pintana), Gustavo Toro, (DC, San Ramón); y Claudio Castro (exDC y hoy independiente, Renca) hicieron la guardia de honor, destacando como los primeros integrantes oficialistas —al menos los alcaldes del Frente Amplio— en participar en dicho homenaje.

“Es una muestra de unidad, una muestra de respeto. Es una muestra, también, de resguardo de nuestra tradición republicana“, dijo Vodanovic al salir.