Trama del revertido “golpe” a Gajardo: El correo con que renunció y el rol “conciliador” de Solange Huerta

Aunque cuando lo pasaron a un segundo plano en el caso Penta declaró a los medios que no le habían quitado el piso, el fiscal Carlos Gajardo efectivamente sí resintió la efímera medida del Ministerio Público que además lo sacó de su arista SQM, presentado un mail con su renuncia que ahora se hace público.

Todo partió cuando en la tarde del 17 de febrero le llega un correo electrónico del jefe de la Fiscalía Local de Las Condes, José Veizaga, que bajo el asunto “Instrucción particular” le manifestaba que él asumiría la arista SQM-, en la que ya trabajaba como fiscal regional (s) con la inhabilidad del persecutor regional metropolitano oriente, Alberto Ayala-, y le pedía asignar un nuevo número a esa causa que él tramitaría personalmente.

Entonces Gajardo llamó al fiscal Ayala y luego le responde a Veizaga, señalando que “a raíz de este correo (el que le mandó), acabo de poner mi cargo a disposición del FR.” Al llegar a su oficina el día siguiente, sobre su escritorio estaba un oficio firmado por Ayala, en el que se le notificaba que la causa Penta sería tramitada por él, con lo que terminaban de sacarlo de la primera linea de la indagatoria.

De inmediato Gajardo acudió junto a su colega Pablo Norambuena a presentarle su renuncia a la fiscal nacional (s) Solange Huerta, quien según consigan El Mercurio les dijo que no estaba enterada de lo sucedido y tratando de revertir la decisión de los persecutores, intentó conciliar y darles “garantías” sacando de la arista SQM a Veizaga, lo que ellos más pedían. Entonces se anunció que se haría cargo de ella Andrés Montes, el único fiscal regional metropolitano que ya había manifestado que no postulará al cargo de fiscal nacional.

Según la versión del matutino, se desprende que el rol de Huerta habría sido darle garantías a los fiscales de la investigación mediando para que no renunciaran hasta que Sabas Chahuán se hiciera cargo del caso, y no la autoridad detrás de la cuestionada decisión que al volver de sus vacaciones el fiscal nacional modificó restableciendo el protagonismo de Gajardo.