“Los árbitros hacían lo que querían”: tres momentos clave que dejó la participación de Javier Castrilli en el Congreso

Han pasado varias semanas desde que Javier Castrilli dejó su cargo en la ANFP como director de la Comisión Arbitral, dejando una serie de momentos y frases que serán difícil de olvidar.

El juez argentino, en pocos meses de trabajo, significó una verdadera revolución en el fútbol chileno. Tanto para quienes lo apoyaron como para sus detractores. Y es que durante su mandato se suscitó una de las polémicas más grandes que ha tenido el deporte nacional en los últimos años: el encuentro entre Huachipato y Copiapó por la liguilla de promoción.

Desde entonces el réferi ha estado en el foco de atención de una polémica que ha ido más allá de su trabajo en la ANFP. De esta forma llegó incluso a ser citado ante la Comisión de Deportes en la Cámara de Diputados. Allí habló extensamente sobre los distintos dramas que viven los jueces chilenos.

Fue en este contexto que lanzó una serie de duras acusaciones, entre las cuales cargó en contra de sus subordinados en el pasado. Así, habló de un oscuro escenario durante su llegada que, según él, intentó controlar con su arribo.

El club de amigos

Uno de los momentos más tensos que tuvo Javier Castrilli en su presentación en el Congreso se dio al hablar sobre sus colegas. Por medio de una serie de explicaciones muchas veces encriptadas intentó ilustrar el panorama chileno en el referato. Sin embargo, solo dejó medias tintas expuestas, dejando gran parte de lo que pensaba oculto ante la comisión.

“Cuando yo llego me encuentro con una verdadera asociación: un grupo de personas que, a través del tiempo, enquistó en el poder arbitral. Se manejaba practicando la cultura del nepotismo y de las relaciones clientelares a través de su cultura del amiguismo. El club de amigos”, comenzó explicando.

Asimismo, señaló que gran parte de las problemáticas de su gestión fueron heredadas, no provocadas por él. “A mí me convocan por una crisis. No es que mi gestión la haya generado. Estamos en presencia de una crisis en donde el conjunto del aparato futbolístico que el sistema arbitral está lejos de poder garantizarlo. Esa es la crisis en la cual se ve sumergido el fútbol chileno”, apuntó.

“A las horas de haber asumido comenzaron los ataques. Los anónimos contra mi persona y mis colaboradores. Por eso es importante que hoy estemos presentes con mis colaboradores. A los tres nos han denostado, al escarnio público“, señaló.

“Los árbitros hacían lo que querían”

Junto a hablar de un contexto general, Javier Castrilli también habló de duros momentos le tocó enfrentar al mando. Así, tocó uno de los temas más duros: el encuentro entre Huachipato y Copiapó. Allí habló sobre cómo este encuentro terminó afectando la imagen del arbitraje chileno y, de paso, el deporte en sí mismo.

“No solo la sensibilidad del simpatizante de Copiapó se ve afectada. La de todos los aficionados al fútbol se ve afectada. Basta recorrer las redes sociales. Los árbitros no pueden vivir a espaldas de lo que vive la gente“, apuntó sobre este tema.

De esta forma, señaló el “drama” que existía a sus ojos. “Cuando yo arribé, esto es necesario que la gente lo sepa, las propias personas que me contrataron reconocieron que los árbitros hacían lo que querían. ¿Escucharon bien? Es decir, los árbitros tenían una autonomía absolutamente imposible de digerir”, explicó.

“El 50 por ciento de los árbitros no podía entender ni leer bien las faltas”

Sin embargo, uno de los momentos más tensos que dejó Javier Castrilli se dio al momento de hablar de su gestión. De esta forma, argumentó que tenía un desafío muy grande producto de lo que, apuntó, era un nivel bajísimo dentro de los referís nacionales, desde su perspectiva.

“Sabía el terreno en que estaba incursionando y lo acepté. Hay un fin superior, que es el saneamiento del arbitraje, que abracé a los 17 años y hasta mi último suspiro. No me arrepiento de nada, porque persigo la justicia. Lo hice en mi carrera y en estos seis meses”, comenzó sobre este tópico.

Fue entonces que arrojó una dura acusación dirigida a los jueces chilenos. “Cuando llegué la propia FIFA estaba realizado un curso para todos los árbitros. ¿Sabe cuál fue la conclusión? Que el 50 por ciento de los árbitros no podían entender ni leer bien las faltas. Ese es el cuadro de situación y la herencia que tuve cuando asumí. Ese fue el disparador para que me vinieran a ofrecer el cargo”, aseguró.

Revisa su presentación completa en la Comisión de Deportes