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21 de Diciembre de 2022

Roberto Tobar, presidente de la Comisión de Árbitros: «Queremos que nos vean de una forma distinta (…) no como ese personaje odiado, sino que como un aporte al desarrollo del fútbol»

Roberto Tobar, presidente de la Comisión de Árbitros Foto: Gonzalo Ríos

Instalado en su nueva oficina en la ANFP, el destacado ex árbitro de campeonatos nacionales e instancias FIFA, hace un repaso por sus dos décadas de trayectoria en el balonpié. También, reflexiona sobre las presiones que tiene esta profesión, y entrega algunas directrices que marcarán su gestión al mando del referato en nuestro país. "Proyectar nuevos talentos que en corto plazo puedan estar en Primera División (...) queremos mostrar un sello", sostiene.

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Tras una carrera de más de dos décadas, quién fuera reconocido como uno de los mejores árbitros del fútbol nacional, Roberto Tobar (44), anunció en noviembre pasado su retiro de la actividad.

Antes de su último partido -la final de la Copa Chile entre Unión Española y Magallanes-, el juez justificó el fin de su carrera señalando que buscaba “abrir más caminos para los árbitros más jóvenes, que yo no los esté tapando, tengo confianza en la generación que viene y esa es mi motivación”.

Una larga trayectoria que incluyó ser árbitro FIFA desde 2011. Así, arbitró importantes partidos dentro del continente, como la final de la Copa América de 2019 y la histórica ida de la final de la Libertadores 2018 entre Boca Juniors y River Plate, disputada en el estadio La Bombonera.

En una entrevista exclusiva con The Clinic desde su nueva oficina, la sede de la ANFP (Asociación Nacional de Fútbol Profesional) en Peñalolén, Tobar repasó los grandes y malos momentos de su paso por el fútbol, además de entregar las directrices que tendrá su gestión al mando de los árbitros nacionales en 2023.

Los desafíos en la Comisión de Árbitros: “Queremos mostrar un sello”

-¿Hace cuánto se instaló acá en la ANFP?

-Hace dos semanas. Estamos junto con al gerente técnico, Carlos Ulloa, conociendo todo lo que había. De una manera importante, lo que son los arbitros del fútbol joven y el femenino, que es donde queremos apuntar también para que podamos proyectar nuevos talentos: árbitros que puedan estar dirigendo a corto plazo en Primera División.  

-¿Cuáles son los desafíos que tienen para el próximo año?

-Tenemos dos pretemporadas que son físico-técnicas, donde hacemos hincapié en todo lo que el trabajo físico de los árbtiros. Necesitamos árbitros que estén al 100%, en un nivel que puedan dirigir partidos de alta intensidad. Para eso vamos a estar preparandonos todas las primeras semanas de febrero. De ahí, seguir con una inducción clara, de acuerdo a lo que se va a buscar en esta temporada, que es bastante importante. 

-¿Por qué tan importante?

-Porque queremos mostrar un sello, lograr transmitir la política y la filosofía de trabajo que buscamos implementar en las canchas. Queremos dar una mirada distinta al arbitraje: que nos vean como gente que es parte del fútbol, no como ese personaje tan odiado, sino que también sientan que desde el lado arbitral podemos ser un aporte al desarrollo de nuestro futbol. Yo creo que esa es la motivación principal de la Comisión de Árbitros para el 2023. 

-Usted habló del odio. En su experiencia, ¿cómo es la vida de los árbitros fuera la cancha?

-Fuera de la cancha no tuve problemas con la gente. Al contrario, siempre una buena palabra. No es que no me haya equivocado nunca, pero siempre tuve una muy buena relación. Ahí, alguna cosa puntual de cobros en algún clásico. Puede existir una talla, pero siempre en buena onda. Nunca llegando al nivel conflictivo.

¿Existe una especie de “identidad” fuera de la cancha?

-Fuera del terreno de juego, el árbitro también tiene que proyectar una integridad y un comportamiento relacionado a lo que es la investidura del árbitro. Eso es importante. También es autocuidado, porque lo que le pasa a un árbitro afuera es muy detonante. Entonces tiene que haber un cuidado personal bastante amplio. 

-¿A qué se refiere?

-A que no puede estar inserto en problemáticas, por ejemplo, que ocurran en sus horas libres. Es un cuidado único, porque después tu sabes que las redes sociales y todo puede jugar muy en contra una vez que el árbitro ya está en la cancha.

Vida personal y el desempeño: “Si uno no está bien, aunque uno no quiera, va a trascender igual”

Roberto Tobar es profesor de educación física e ingeniero en informática. Sin embargo, se dedicaba exclusivamente al arbitraje desde aproximadamente 2015. Dice estar “agradecido” del Instituto Nacional del Fútbol (INAF) porque le “abrió las puertas para estar más cerca de esta pasión, este amor que uno tiene por el fútbol”.

-Le pongo un desafío, ¿podría identificar tres hitos más importantes de su carrera?

-Primero, la final Boca-River en la Bombonera. La primera final que se disputa dentro de Argentina con estos dos grandes del país. A nivel sudamericano y mundial, ese clásico es conocido en todo el mundo. Haber estado ahí presente, con esa cancha y cómo salió el partido…

-Lo elogiaron…

-Si, salió redondo. Querían que dirigiera la vuelta, pero eso no se puede.

Después viene la primera final única que se realizó en el continente, que fue Flamengo contra River en Lima. Un estadio hermoso, a pesar de que iba a ser acá la final pero con Estallido se fue a Lima. También un partido redondo en lo arbitral y el trabajo en equipo. Salió un partido maravilloso, y creo que también fue para mí uno de los hitos más importantes de mi carrera. El tercero fue dirigir la final de la Copa América en Brasil 2019 y creo que ahí la importancia de poder estar dirigiendo a grandes figuras. 

-¿Ahi fue la foto con Neymar? 

-No, eso fue en partido de clasificatorias. Ese fue un hito que a lo mejor no es muy positivo para el arbitraje. Son cosas que pasan, aunque no muy a menudo. Además era Neymar, que tenía una cámara todo el partido sobre el, y se vio esto. Es algo puntual que no daña toda la trayectoria que pude haber tenido. 

-No se lo íbamos a hacer tan fácil. ¿Cúales sería los hitos que marcaron en malos momentos de su carrera?

-El tema de Neymar que está más vigente. Pero tengo muy pocos hitos…

En general, fue una carrera sin grandes sobresaltos.

-Usted ha dicho que se quedó fuera de Qatar por un “bajón”. ¿A qué se refiere?

-Es más un tema de pandemia, donde no todos lo pasamos muy bien. La mayoría tuvo momentos negativos, porque primera vez que vivíamos una situación así tan compleja, en lo que es a nivel salud. Cambiaron muchas cosas: las familias tuvieron que tener otro tipo de vivir, y otros temas que, bueno, me repercutireron familiarmente.

-¿Cómo así?

-Una separación. Entonces por ahí apunto, el tema influye bastante.

-¿Los temas personales afectan el desempeño arbitral?

-Sí, aunque uno no quiera reconocerlo. Pero de una u otra forma, yo creo que es fundamental el bien familiar. Lo principal es la familia, y si uno ahí no está bien, aunque uno no quiera, va a trascender igual.

La complejidad de ser árbitro: “La exposición que tienen los árbitros es única”

-¿Cómo se siente en lo sensorial, por ejemplo en la final de la Bombonera, estar con miles de personas alentando, y muchas veces insultando a los árbitros?

-Cuando hay estadios llenos, en lo personal, para mí es una motivación extra. Tomaba toda esa energía de cánticos, gritos, o a lo mejor algunos insultos, y lo traspasaba a energía positiva. Yo creo que me resultó porque era algo que me ayudaba bastante, a los desplazamientos, a tomar decisiones, y en la personalidad que uno debía tener. Son experiencias únicas que son cosas que se van a hechar de menos de aquí en adelante, en mi nueva faceta.

-Con los malos momentos, ¿qué se hace para irse a la casa?

-Eso es importante y lo estamos trabajando también en esta nueva etapa. Estamos bastante preocupados del aspecto psicológico, porque la exposición que tienen los árbitros es única. Yo creo que ningún trabajo está tan expuesto. Claro, los jugadores también, pero se divierten y juegan, nosotros somos los que estamos sancionando y tomando decisiones. Y estén bien o mal esas decisiones, van a ser criticadas por los medios, los equipos y la hinchada.

Ese trabajo lo queremos incluir ahora: el post partido de los árbitros.

-¿Cómo?

-Teniendo ahí profesionales que estén a la orden de lo que ocurre después de partidos que son complejos para nuestros árbitros. Psicólogos, coaching, que puedan estar sobre ellos para poder ayudarlos de una u otra forma y poder salir rápido de ese bajón anímico que puedan tener a raíz de una mala actuación o una mala decisión.

-¿Usted necesitó alguna vez un psciólogo en el camarín?

-Si, por supuesto. Hay partidos que uno va dirigiendo durante tu carrera, que va avanzando y cada vez los partidos que te designan son mucho más complejos.

-Tales cómo…

-Tuve muchos. En Copa América tuvimos partidos muy complicados y en clasificatorias más que todo. Son muy potentes acá en Sudamérica y cualquier error o cualquier decisión que tu tomes, te genera a lo mejor un bajón anímico.

-¿Podría identificar al judagor más difícil que le tocó arbitrar?

-Por un tema mediático, ese pequeño conflicto que tuvimos con Neymar. Ese hecho puntual fue el que más se publicitó. En general, no tuve muchos problemas con jugadores.

-¿Y algún entrenador? Juéguesela con un nombre…

-El que expulsé ahora último y que fue de la selección brasileña, Felipe Scolari (Felipao). Con él, por su comportamiento, no es que yo haya tenido mala relación.

Fanatismo por el fútbol argentino: “Fue una de las cosas que me motivaron también de querer hacer un cambio en el fútbol chileno”

Esta entrevista fue realizada dos días antes de la final de la Copa del Mundo en Qatar. Y cuando le consultamos por una predicción sobre el resultado, fue contundente, y el tiempo le dio la razón. “Argentina. Han jugado partidos muy complejos, saliendo adelante y se han fortalecido. Comenzaron perdiendo, y agarraron toda esa fuerza para poder estar ahora disputando la final”, respondió Tobar.

-¿Qué le pareció el arbitraje en el Mundial?

-Hicieron un trabajo equilibrado. Sobre todo por las directrices que siempre FIFA otorga al árbitro para evaluar sus decisiones. Existió uno o dos partidos (…) la forma en Mateo de la Hoz que llevó el partido de Argentina-Holanda no fue de lo mejor. Un árbitro con mucha trayectoria y que ha tenido muy buen rendimiento, pero en ese partido principalmente no estuvo a la altura. Las otras decisiones que se tomaron en conjunto con el VAR, y principalmente los árbitros en cancha, creo que fue positivo. 

-Durante el último tiempo se ha criticado mucho el nivel del fútbol chileno. Usted que lo ve hace décadas, ¿cuál es su opinión al respecto?

-Son etapas. Hemos tenido un par de campeonatos muy positivos, muy competitivos y entretenidos. Otros distintos últimamente, a raíz de estar en pandemia, donde vimos dos campeonatos completos sin público, entonces eso cambia mucho la perspectiva de evaluación. Porque claro, un estadio vacío no es lo mismo a tener un campeonato con estadios con gente.

Pero creo que siempre se puede mejorar. Nosotros tenemos claro que es lo que tenemos que cambiar para ser un aporte al fútbol: dirigentes, futbolistas, hinchas y periodismo. Yo creo que si todos trabajamos con esa altura de miras, podemos tener buenos torneos de aquí en más.

-¿Qué evaluación hace usted de la gestión pasada de Javier Castrilli, que fue muy criticada? 

-Me tocó estar mucho tiempo afuera dirigendo Libertadores, Sudamericana, y las Copa América, por lo que no tuve mucha presencia acá en Chile. Teníamos que hacer burbujas sanitarias como dos semanas antes de cada partido. Entonces la gestión no la puedo evaluar, porque no estuve, no me designó.

-Pero me imagino que igual se ve el desempeño…

-Claro. Lo que más se conversa es que pudo haber sido un poco más cercano…

-¿En qué sentido?

-De conocer un poco más al árbitro. Porque los argentinos son muy distintos a los chilenos. Lo digo en forma cultural: como se expresan, como son en la vida diaria, y eso faltó un poco. La cercanía -donde también imposibilitado por la pandemia- no lo pudo hacer a cabalidad. Se conjugaron muchas cosas que no jugaron a favor de tener una buena relación con todos los árbitros.

-Usted siempre dice que comparte el arbitraje de “estilo argentino”… 

-Si, me gusta. Pero más que el arbitraje, su fútbol en general, por esa pasión que tienen, por como juegan y como van a disputar la pelota. Observo mucho fútbol argentino y eso fue una de las cosas que me motivaron también de querer hacer un cambio en el fútbol chileno. En relación a dejar jugar, dar más continuidad, que los jugadores sean un poco más atrevidos a la hora de ir en busca del arco contrario. Eso también se lo podemos dar nosotros los árbitros.

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