El riachuelo de la discordia: ocho factores para entender el Caso Silala, el eterno gallito diplomático entre Chile y Bolivia

A las 11:00 horas de hoy, jueves 01 de diciembre, los tribunales de La Haya -ciudad holandesa donde se ubica la también llamada “Corte Internacional de Justicia”- emitirán el fallo por el diferendo entre los estados de Chile y Bolivia por el uso de las aguas del Silala, afluente fronterizo de agua dulce con un curso que pasa por Chile y Bolivia. 

Una discrepancia diplomática que partió por una suerte de declaración de intenciones de Bolivia contra Chile, la que tuvo una posterior respuesta concreta: una demanda de Chile contra el país altiplánico. 

Según versión de La Tercera, el gobierno tendría altas expectativas de salir victorioso de este impasse. Según la publicación, el Presidente Gabriel Boric esperará el veredicto en un diseño que proyecta un sentido institucional: lo acompañarían tanto representantes del Congreso como de la Corte Suprema, además de la Canciller Antonia Urrejola. 

Tras ocho años de idas y venidas a partir de este hecho entre ambos estados, es que The Clinic te resume el caso en ocho claves para mayor comprensión del diferendo. 

1) Silala, datos geográficos

El afluente es apenas un minúsculo riachuelo de un metro de ancho y una cuenca de 234 kilómetros cuadrados. Su extensión es de diez kilómetros, de los cuales cuatro pertenecen a Bolivia y seis a Chile.

Asimismo, tiene una pendiente que por su fuerza de gravedad, el curso de agua fluye hacia Chile. El uso de estas aguas ha sido utilizado para múltiples propósitos, desde el industrial hasta el suministro de agua para el consumo humano para la ciudad de Antofagasta, y las localidades de Baquedano y Sierra Gorda.

2) Los agentes de Chile

Además del Presidente Gabriel Boric y su Canciller, Antonia Urrejola, la defensa de la posición de Chile en La Haya está a cargo de la subsecretaria de RR.EE, Ximena Fuentes, quien ya en el año 2016 ya había sido nombrada cmo “Agente” para este caso. Le acompañan la coagente Carolina Valdivia, el embajador de Chile en Países Bajos, Hernán Salinas, entre otros abogados y académicos especializados en Derecho Internacional.

3) El giro de Bolivia

A partir del Tratado de Paz y Amistad de 1904 que intentó cerrar definitivamente las esquirlas de la Guerra del Pacífico de 1879, ambos países definieron sus fronteras. En el mapa surgido a partir de ese acuerdo, el Silala aparece cruzando el límite fronterizo entre Chile y Bolivia. Desde entonces, el afluente fue usado -por ejemplo- por el Ferrocarril Antofagasta (Chile)-Oruro (Bolivia), y la Corporación del Cobre Chilena.

Sin embargo, en 1999 ocurre la primera alerta de tensiones a partir del riachuelo. Ese año, el entonces presidente de Bolivia, Hugo Sánchez de Losada, revocó unilateralmente las concesiones vía decreto, abriendo una licitación pública para definir nuevos fines del recurso hídrico. Con ello, sustentó una línea argumentativa del país vecino: el carácter exclusivamente boliviano del afluente y no internacional, como es la postura de Chile.

4) Intentos de conciliación

Desde entonces ocurrieron una serie de gestiones diplomáticas para mantener el conflicto acotado a los códigos de la diplomacia. El más relevante fue la creación del Grupo de Trabajo por el Silala en el año 2004. Dos años después, los entonces presidentes Evo Morales y Michelle Bachelet, abrieron la denominada “Agenda de los Trece Puntos”, entre estos, redefinir el Silala y el uso de sus recursos. 

El año 2009, de hecho, ambos mandatarios dieron una señal de esperanza cuando anunciaron un preacuerdo donde Chile se comprometía a pagar el 50% por el uso de las aguas de forma retroactiva, a la vez se que se realizara un estudio hidrológico que determinara la naturaleza de las aguas. 

Pese a ello, dicho “preacuerdo” no avanzó más allá de eso, un “preacuerdo”: nunca logró concretarse. El hecho de que, además, Bolivia insistiera al año siguiente que el Silala era 100% boliviano, no contribuyó a acercar posiciones. Entonces, Chile suspendió las negociaciones en la Agenda de los Trece Puntos. 

5) Truchas bolivianas

Tres años después, un hito elocuente en los códigos del derecho internacional. El gobierno boliviano instaló un criadero de truchas que se alimentaba de las aguas del Silala. Chile, en tanto, envió una nota de protesta a La Paz por este hecho.

6) Evo pide plata

Evo pide plata. Todo comenzó con un sorpresivo discurso del ex presidente de Bolivia, Evo Morales. Era marzo del 2016 cuando el otrora líder cocalero utilizó el Día del Mar -jornada sensible en tierras altiplánicas- para hacer un desafiante anuncio: el estudio de una demanda contra el Estado de Chile por el uso de las aguas del Silala debido a un presunto uso indebido de sus recursos. Por ello, además, solicitaría un pago retractivo por una cifra cercana a los mil millones de dólares.

7) Chile responde con demanda

Bolivia aún no concretaba sus intenciones cuando Chile se adelantó a la jugada y presentó su propia demanda contra Bolivia en los Tribunales de La Haya en junio del 2016. El objetivo era definir, de una vez por todas, si el Silala es un río de carácter internacional como argumenta Chile, o si es un manantial con un afluente artificial como sostiene Bolivia.

En la presentación que hizo Chile en La Haya, insistió que el Silala nace en Bolivia, cruza Chile y desemboca en la cuenca del Pacífico.

8) Qué dijo el otro

Entonces, se inició el proceso que en la jornada de hoy quedará zanjada. El 03 de julio del 2017, Chile presentó la demanda en la corte con antecedentes de prensa y evidencia científica. El 03 de Julio del año siguiente, en tanto, Bolivia debía presentar su contrademanda, pero pidió prórroga -previo acuerdo con Chile- y la entregó el 31 de agosto, añadiendo una contrademanda por compensación.

Luego, vendrían las formalidades propias del proceso. En febrero del 2019, Chile entregó la réplica ante los tribunales. En mayo de ese año, siguió al dúplica boliviana. En abril de este año, en tanto, se hicieron las audiencias públicas de ambas partes en el Palacio de la Paz de La Haya.

Ahora sólo resta esperar la sentencia.

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