Entrevistas

21 de Mayo de 2023

Joana Marcús, la autora de 22 años que le dio un vuelco a la literatura juvenil: “Me gusta pensar que escribo para darle un lugar a quienes lo necesitan”

Entrevista con Joana Marcús, la bestseller de 22 años
Penguin Random House

La autora española se ha transformado en una de las escritoras con mejores ventas de habla hispana. El año pasado vendió más de medio millón de libros, volviéndose en un referente literario ineludible. En The Clinic la escritora habla del fervor que provocó su paso por Chile, de literatura juvenil y Wattpad.

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Dos minutos le tomó a Joana Marcús (22) agotar las localidades del Teatro Oriente en su primera visita a Chile. El evento consistía en una charla por parte de la autora española, donde presentaría Tres meses, la última parte de la saga compuesta por Antes de diciembre y Después de diciembre. La imagen que se llevó la autora al llegar fue la de chicas jóvenes levantando carteles y libros que llevaban su nombre.

“A mí me gusta mucho la gente que expresa su intensidad. En España me ven más seguido y hemos olvidado esa emoción. Pero acá se conserva. Me he encontrado seguidoras especiales en Chile. No importa dónde estaba, siempre había una chica esperándome con un libro en sus manos. Eso no me había pasado nunca”, dice la escritora con una sonrisa.

Marcús nació en Mallorca en junio de 2000. Con 10 años comenzó a interesarse en la literatura como forma de lucha contra la dislexia. Desde entonces, escribió sus propias obras, que iban desde fanfics hasta verdaderas obras virtuales. Más adelante, temporalmente, abandonó las letras por el bullying que había comenzado a vivir.

Ni ella sabía lo que la literatura tenía preparado para su futuro.

En 2022 Joana Marcús logró vender más de medio millón de libros, siendo uno de los fenómenos literarios más grandes de habla hispana. Se trataba de un fenómeno que solo pocos autores han logrado en este idioma y de la literatura juvenil, como el caso de J.K. Rowling, quien aparece siempre como forma de comparación de súperventas.

“Hay veces uno no puede poner una barrera como tienen otros escritores”

En Chile las entradas de su principal evento se agotaron en dos minutos. Ella sabe lo que esto significa: “Me quedé pensando tras ver la noticia: ‘Tengo una responsabilidad extra, jajaja. Debo estar a la altura’. El público chileno es demasiado amable. Me sentí muy cómoda, porque la gente era muy educada y respetaban tu espacio”.

En Argentina, días antes, la escena se repetía. Se trató de uno de los grandes rostros de la Feria del Libro de Buenos Aires. Fue así como un sábado logró convocar a más de mil seguidoras, lo cual incluso la llevó a echar chistes por la convocatoria: “Madre mía, ¿poca gente, no?”.

-¿Cómo se siente este camino de pasar de Mallorca a realizar una gira que agota entradas en Santiago y Buenos Aires?

-La palabra que se me viene a la mente es surrealismo. No lo esperaba. Cuando era joven y empecé a escribir no tenía referentes cercanos para ver que esto pudiera ser posible. Habían autores de literatura juvenil consagrados o mayores. Yo escribía porque me gustaba.

-¿Cómo fue ese proceso, teniendo en cuenta que no tenía a alguien de referencia?

-Cuando no lo tienes cercano no lo ves posible. Que haya llegado hasta este punto y ver a tanta gente que quiere ser escritora es distinto. Ahora se ve como un camino posible. La gente puede no ver el mundo del arte como algo súper difícil. Me hubiera gustado que mi yo de 14 años hubiera tenido a alguien a quien intentar parecerse.

-Algo que la diferencia de otros autores es la cercanía con su público por redes sociales. Le hacen preguntas en YouTube, TikTok o Instagram, ¿cómo cambia eso en su escritura?

-Una debe tener muy clara esta muralla que hay entre el personaje que enseñas en redes y quién eres tú. Es fácil establecer una relación con tu audiencia y crear una comunidad. Conoces a tu público, en las firmas de libros escuchas, te dicen qué quieren, qué esperan. Pero, claro, también tiene su lado negativo. Hay veces uno no puede poner una barrera como tienen otros escritores. Son años de práctica.

El arte no es objetivo

Joana Marcús bromea sobre su conocimiento de Chile. Se ríe antes de responder, pensando brevemente su réplica. “Admito que lo primero que hice en la oficina de Penguin Random House fue pedir un libro firmado de Isabel Allende, y me lo llevé, jaja. Hay que echarle un poco de cara dura a la vida, no pasa nada”, dice con marcado acento ibérico. También se refiere a uno de los principales referentes pop de Chile en el extranjero, Pedro Pascal: “Sería ilegal que no te guste. Es el papá de internet”.

-Su escritura comenzó en Wattpad, un lugar con un público que puede tender a ser muy crítico en los comentarios. ¿Cómo fue ese proceso en tu trabajo?

-Cuando compartes algo tan íntimo como la escritura, siempre quieres que a todo el mundo le guste, pero luego te das cuenta que es imposible. Nunca vas a entrar en una sala y a todo el mundo le va a gustar lo que haces. Internet es difícil de controlar. Lo que en la vida real sería una opinión negativa de 20, en la web son 100 negativas de cada 2.000. Es mucho.

-¿Cómo influyen los comentarios, críticas o sugerencias?

-A veces los leo y digo: ‘Esta persona tiene más madera de escritora que yo’. Sus finales están mejores que los míos, jajaja. Intento no dejarme llevar demasiado. Si te dejas llevar para complacer a una persona, alguien más quedará insatisfecha.

-¿Qué piensa de las críticas sobre la literatura juvenil?

-Todos los géneros tienen sus propios prejuicios, digamos. En nuestro caso, normalmente está relacionado con que somos personajes jóvenes escribiendo para jóvenes. Algunas personas dicen que es una literatura transicional, como para llegar ‘a la literatura de verdad’. Es un concepto que asume que la literatura juvenil no sería de verdad. Me llama la atención, porque no entiendo cuál es el punto o qué mide si un libro es de verdad o mentira.

-¿Cómo lo ve usted?

-El arte hace que sea imposible que desde tu punta de vista puedas ser objetivo. El arte no es objetivo. Hace mucho tiempo empecé un ejercicio: solo puedo controlar el cómo me siento yo con esas críticas. Al final, todas las opiniones son válidas.

Siempre había sentido que escribía para mí misma

En varios de sus videos, publicaciones y escritos la mallorquina ha puesto énfasis en la importancia que tiene su rol actual, visible para quienes se inician en la literatura. Es así como Joana Marcús se ha dedicado a dar consejos para otras personas, no solo sobre Wattpad, plataforma que la vio nacer, sino sobre lo que significa escribir.

-¿Qué consejo le darías a alguien que le interesa contar historias a través de la literatura?

-Para escribir bien hay que leer muchísimo. Hay que practicar mucho. Al final, esto no es solo una carrera. Si no puedes dedicarte a esto, también puede ser un hobbie, un modo de desahogarte. La escritura no solo tiene realización a nivel profesional, sino a nivel personal. Les diría eso: que no tengan solo ese objetivo, sino una visión mucho más amplia.

-¿Cómo se siente ver a tantas personas conectando con sus obras? ¿Qué sensación le deja ver el fanatismo que dejan tus libros?

-No te voy a mentir, se siente bien, jaja. Es algo realizador. Siempre había sentido que escribía para mí misma, porque me sentía el bicho raro en todos los ambientes. Nunca tuve un hueco para ser comprendida. Pero después sentía que escribía para esas personas. Me gusta pensar que escribo para darle un lugar a quienes lo necesitan. Al final, un lugar cómodo. Estoy orgullosa de eso. Era el objetivo.

-¿Qué le diría a la Joana de 13 años, que comenzó a escribir sin saber a lo que llegaría?

-Si le digo a esa Joana, se reiría en plan: ‘Pa tu casa, no te hace bien beber’ jaja. Le diría que siga escribiendo, que no tenga tan en cuenta las opiniones de los demás, solo la de ella misma.

Joana Marcús/ FOTO: Penguin Random House

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