La ruta del Barros Luco: nueve locales en Santiago para comer nuestro sándwich emblema

Más allá de la jornada de celebraciones y promociones que hace poco tuvo este clásico emparedado nacional, la verdad es que nunca está de más poner la pelota al piso y analizar los mejores lugares que existen en la ciudad para disfrutarlo. Es que el Barros Luco es un tema importante para los chilenos. De hecho, después del tradicional completo debe ser seguramente el sándwich más consumido -y por lo mismo, más transversal- del país.

Pero ojo, no nos vamos a meter en la historia del Presidente Ramón Barros Luco, quien le dio el nombre al sándwich tras pedirlo continuamente en la Confitería Torres. Primero, porque es una historia muy contada, y segundo porque el local donde se originó este sándwich hace rato que dejó de ser un referente en la materia.

Es que al Barros Luco se le encuentra por lo general en fuentes de soda y sangucherías, como almuerzo o comida al paso, acompañado de un schop o incluso una piscola, y siempre con esa golosa informalidad que lo caracteriza.

¿De qué hablamos cuando hablamos de Barros Luco? Es cierto, sándwichs con carne y queso fundido hay en Argentina, Estados Unidos, España, Grecia y muchos otros países. Sin embargo, en ninguna parte esta preparación se hace como en Chile. Es decir, usando la misma plancha para calentar levemente el pan, freír churrasco en aceite de maravilla y sal, además de “trabajar” varias láminas de queso mantecoso con una espátula para transformarlo así en una masa elástica de queso bien fundido. Eso es un Barros Luco y por eso mismo es que no se parece a nada más.

Al final, una delicia que los chilenos reconocemos como nuestra y lo preferimos en el día a día en nuestros boliches favoritos. ¿Cuáles? Como siempre, todo dependerá también de nuestros movimientos por la ciudad, presupuesto y obviamente gustos. Aún así, siempre es posible establecer algunas coordenadas básicas de navegación.

En lo personal, creo que el mejor Barros Luco de la capital se consigue en el Lomit’s (Av. Providencia 1980, teléfono 222331897, Providencia). Y ojo, no lo digo porque lleve ya más de cuarenta años frecuentando este lugar, lo digo porque de verdad su Barros Luco ($6.850) es una joya. Consta de varios finos churrascos de posta negra, bastante queso mantecoso bien fundido en la plancha y una excelente frica de la panadería Las Rosas Chicas. Simplemente perfecto y altamente recomendable. A eso de las diez de la noche de un solitario día de semana, servido en la barra y acompañado de un vodka tónica es francamente insuperable.

Otro templo del Barros Luco santiaguino es el Quick Lunch Alemán (Apoquindo 6240, teléfono 229839241, Las Condes), donde sus parroquianos lo tienen entre sus favoritos. Es que su Barros Luco ($8.950) podría catalogarse como uno de los más carnívoros de la ciudad, ya que lleva una contundente cantidad de churrasco -bien picado-, más obviamente su correspondiente complemento de queso fundido. La frica, aunque bastante corriente, cumple con lo fundamental que es contener todo lo que lleva adentro el sándwich y mantenerse firme a pasar de la humedad de los ingredientes. Un par de amigos que viven por el sector y que suelen cerrar sus días ahí lo prefieren siempre con una piscola con bastante hielo. Cosa de gustos.

Con menos fama que los lugares anteriores, la verdad es que en la tradicional pizzería Da Dino, donde también venden sandwichs, es posible encontrar un Barros Luco ($8.300) realmente bueno. Con un churrasco levemente más grueso que lo que se acostumbra, pero siempre blandito, más una buena cantidad de queso fundido (el mismo que usan para sus pizzas) y el sello de la casa: el pan. Una frica mediana pero pesadita y compacta, de elaboración propia y que resiste perfecto todo lo que viene adentro. En lo personal, prefiero degustar este Barros Luco en la sucursal de Alameda con Tenderini, acompañado de una garza. Siempre de pie, mirando hacia la calle la gente pasar. Y para aprovechar el viaje, después pueden pasar a Tenderini a comprar una goma nueva para la olla a presión.

Y un bonus track que no puede dejar de mencionarse es Tip y Tap, que en cualquiera de sus locales siempre ofrece un excelente Barros Luco ($7.900) caracterizado por la suavidad que le entrega su pan frica bien esponjoso, carne blandita y abundante queso fundido. Como sugerencia de acompañamiento sugiero hacer lo que hace una buena amiga cuando va a los Tip y Tap y se pide un Barros Luco con una botellita individual de espumante. ¿Algo más? Si se puede ir al local de calle San Crescente, con sus mozos experimentados, mucho mejor.

¿Hay más buenos Barros Luco en Santiago? Desde luego. Así, a la rápida, pienso en los de los Bar Liguria, donde se pueden pedir en varios tipos de carne e incluso tienen uno con queso de cabra. Está también la siempre cumplidora Fuente Suiza en Ñuñoa (Irarrázaval 3361, teléfono 232788300, Ñuñoa) y en el centro el Ciro’s (Bandera 220, teléfono 226960135, Santiago), donde se sirve siempre en marraqueta. Ni hablar de la Fuente Alemana (Pedro de Valdivia 210, teléfono 228196825, Providencia), y la Antigua Fuente (Alameda 58, teléfono 226393231, Santiago), quienes a pesar de ser especialistas en lomitos y rumanos también tienen que decir algo acerca de los Barros Luco.

Y así, suma y sigue. Al final, cada uno sabe dónde ir por el suyo. ¿En filete, con agregado de palta, en pan de molde? Eso ya son gustos particulares y cada uno decide.