El duro relato del minero que quedó atrapado en El Teniente tras sismo: “Pensé que me iba a morir”

Este lunes a las 04:24 se registró un sismo de magnitud 3.9 escala Richter que obligó una evacuación de emergencia de los trabajadores de la División El Teniente de Codelco, ubicada en las cercanías de Rancagua, región de O’Higgins.

A pesar del rápido actuar de los 12 funcionarios que se encontraban a esa hora, uno de ellos quedó atrapado 37 metros bajo tierra. Se trata de Manuel Reyes de 35 años, quien estaba cumpliendo un turno como cualquier otro operando una máquina scoop y experimentó un hecho inesperado en el que temió por su vida.

“Se sintió un ruido fuerte. Como si hubiera explotado una bomba. El equipo, que pesa cinco mil kilos, se llegó a levantar entero. No se veía nada de nada. Caía puro polvo de arriba. Parecía una película. Se veía como una onda expansiva. Me bajé de la máquina para salir corriendo y me di cuenta de que había un bloque de piedra demasiado grande en el camino”, mencionó el hombre a LUN.

Tras la situación, Manuel se subió rápidamente a la cámara para intentar mover el obstáculo. Sin embargo, no tuvo éxito. “El cerro seguía sonando y caía material por todos lados. Estaba más asustado… Pensé que me iba a morir. Tenía unas botellas de agua, pero nada de comida porque ya estaba por terminar mi turno“, relató.

Es por ello que la única solución que le quedó por adelante fue comunicarse por vía radio con sus supervisores, quienes, para su sorpresa, estaban al tanto de lo que había sucedido. “Me dijeron que me quedara tranquilo, que ellos sabían donde estaba y que me iban a sacar de alguna manera. Me dio un poco de esperanza”, recuerda el minero.

Antes de ser rescatado, Manuel tuvo que esperar cuatro horas y media bajo tierra, hasta que a las ocho de la mañana el equipo de rescate lo contactó. “Estaba en un punto donde no tenía señal. Tuve que moverme para que me pudieran hablar. Me sacaron por la chimenea“, narró.

Para sacar al hombre de las profundidades de El Teniente, uno de sus compañeros tuvo que llegar al sector para instalarle un arnés, el cual estaba conectado con una cuerda que llevaba al exterior. Después de 45 minutos, Manuel pudo volver a ver a su equipo.