Secciones

Más en The Clinic

The Clinic Newsletters
cerrar
Cerrar publicidad
Cerrar publicidad

Mundo

12 de Agosto de 2023

La inhóspita vida de los habitantes de La Rinconada, la ciudad peruana que es la más alta del mundo

El oxígeno apenas llega, cuando se camina por este poblado situado a más de 5.100 metros de altura. La fiebre del oro ha atraído pobladores a La Rinconada, ciudad ubicada en el Distrito de Ananea, en los Andes peruanos. Es considerada la ciudad más alta del mundo, y es reconocida como una región inhóspita, marcada por la violencia, la pobreza y la insalubridad.

Por

Emplazada en lo alto de los Andes peruanos, situada a más de 5.100 metros de altura y con una temperatura media anual que roza los cero grados centígrados, este poblado tiene unos 30.000 habitantes. Las tuberías y los recursos sanitarios son limitados, y el control policial es escaso. Se trata de una ciudad “sin ley”, donde el gobierno apenas tiene control.

La razón de que pese a estas razones, miles de personas se desplacen hasta La Rinconada, es el oro que aún aloja en el interior de sus montañas, con la ilusión de salir de la pobreza que abunda en esta zona del país incaico. El problema es que las minas no están reguladas y no hay nóminas para su uso. La mayoría pertenecen a pequeñas empresas que operan bajo contratos informales, aunque el gobierno peruano les permite seguir operando mientras se registren en un programa que tiene como intención mejorar las condiciones laborales de los mineros. 

De esta manera, y según consigna El Español, el contrato ‘laboral’ entre el empleador y el trabajador es completamente abusivo. Bajo el sistema conocido como cachorreo, los mineros trabajan 26 días gratis y cuatro en beneficio propio. No hay ningún tipo de salario fijo. En esos escasos días, los trabajadores juegan a la ruleta. Pueden tener la suerte de encontrar un poco de oro para poder mantener a sus familias o pueden irse con los bolsillos vacíos.

“El peor lugar para vivir”

Paradójicamente, a pesar de la existencia de reservas de oro, La Rinconada es una ciudad dominada por la pobreza, la delincuencia, la prostitución, la violencia y el alcoholismo. En este poblado “sin ley”, los accidentes fatales son muy frecuentes, al igual que las peleas letales: “Mineros han sido asaltados o incluso asesinados después de vender su oro, y sus cuerpos han sido dejados en los pozos de las minas”, reconocen sus habitantes. 

Asimismo, muchas mujeres y niñas de las grandes ciudades son atraídas por traficantes de personas que requisan sus documentos de identificación y son puestas a trabajar en los bares y burdeles de la ciudad “sin ley”. Es por estas razones que muchos lo reconocen como “el peor lugar para vivir”.

Además, se une una peligrosa combinación entre insalubridad y contaminación. La basura también domina el paisaje de la ciudad. Al no haber servicios de recogida, los residuos se acumulan a lo largo de la ciudad, contaminando tanto sus calles como el medio natural en el que se encuentra. La ausencia de alcantarillado ha llenado de mugre las calles de La Rinconada. 

Por otro lado, al igual que otras muchas minas irregulares de oro, el mercurio que se utiliza en la extracción de oro contamina la poca agua potable que tiene la población, la mayoría procedente del cercano glaciar La Bella Durmiente. 

Violencia, esclavitud, pobreza, suciedad: una peligrosa mezcla que, junto a la fiebre por el poco oro que aún se esconde en sus montañas, convierte a La Rinconada en un lugar difícil para vivir (o sobrevivir). Y todo eso sin contar el mal de altura y el frío que recorre la región.

Notas relacionadas

Deja tu comentario