Después del 17 de diciembre, ¿qué?: Socialismo Democrático apunta a “reordenar” prioridades de gobierno ante cualquier escenario electoral

Sin las distracciones propias de La Moneda, y como ha sido usual cada vez que el Presidente Gabriel Boric pide analizar temas en profundidad con su núcleo más estrecho en el gabinete, el jefe de gobierno y el comité político se trasladaron el jueves de esta semana hasta el Palacio Presidencial de Cerro Castillo. También lo acompañó su jefe de gabinete, Carlos Durán.

A una semana de que se plebiscite la propuesta del Consejo Constitucional, y con la veda de encuestas de por medio, en el Ejecutivo existe la conciencia de que si bien el “En Contra” goza de buena salud, con un margen importante entre los votantes, sí hay conciencia de que el “A Favor” ha hecho una campaña competitiva que les ha permitido permear en un voto indeciso.

O bien, en un voto “blando” que en un inicio puede haberse sentido más representado por la opción que defiende el oficialismo, pero sin total convencimiento. 

Los menos optimistas en los partidos de gobierno, aquellos aún impactados por la derrota de la elección de consejeros, o por el 4-S, advierten que el voto obligatorio no permite hacer proyecciones certeras y que el resultado puede distar de lo sondeado por las encuestas.

Repriorizar la agenda

Como sea, con o sin nueva Constitución, en la alianza gobernante apuntan a un nuevo “aire” tras la elección. 

Y es que el segundo año de la administración Boric, siguiendo el “patrón” de sus antecesores, ha sido particularmente complejo luego de que estallara el Caso Convenios. Un misil en la línea de flotación respecto al discurso fundacional anticorrupción de la nueva generación que aterrizó por primera vez en La Moneda.

Si bien ese margen al Ejecutivo puede ser breve -considerando que el 2024 viene la elección de alcaldes y gobernadores-, en sectores de la alianza de gobierno apuntan a aprovechar el cierre del momento constitucional para dejar atrás el “inmovilismo” de La Moneda y repriorizar los compromisos de gobierno con las “grandes reformas” al frente.

Juan Luis Castro, senador socialista, sostiene dicha postura. Y apunta a que “independiente del resultado, probablemente en marzo nadie esté conversando del texto constitucional aprobado y rechazada (…) Los temas son los contingentes: delincuencia, las reformas tributaria, de pensiones y a la salud. El empleo, la economía. El gobierno, imagino, está pensando cómo abordar lo que hace sentido. Las grandes reformas son las que tienen que resolverse de forma prioritaria”.

Seguridad y economía

El timonel del Partido Liberal (PL), Juan Carlos Urzúa, agrega que “si gana el ‘En Contra’, como esperamos, no hay más conversación respecto a lo constitucional”.

Y complementa: “Hay una necesidad de enfocarse en los temas de seguridad y crecimiento. Y el foco tiene que estar en la gestión de esos temas. Mientras no se crezca económicamente, los recursos van a seguir ‘estacionados’ y no van a ser suficientes para implementar temas que prometimos o queremos. Vamos a tener que enfocarnos en crecer, en contener la delincuencia”.

A propósito de la discrepancia oficialista en torno a la política de condonación del Crédito con Aval del Estado anunciada por el gobierno que marcó la última semana, Urzúa vuelve a tocar el punto. “Esto significa que el CAE puede quedar relegado a una posición más secundaria. Hay un montón de elementos que van a tener que dar paso a las urgencias de hoy”, sentencia.

“Los problemas del momento” para el gobierno

En una extensa columna (“18 de diciembre, el día después) publicada en el medio asociado al Partido Comunista (PC), El Siglo, el exministro Marcos Barraza toma cierta distancia de esa postura manifestada por miembros del Socialismo Democrático.

“Es un error estratégico pensar únicamente en enfrentar los problemas del momento. Esa vía sólo conduce a posponer indefinidamente la crisis de legitimidad en curso. Además, creer que los cambios de fondo son posibles sin contar con un mínimo de confianza social es otra equivocación. Se debe ganar en toda acción la confianza social, hacerlo dependerá de la sensibilidad y buena lectura que haga el gobierno para tomar medidas urgentes que permitan abordar situaciones apremiantes”, escribió el otrora convencional constituyente.

El hoy jefe de gabinete de la Municipalidad de Santiago, reconoce que no se pueden obviar las soluciones inmediatas a tópicos urgentes para la ciudadanía.

Y agrega: “De ganar la opción ‘En Contra’, el día después del plebiscito se abre la posibilidad de reconstruir el tejido social en la senda que el gobierno y los liderazgos de la izquierda propongan. Lo anterior exige mostrar simultáneamente un programa que plantee soluciones inmediatas a los problemas más urgentes, y otro de mediano y largo plazo que señale un norte estratégico: un itinerario de transformaciones que consolide los anhelos de bienestar para la gran mayoría del país”.

En lo económico, por ejemplo, el exministro plantea “fortalecer la oferta pública de programas sociales (…) a partir del día después del plebiscito”.

La diputada de Convergencia Social, Emilia Schneider, y una de las impulsoras de la agenda relativa a la deuda educacional, acota en conversación con The Clinic que el Ejecutivo ya ha marcado el tono respecto al orden de prioridades.

“El gobierno ya ha marcado una agenda clara de prioridades. Hay urgencias que se están abordando con políticas desde distintos ministerios, como el plan de emergencia habitacional, el aumento del presupuesto en salud, los múltiples esfuerzos que se han hecho en seguridad y el gabinete por el crecimiento económico”, dice.

Y añade: “Además, hay una hoja de ruta clara en cuanto a las reformas: de pensiones y el pacto fiscal para tener recursos que mejoren la vida de la gente (…). El problema acá no es que falte priorizar o agenda, ni tampoco división en el oficialismo, sino que la derecha y la oposición prefieren peleas chicas para sacar provecho electoral, en vez de pensar en lo mejor para Chile y llegar a acuerdos en reformas que la gente espera hace décadas”.