María Paz Santibáñez desclasifica la “injustificada” cancelación de su concierto en el Teatro Municipal de Santiago: “La decisión fue tomada por la alcaldesa”

–“Estoy bien, bien indignada también”, dice al teléfono María Paz Santibáñez.

Todo partió hace poco más de un año. Exactamente, el 24 de noviembre de 2022, cuando la pianista chilena de 55 años actuó en el Teatro La Cúpula con su última apuesta, Resistencia Femenina, un concierto multidisciplinario que mezcla piano, video arte, poesía, performance e incluso la sonoridad de las cacerolas. Desde su estreno en 2020, el espectáculo había recorrido algunos escenarios del país antes de aterrizar esa tarde sobre el mismo espacio en el Parque O’Higgins. Entre el público, se encontraba la alcaldesa de Santiago, Irací Hassler (PC). 

“Es probable que yo misma le haya comentado algo, lo conversamos ahí mismo y ella mencionó la idea de presentar nuestro espectáculo en el Teatro Municipal, lo que rápidamente se confirmó”, cuenta Santibáñez a The Clinic. 

“Comenzaron con las coordinaciones con el equipo de la alcaldesa, el teatro se sumó y luego la Corporación para el Desarrollo de Santiago (CORDESAN) y la Universidad Tecnológica Metropolitana, que nos pagó los pasajes para venir a Chile”, cuenta la artista y ex agregada cultural durante el segundo gobierno de Michelle Bachelet en París (2014–2018), donde está radicada desde hace varios años. 

Fue precisamente en la capital francesa donde Santibáñez se reencontró con la edil de Santiago, el 10 de octubre pasado, cuando Irací Hassler asistió a la presentación de Resistencia Femenina en el Ayuntamiento de París. En marzo de este mismo año, y como presidenta de su directorio, la alcaldesa ya había dado a conocer un acuerdo de colaboración inédito entre el Teatro Municipal de Santiago y la Ópera de París. La asociación suponía “una gran novedad y una oportunidad para Chile”, declaró Hassler en ese entonces. 

“Logramos hacer una especie de binomio a partir de nuestro espectáculo. Es decir, se iba a hacer en espejo, en ambas ciudades, París y Santiago. Fue súper emocionante tener a la alcaldesa allá. Ella se dirigió al público y dijo que estaba encantada de estar ahí, muy emocionada, y que el concierto partía ahora al Teatro Municipal de Santiago. El espectáculo que ella vio en París esa vez era prácticamente el mismo que ofreceríamos en Chile, salvo algunos detalles”, comenta Santibáñez. 

El concierto –de carácter gratuito– quedó agendado para el domingo 10 de diciembre recién pasado, Día de los Derechos Humanos. El escenario y la fecha tenían particular sentido para la artista, un recuerdo marcado por la tragedia y el horror: en 1987, mientras se formaba como pianista en la Universidad de Chile, Santibález recibió un disparo en la cabeza por un carabinero durante una manifestación –precisamente– frente al Teatro Municipal de Santiago. Tenía 19 años. 

La pianista aterrizó en Santiago el 1 de diciembre pasado junto a dos integrantes de su equipo. Solo días después, cuando salía de su segundo ensayo, el martes 5, recibió un llamado de una funcionaria del municipio que la citó a una reunión urgente al día siguiente, a las 10 de la mañana. 

“A la reunión llegó el abogado Santiago Trincado acompañado de la misma encargada de proyectos del municipio, quien en realidad solo nos presentó, porque fue él quien me comunicó de la decisión del municipio de anular el concierto”, cuenta Santibáñez. Faltaban solo cinco días para la función. 

El domingo 10, María Paz Santibáñez y algunos miembros de su equipo se instalaron frente a la entrada del Teatro Municipal poco antes de las 19 horas, a la misma que partía el concierto. “El teatro estaba cerrado y había público afuera. Fue muy lamentable”, dice. 

Irónicamente, la invitación extendida por la UTEM al concierto decía que la presentación de Resistencia Femenina en dicho recinto “es un saludo a la trayectoria artística de la pianista y un acto reparatorio de justicia y memoria para todos y todas quienes sufrieron violaciones a los DDHH en el periodo dictatorial”.

El retorno a ese lugar sigue siendo ingrato, y más ahora, dice Santibáñez, siempre al teléfono.

“Supimos recién ese día que la alcaldía le informó a toda la gente que se inscribió que esto se había cancelado por razones de fuerza mayor. En esa reunión en la que ni siquiera nos dijeron para qué nos citaban, le pedimos al abogado que nos enviaran la redacción de las razones que se darían al público. A la hora siguiente, empezamos a recibir copias de un mail genérico de la Dirección de Cultura de Santiago donde les indicaban que había estas razones de fuerza mayor”, cuenta la artista. 

¿Cuál fue la razón que le dieron a usted desde el municipio? 

—El argumento era bastante enredoso. Tenía que ver con la agenda nacional y con asuntos de posibles dineros, pero no era muy claro o yo no entendí. Al parecer estaban bastante convencidos, creo yo, de que bastaba con anular el concierto y de que lo íbamos a posponer, sin dar otra fecha. A nosotros nos parecieron que no eran argumentos válidos. 

“Para posponer un concierto tiene que haber razones reales, de fondo, artísticas. Aquí no había nadie enfermo, estábamos todos en perfectas condiciones. Aquí la decisión fue tomada por la alcaldesa, según ella misma me dijo ayer (lunes 11), y responde a que nuestro espectáculo podría poner en peligro una parte del financiamiento del teatro, y también a temas delicados de la agenda nacional, que a nosotros nos parece absolutamente raro. 

“Dijo además que ‘fuerza mayor’ podía tratarse de otra cosa’, no solo de artistas que se bajan por razones de salud. Yo le dije, lo siento mucho, pero eso es falso y el público merece conocer la realidad y la realidad es que la decisión fue del municipio. Y luego, si usted, alcaldesa, quiere explicarle al público más de fondo las razones, que el municipio las tiene, pues tendrá que dárselas si es que la gente se las pide”, agrega Santibáñez.

Durante el día de ayer, el abogado del municipio de Santiago tomó contacto con el abogado que representa a Santibáñez y los más de veinte artistas que integran el equipo de Resistencia Femenina. “Este tema ha sido agotador y muy despelotado”, dice la artista. 

“Hubo mucha informalidad administrativa, lo que a nosotros nos ha perjudicado. Ahora que el concierto está anulado, toda esa informalidad administrativa agrega perjuicio a lo que ha sido esta anulación. Nosotros estábamos dispuestos a asumir ciertos costos conexos simplemente por la alegría de estar acá y de mostrar nuestro trabajo aquí, y porque tampoco teníamos tiempo para hacernos cargo de ese tipo de detalles. Al menos en esa parte ha habido avances en el acuerdo con ellos, pero nosotros no vamos para atrás, vamos para adelante, y como artistas no nos vendemos. Dependemos de la memoria y creemos en el futuro”, dice Santibáñez.

¿Le propusieron buscar otra fecha para el concierto?

–La alcaldesa insinuó que el concierto podía posponerse. Yo le dije que, a nombre de todo el equipo de artistas, nosotros podríamos pensar en reponer el espectáculo en el templo de las artes y de la música, que es el Teatro Municipal de Santiago, solo una vez que esto esté solucionado. No queremos hacer negociaciones que se puedan diluir de nuevo. Estamos indignados. Esto es una falta de respeto mayor y en dictadura tenía otro nombre. 

¿Cómo califica lo sucedido?

—Para mí es una anulación arbitraria, unilateral e injustificada por parte del municipio. La alcaldesa me llamó ayer lunes. El espectáculo era antes de ayer, domingo. Qué más se puede decir.

“A mí ese teatro me toca como persona y como artista”, continúa Santibáñez: “Fui víctima de una agresión brutal durante la dictadura frente a ese teatro y no es un detalle menor porque tengo esa historia y mi indignación, digamos, se mezcla con ese recuerdo. En esa época hubo mucha gente que opinaba que yo no debería haber hecho lo que estaba haciendo. Esta vez me encuentro nuevamente con gente que opina que yo no debo hacer lo que estoy haciendo. Aquí siguen pensando de esa manera”.

*Consultada por The Clinic, la alcaldesa Irací Hassler declinó hacer declaraciones respecto a la cancelación del concierto. Tampoco enviaron desde su equipo ni del municipio una declaración por escrito, salvo que se debió a “razones de fuerza mayor” y que no había, de momento, posibilidad de reagendar el espectáculo por falta de fechas disponibles. 

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Obra en construcción

En Resistencia Femenina conviven las obras de los compositores Béla Bartók y Claude Debussy, repertorio que le ha dado fama de virtuosa concertista a Santibáñez,, acompañadas de la pieza Suite Impacto para piano y cacerolas, una creación colectiva entre varios compositores de distintos países a partir de la sonoridad de las ollas. 

“En la revuelta chilena de 2019, los manifestantes caceroleaban e inspiraron los primeros encargos de obras. Luego, la pieza fue madurada en la pandemia”, comenta la artista, quien además define su obra como un work in progress que busca homenajear particularmente el rol que han jugado las mujeres de latitudes diversas en la defensa de sus derechos.

“El concierto tiene un hilo conductor discursivo, que es la defensa de los derechos de las personas y particularmente de las mujeres, pero no es un concierto o un espectáculo de denuncia, sino uno que elabora y ayuda a empapar al público de ciertos temas”, dice la artista, quien sube sola con su piano al escenario, acompañada solo por una artista encargada de las visuales que se despliegan sobre una pantalla redonda. 

Esa fue una de las variaciones que tenía el show que iba a presentar en el Municipal de Santiago respecto al que ya había presentado previamente. María Paz Santibáñez decidió homenajear al Presidente Salvador Allende a 50 años del Golpe de Estado y de su muerte, e incorporar a las visuales imágenes de manifestaciones recientes en Chile y el actual conflicto en la Franja de Gaza. 

“Para esta ocasión habíamos preparado una parte dedicada al extinto presidente Salvador Allende con un video de un artista visual que registró un tejido en una rejilla con el nombre de Salvador Allende y que se entrecruzaba con un extracto del discurso que dio en las Naciones Unidas en el año 1972. Eran unos cinco minutos realmente dedicados a él y que nos tardó cerca de dos meses elaborar”, cuenta.

“Estuve intentando conseguir imágenes de soldados rusos y ucranianos siendo atendidos por mujeres, o cuando miran las fotografías de sus hijas y esposas. Intento captar el rol de la mujer cuando a un hombre le toca estar en el frente, por ejemplo. Y también al revés, cuando a veces hay mujeres que lideran en algunas situaciones. Pienso también en las mujeres en Palestina, en las adolescentes, en las niñas. Pienso en las mujeres israelíes, en las adolescentes, en las niñas. Habíamos insertado algunas imágenes de manifestaciones donde aparecían palestinos e israelíes manifestándose por la paz. Es un tema que nos importa y que nos preocupa. Por eso la idea de concebir este espectáculo como un working progress, porque evoluciona también con estos tiempos movedizos”, dice Santibáñez.

A fines de 2018, María Santibáñez saltó a la palestra luego de que se filtrara que su casa había sido el escenario de la bullada reunión en París entre el entonces diputado Gabriel Boric y la actual parlamentaria Maite Orsini, con el ex frentista Ricardo Palma Salamanca.

¿En lo personal, cuál crees que fue la razón por la que se bajó el concierto?

—Yo creo que ayer la alcaldesa me lo dijo, ¿no? Si ella piensa que está en peligro el financiamiento del teatro por presentar un espectáculo, evidentemente hay un trasfondo político. Sin dar la cara, la alcaldesa me transmitió que lo que yo hago no debería hacerlo. Es decir, yo ofrezco un espectáculo y ese espectáculo es anulado. Como te decía, eso en dictadura era permanente. 

¿Considera que su propia historia política haya podido influir en esta cancelación? 

–Absolutamente, no. Yo soy una artista respetada y no creo que mi público sea de izquierda ni de derecha. La prensa, que diga lo que quiera. Eso no tiene nada que ver con mi trabajo. Yo creo que son problemas del directorio del teatro, diferencias políticas irreconciliables, y también creo que la alcaldesa está en conocimiento de que en el seno de ese directorio que ella preside existen divergencias políticas e ideológicas. No creo que ella haya caído en cuenta de eso cinco días antes del espectáculo. Para mí, es tan claro como el agua.