Quiebre total en Los Prisioneros: Jorge González se querella contra Miguel Tapia y su exmanager, Alfonso Carbone

Las cosas no están bien dentro de la  relación que unía a dos de los miembros de Los Prisioneros: Jorge González y Miguel Tapia. Si bien es conocida la nula relación del bajista y compositor con su excompañero, Claudio Narea, ahora un nuevo antecedente suma al quiebre total de los dos históricos restantes de la agrupación que hizo reconocida “El baile de los que sobran”.

El compositor principal de la agrupación de San Miguel presentó una querella criminal en contra del baterista. Pero también de otro de sus exaliados: Alfonso Carbone, su exrepresentante durante los últimos años de su carrera.

Según Culto, el documento presentado apunta contra todos aquellos que “resulten responsables como autores, cómplices o encubridores” de delitos como falsificación de instrumento público, uso malicioso de instrumento público falso y administración desleal. Y es que González acusa haber sido engañado para firmar acuerdos para rentabilizar el patrimonio de su exbanda.

La querella fue declarada admisible y el cantante está representado por el penalista Giorgio Marino, el experto en litigios Andrés Pérez y el también penalista Andrés Iturra. Este hecho sepulta cualquier esperanza de una reunión de Los Prisioneros.

Así inició el conflicto que terminó en una querella entre Jorge González y Miguel Tapia

Los hechos datan de finales del 2001, cuando ocurrió la histórica reunión de Los Prisioneros en el Estadio Nacional. Jorge González, Claudio Narea y Miguel Tapia construyeron una sociedad junto a Carlos Fonseca llamada Producciones Artísticas Los Cuatro Luchos Limitada. Esta buscaba organizar el catálogo de la banda y otros temas relacionados con esta.

Alfonso Carbone en tanto, era director de Warner Music Chile en esos años y tenía cercanía con Fonseca. Fue el encargado de reclutar a los sanmiguelinos para que grabaran sus dos discos de reunión bajo su alero (El homónimo del 2003 y Manzana del 2004). Fue en esos años que comenzaron a conocerse con González y terminaron formando un vínculo de trabajo.

La sociedad de los Cuatro Luchos se desarmó en el 2006, cuando se decidió poner fin a Los Prisioneros, pero la liquidación demoró años en llegar. Recién en 2016 se solicitó el término de giro en el Servicio de Impuestos Internos. En esos años, y tras el accidente cerebrovascular, Carbone dejó de trabajar con González tras un conflicto con el hermano de este, Marco, quien tomó el papel de manager en su etapa de retiro.

Carbone y los documentos

Pero en 2019, Carbone se volvió a acercar al autor de “Estrechez de Corazón” para rearmar la sociedad y editar vinilos de la última etapa del grupo, algo que este se rehusaba a hacer. Tras convencerlo, logró hacerle firmar un documento en su casa y no en una notaría, mientras el hermano de Jorge supervisaría el trámite. Pero, también firmó un documento que autorizaba el uso de canciones para una serie de Movistar basada en Los Prisioneros.

Tiempo después, se enteró que Marco González no había autorizado ni leído los documentos, algo que Carbone habría asegurado a González que sí ocurrió. “Dichos documentos se firmaron de manera totalmente informal, en horario de almuerzo, sin la presencia de un ministro de fe y sin haberse leído, puesto que como está dicho, Carbone le aseguró al señor González que ya habían sido revisados por su representante y hermano don Marco González Ríos”, citó Culto en la querella.

El rol de Tapia y la petición de la querella

Meses después, González se enteró que existía un nuevo sitio web y una nueva sociedad llamada San Miguel Spa. El autor aparecía como uno de sus accionistas junto a Carbone, Carlos Fonseca y Miguel Tapia.

“En este punto quedó claro que, de los documentos que Carbone había hecho firmar a mi representado (usando el supuesto visto bueno de su hermano Marco González), la firma puesta en uno de ellos fue utilizada con dolo para forjar falsamente la matriz de una Escritura Pública de constitución de sociedad (San Miguel Spa), en concierto con los demás querellados”, señaló lla querella.

Jorge González pidió explicaciones a Carbone y Tapia. El primero negó todo, mienteas que el baterista relató que su exmánager tenía un poder notarial que le permitía realizar acuerdos a nombre del compositor.

Un año después, tuvo acceso a los documentos, viendo que habían firmas del compositor en otros documentos que desconocía. Tras la salida de Carbone de San Miguel Spa., la querella cita que Tapia y Fonseca se convirtieron en únicos administradores, “excluyendo por completo al autor, compositor y productor de toda la obra de Los Prisioneros (…), en lo que a la postre representó otra deleznable maniobra de estos sujetos, para perseguir su verdadero interés, cual era, perjudicar al señor Jorge González y apropiarse del trabajo de toda su vida (…)”.

Todas las ganancias que consiguieron no habrían llegado al compositor, quien insistió en que la sociedad acabara. Pero tras no conseguirlo y producto del estrés que lo sumó esto, decidió querellarse. Sobre por qué incluyó a Tapia, el medio citado afirma que se siente dolido por la actitud pasiva de este en el conflicto.