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11 de Febrero de 2024

El juicio de la historia a Sebastián Piñera: ¿Cómo será recordado el expresidente tras su trágica muerte?

Foto: Marcelo Segura

La repentina muerte del expresidente Sebastián Piñera trajo consigo la valoración pública, tanto de sus excolaboradores como del actual Gobierno. Esto último ha provocado fricciones, en donde no existe total acuerdo en cómo pasará a la historia el expresidente, a quien en los últimos días se le ha recordado de forma "sobredimensionada", dice Gabriel Salazar, pero que, en palabras de José Rodríguez Elizondo, responde al sentimiento "culposo" que trajo "el cariño enorme que se le ha demostrado por parte del sector que la izquierda dice representar: el pueblo".

Por Jorge Palacios y Rocío Latorre

Algunos dicen que el punto de quiebre está en el triunfo del Rechazo y en el fuerte retroceso en el respaldo social a lo que se sindica como el “octubrismo”. Otros, que empezó a marcarse un revisionismo de su figura a raíz de la actitud —una más colaborativa— que adoptó el propio Sebastián Piñera con el gobierno de Gabriel Boric

En un contrapunto a cómo había sido el cierre de su administración, con un 71% de desaprobación en la última semana de su mandato y un 24% de respaldo —acorde a cifras de Cadem—, junto al récord de desaprobación en la Encuesta CEP de enero de 2020 luego del estallido social, de apenas 6% de aprobación, las manifestaciones públicas políticos y adherentes tras su repentina muerte difirieron de ello. Algo distante de las cifras de aprobación que tuvo Sebastián Piñera en su primer mandato.

En el primero asumió con la tarea de la reconstrucción tras el terremoto del 27-F, desafío titánico para cualquier administración, pero para Piñera, de gestión más ejecutiva, esas actividades se le daban con mayor naturalidad.

Con la distancia del tiempo, las protestas estudiantiles de 2011 parecen anecdóticas comparadas con los hitos que enrevesaron su última administración: el asesinato, por parte de funcionarios de Carabineros, del comunero mapuche Camilo Catrillanca, el estallido social y la pandemia de Covid-19.

Muere un jefe de Estado

Tras abandonar el gobierno en marzo de 2022, su círculo más estrecho ha asegurado que Sebastián Piñera vivía un nuevo tiempo. Lejos de las responsabilidades de la primera magistratura del país, pero activo, en reuniones y comidas con personeros de su sector, exalcaldes y excolaboradores.

Por ello, no es lo mismo para historiadores y cientistas políticas que la muerte del expresidente se haya dado más adelante, más replegado de la actualidad, por alguna causa natural a que se diera como se dio: de forma trágica, en un período de plena actividad política y lucidez.

Sebastián Piñera
Foto: Marcelo Segura

Para el historiador Cristián Pérez, es muy pronto para determinar el “juicio de la historia” y cómo perdurará el nombre de Piñera y sus gobiernos. Pérez dice que el país está en un momento de especial sensibilidad, en medio de dos tragedias. “Eso hace que haya adquirido dimensiones impensadas, (la muerte del expresidente) tuvo niveles bien impresionantes que tienen que ver con los factores de la forma en que muere y la situación que está atravesando el país”, afirma.

Pero para él, el viraje en cómo se evaluaba su figura, y en particular, comenzó antes. 

“El cambio se comenzó a producir cuando se perdió el plebiscito del 4 de septiembre del 2022. La mirada, que tiende a acercarse mucho más a la mirada que tiene el pueblo chileno respecto a los 30 años (…). La mirada del Gobierno comienza a ser otra. Se comienza a decir, en términos simples, ‘mira, se nos pasó la mano con este caballero. En realidad era un demócrata. Era un derechista, pero era liberal‘. Existe esa revalorización. La historia lo va a recordar como el empresario liberal que gobernó dos veces Chile y fue enterrado por una multitud”, puntualiza.

Más crítico respecto a ese juicio es Gabriel Salazar

El escritor y Premio Nacional de Historia en 2006 asevera que “siempre la muerte de un personaje conocido, no digo héroe, ni persona que tiene carisma ni líder, cualquier persona que muere en la forma en que él murió concita un grado de simpatía”.

En su sitial en la historia chilena, Salazar apunta a que “sin duda es un referente para la derecha, porque la derecha no puede tomar de referente a Pinochet. Le gustaría hacerlo, pero sabe que es imposible”.

Ahora, se distancia de quienes hablan del legado del expresidente. “No mejoró el modelo neoliberal. Simplemente lo usó, lo administró”, dice.

En línea con algunas de las voces más críticas del Frente Amplio y el PC respecto a la reflexión del Presidente Gabriel Boric sobre Piñera, se alinea y la define como “sobredimensionada”.

Y agrega: “Que una ministra del PC (Camila Vallejo) esté muy seria haciéndole guardia al féretro de Piñera en estas circunstancias… No sé si los viejos comunistas están contentos con eso”.

Camila Vallejo
La ministra Vallejo (PC), en la guardia de honor de Piñera. Foto: AgenciaUno

Desde el punto de vista más político, y desde el hoy oficialismo, la extimonel del PPD —hoy vicepresidenta— y columnista, Natalia Piergentili, asevera que “con la perspectiva que da el tiempo se había venido ‘re-mirando’ por parte de la ciudadanía lo que fue su gestión. Probablemente, la historia que leerá mi hija tenga aún más mesura, ya que también se escribirá a partir de las reflexiones de sus más férreos opositores que, tal como ha señalado el presidente Boric, ha comprendido la envergadura de la tarea sentado en el sillón de O’Higgins. Piñera seguirá teniendo sus detractores, la diferencia es que hoy se ha relevado su condición democrática, olvidada por algunos”.

José Rodriguez Elizondo: “La muerte trágica del Presidente Piñera tiene que haber remecido la conciencia de muchas personas”

El Premio Nacional de Ciencias Sociales y Humanidades en 2021, José Rodríguez Elizondo, asegura que “una muerte trágica aumenta la autocrítica pendiente. Y la autocrítica ya existía en nuestro Presidente (Boric) desde hace harto tiempo. Empezó con el Presidente Aylwin, siguió con Lagos, y ahora se manifiesta con Piñera”.

Cree que el sitial en la historia chilena no está determinado por las condiciones de su fallecimiento, pero sí que incide en la “culpa” de su propio sector y de quienes fueron opositores a él.

“No creo que todos los muertos sean buenos per sé, no creo que haya que darles todos los méritos porque hayan muerto. Pero en este caso, tuvimos un expresidente con características muy notables, con una inteligencia rápida”.

Y añade: “Una minoría de la gente que participa mucho en la cuestión política menuda no podía soportar cualquier cosa del Presidente Piñera. No le gustaban sus chistes, sus bromas, ponían énfasis en algunas cosas que nunca he investigado, como el Caso Dominga, pero digámoslo así de forma sencilla y sintética: el hecho de la muerte trágica del Presidente Piñera tiene que haber remecido la conciencia de muchas personas que lo atacaron injustamente”.

Y sella: “En la izquierda y en la derecha debe haber bastante gente que se siente culposa visto el cariño enorme que se le ha demostrado en el sector que ellos creen representar, el pueblo”.

El viraje de Boric

Nos sumamos al llamado de Amnistía Internacional para que los gobiernos del mundo recuerden a Sebastián Piñera su responsabilidad en las violaciones de Derechos Humanos en Chile”, decía un posteo del Presidente Boric en septiembre del 2021.

Pese a la severidad de los comentarios del Mandatario —que abarcaban tanto educación, salud o pensiones—, un primer cambio en su opinión sobre Piñera ocurrió apenas tres meses después de asumir la presidencia. Fue en su primera Cuenta Pública, del 2022, cuando valoró el actuar de la pandemia del gobierno anterior.

“Quiero reconocer y valorar a todas las trabajadoras y trabajadores de la salud (…). Reconozco también la labor, dedicación y los aprendizajes de las autoridades del Ministerio de Salud de mi predecesor, Sebastián Piñera”, dijo, en cadena nacional, el 1 de junio de ese año. Lo anterior, además de las diferencias relativas al estallido social, era llamativo, puesto que Boric, mientras era diputado, aseguró que “la carga de la pandemia ha estado en el personal de salud y Sebastián Piñera los abandonó en plena crisis”.

En todo caso, desde su arribo al Gobierno, Boric no había tenido tantos encuentros con Piñera como los comenzó a tener desde mediados del 2023. En agosto, de hecho, llamó la atención que el Presidente invitase al exmandatario a viajar con él en el avión presidencial al cambio de mando en Paraguay.

“Más allá de las legítimas diferencias, que son muchas, la política exterior tiene que ser siempre una política de Estado”, comentó Piñera a la prensa una vez estando arriba de la aeronave.

Pero, si eso resultó llamativo, lo que sucedería al mes siguiente, en el que se conmemoraban los 50 años del golpe de Estado, terminaría por eliminar cualquier tipo de tensión restante entre Boric y el expresidente.

En el contexto de un programa de Mega que conversó con todos quienes fueron Presidentes de la República desde el retorno a la democracia, el actual jefe de Estado dijo, por primera vez, el adjetivo que ha resonado desde el fallecimiento de Piñera: “Demócrata”.

No tengo ninguna duda de que el Presidente Piñera es un demócrata, que en su gestión buscó genuinamente lo que era mejor para el país”, dijo Boric.

Gabriel Boric en el homenaje a Sebastián Piñera en La Moneda
El Presidente Gabriel Boric en el homenaje al expresidente Piñera en La Moneda. Foto: Felipe Figueroa

Tal frase vino días después de que el Mandatario invitase a Piñera a La Moneda para conversar en torno al documento Compromiso: por la democracia, siempre, el que establecía puntos de acuerdo que fueron firmados tanto por Boric y Piñera, como también por lo expresidentes Eduardo Frei (DC), Ricardo Lagos (PPD) y Michelle Bachelet (PS).

Además, desde el fallecimiento del expresidente este martes, Boric se encargó de resaltar dicha descripción que le hizo por primera vez en septiembre. Tanto en el día en el que dio su pésame en cadena nacional por el accidente que culminó con la vida de Piñera, como en su último homenaje en el Salón de Honor del Senado en la sede del Congreso Nacional en Santiago, reiteró que fue “un demócrata desde la primera hora”.

En todo caso, la revalorización y las palabras del líder de las coaliciones gobernantes no dejaron del todo contenta estas últimas, sobre todo al ala más a la izquierda del Gobierno, compuesta por el Partido Comunista y el Frente Amplio.

Parlamentarias integrantes del partido dirigido por Lautaro Carmona (PC) utilizaron sus redes sociales para expresar su incomodidad con el “mea culpa” que hizo Boric respecto a su rol —y el de sus compañeros de ruta— opositor con Piñera, en donde asumió que “las querellas y recriminaciones fueron, en ocasiones, más allá de lo justo y razonable”.

Pretender que el expresidente Piñera utilizó ‘siempre, siempre, los mecanismos institucionales y democráticos’ es una forma de negacionismo”, acusó la diputada Carmen Hertz (PC), mientras que la senadora Claudia Pascual (PC) “lamentó” no compartir la opinión del Presidente. “Las violaciones a los DDHH existieron y fueron masivas y sistemáticas al menos”, acotó.

Respetar un duelo y tener empatía con el dolor ajeno, no significa negar a nuestros muertos y mutilados”, espetó la diputada frenteamplista, Ericka Ñanco (RD). En tanto, para el diputado Jaime Naranjo (PS), la segunda acusación constitucional contra Piñera —de la que se robó el protagonismo hablando más de 15 horas en el hemiciclo, en el denominado Naranjazo— “en ningún caso se puede enmarcar como un exceso”.

Con todo, pese a las críticas y a la imagen que tienen sobre la gestión del expresidente, autoridades del Ejecutivo de todos los colores políticos que representan se hicieron presentes en las guardias de honor en homenaje a Piñera. Desde el PC (con la vocera Camila Vallejo y Nicolás Cataldo), pasando por el Frente Amplio (Nicolás Grau, Antonia Orellana), hasta el PPD (Carolina Tohá).

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