Katyna Huberman tras cuatro años viviendo en Brasil y viajando a Chile para grabar teleseries: “Hay muchos actores en situaciones súper difíciles”

Katyna Huberman tenía un plan: en 2020 junto a su esposo, Jimmy Frazier, analizaron los pro y contras del momento que estaban viviendo. Optaron por vender su casa, y junto a sus tres hijos decidieron irse a Búzios, en Brasil, y concretar un negocio que les permitiera viajar a Chile, permanecer varios meses, trabajar y volver.

“Claramente, el plan no fue tan, tan, tan así, porque nos agarró la pandemia”, dice la actriz desde Brasil a The Clinic. Una decisión que, aclara, es producto de “una búsqueda de estabilidad por la inestabilidad de mi trabajo. Esa es mi realidad”, reconoce.

En Búzios tiene un hospedaje, como lo explica ella: “Tengo mi casa acá y debajo de mi casa, de manera independiente, con otra entrada, hay un departamento. Mi casa es como si fuera un departamento de cuatro pisos y en uno de esos hay un departamento para recibir a turistas y gente que viene de vacaciones”. Huberman cuenta que “es un departamento súper bonito dentro de un condominio donde hay piscina, cancha de fútbol, mesa de pool, sauna, todas las cositas que a la gente le entretiene para venir en familia o en pareja”.

“Yo no estoy aquí en Brasil porque, no sé, a mi marido le salió un trabajo maravilloso, nos vinimos y vivimos súper relajados, ¿cachai? Nos vinimos buscando una posibilidad de no depender, porque se estaba poniendo súper inestable. Porque estaba costando generar proyectos. Porque cada proyecto es de cierto tiempo, ya sea para la televisión o para el teatro, temporadas cortas. Ya no estaban los contratos de dos o tres años que uno tenía antes”, explica.

La actriz que interpreta a Jessica Turrientes en “Generación 98” dice que “de alguna manera” esta decisión confundió a algunos, ya que “pensaron que me había ido y que si voy a trabajar me tienen que pagar la estadía, el pasaje y todo, y la realidad no es esa”. Cuando hace unos años le tocó viajar a Chile para grabar “Secretos de familia”, la nueva nocturna que estrenará Canal 13, “me moví con mi familia completa, así que ese gasto fue mío y los que me contrataron se encargaron de pagarme como le pagaban a cualquier actor su sueldo por los meses que correspondía”.

“Pero esa es la realidad. Es súper inestable. Nosotros ahora tenemos, comillas, un poco de estabilidad, porque no tenemos la deuda de la casa y nos pasamos aquí trabajando, recibiendo gente y todo”, cuenta.

-Su plan, entonces, está funcionando.

-Este año empezó a funcionar con los huéspedes, con los turistas que vienen, y con lo de poder ir a Chile a trabajar. Así es como lo hemos manejado, y si me llaman puedo ir a grabar una teleserie completa, que fue lo que hice la otra vez para “Secretos de familia”, y ahora que fui por “Generación 98”. Ya tenemos hasta una forma de apoyarnos con mi marido. La última vez viajé sola y no todos.

Mi marido también viaja y trabaja allá (en Chile) como músico. Va y toca. Esa es la idea, pero en el fondo generamos todo este cambio para poder tener un poquitito de estabilidad dentro de la inestabilidad. Pero siento que es parte del juego, de la realidad del actor. Es lo que uno eligió y hay que buscar las formas de hacerlo menos ingrato, porque uno tiene la fortuna de estar en proyectos en televisión, que también te dan un sueldo mucho más cómodo que estar en el teatro, que son temporadas cortas y que no siempre generan lo que vas a necesitar. Hay muchos actores en situaciones súper difíciles.

En televisión por partida doble

Próxima a cumplir cuatro años viviendo en Brasil, Katyna Huberman estará en la televisión por partida doble, ya que a su papel en “Generación 98” se sumará el de Oriana Muñoz en “Secreto de familia”.

“Es el personaje pareja de Pancho Reyes, 25 años menor, que se junta con el dueño de una clínica muy importante. Muy de región (de Concepción), tiene sus detalles en su historia pasada, que más adelante irán saliendo a la luz, pero es una mujer súper tranquila, súper amante de lo que hace. Se conocieron en la pega, porque ella es enfermera”, explica sobre su personaje en la telenovela que emitirá Canal 13. Y prosigue: “Su gran deseo es ser madre, por lo que a sus 38 años optó por congelar sus óvulos. Y pese a que su marido es experto en fertilidad, el camino será complejo. Ahí se generan los conflictos, porque él es de familia bien acomodada y ella prácticamente es como de la edad de los hijos”.

Sobre comenzar este año siendo parte de dos proyectos televisivos, Katyna Huberman asegura que es como pasar “de nada a todo”. “Es bueno, porque estás ahí, porque están viendo tu trabajo, que es lo que uno quiere. Es bueno, también, porque recuperas vigencia, que eso es súper importante para cualquier actor. Nadie te puede decir ‘no, no me importa’, porque sí, es importante. Y es importante para mí en el sentido de que se hace notar también que puedo ir y trabajar y hacer un proyecto completo, sin rollos. Hay actores que viajan por el mundo trabajando y están muchos meses en un país o se cambian de ciudad y eso es parte de nuestra profesión”.

“Creo que parte del juego es perder en alguna oportunidad”

Sobre cómo cree que recibirá el público la nueva telenovela de Canal 13, reconoce: “No sé qué es lo que está esperando la gente, pero siento que se generan cosas cuando hay contenido interesante y bueno y la gente se pone a hablar sobre ello. Eso genera una ola de ganas”. La actriz adelanta que “Secretos de familia” es de “suspenso brígido” e “intensa”. “Es una teleserie de una temática dura, pero que la hace muy interesante. Hoy en día te metes a Netflix y otras plataformas y hay mucho contenido así, de suspenso e intriga”, apunta.

“Me encantaría que se generara ese interés, y es lo que todos queremos. Pero, básicamente, porque la gente se va a entretener viéndola. Creo que eso es lo que habla por sí solo de un producto”, agrega Katyna Huberman.

-La teleserie estuvo guardada por dos años. ¿Qué sintió que la dejaran guardada y cómo ve que al fin salga al aire?

-Cuando uno trabaja es para que lo vea la gente. No es solo como “ah, voy a trabajar, es una teleserie, me ganó un sueldo”. No. Hay muchas más sensibilidades detrás de eso. Ahora, todo tiene sus tiempos perfectos, creo yo. Claramente, en su momento fue “pucha, qué fome”, porque grabamos en plena pandemia. Igual era importante para todos nosotros en ese minuto. Era importante estar al aire, en pantalla. Siempre es bueno para uno, porque va abriendo otras puertas. Pero siento que hay que confiar en las decisiones del canal, que dijo: “Creemos que este no es el momento”.

La temática igual es súper fuerte, creo que la gente antes tampoco estaba de humor. Hay confiar que este es el mejor momento para que esté al aire, que está la pantalla calentita, que está pasando por un súper buen momento el canal. Que si a la teleserie le va bien, se vuelven a abrir posibilidades de que se genere nuevamente espacio para la ficción en el canal. Y todas esas cosas que uno esperaría siempre que vuelvan a ocurrir. Que vuelva a ser un medio más competitivo y generar más contenido.

–El año pasado Chilevisión estrenó “Dime con quién andas”, teleserie que terminó dando pasada la medianoche por bajo rating. ¿Hay un temor de que pase algo como eso?

-Creo que todos los trabajos, independiente de si están guardados o no, son una caja de sorpresas. A veces uno dice “no, esto no va a funcionar. Bueno, tirémoslo igual”, y se transforma en un éxito. No sé cuáles son los factores, porque entiendo que se hicieron varios focus (group) y que a la gente le había encantado la teleserie y por eso también tenían las ganas de esperar el momento propicio para tirarla al aire.

No sé si te acuerdas, pero en la época dorada de las teleseries, todos veían el 13 y después todos se fueron a TVN porque empezó a generar contenido que les pareció más interesante y así como “no, nunca más les va a ir bien”, y de nuevo todos se fueron para el 13 cuando vino “Machos”. Eso es lo bueno cuando hay más espacios abiertos.

Ahora, creo que parte del juego es perder en alguna oportunidad. Lo triste es que cuando se pierde, cierren (un área de ficción). Que se cierre la posibilidad. Estas cosas son inversiones y en todas las inversiones se generan pérdidas. Y claro, son pérdidas bastante millonarias. Pero, en el fondo, creo que es parte de generar nuevamente un área, de levantar un área de ficción. Es parte del juego.