Festival de Viña
28 de Febrero de 2024Luis Slimming se gradúa de “Don Comedia” en Viña 2024, dando clases de cómo hacer humor políticamente incorrecto con gracia y talento
El humorista y libretista consiguió sacar carcajadas del público con una sólida rutina. Entró al escenario con chistes cortos y una seguridad apabullante, consiguiendo aplausos al minuto de presentación. De las primeras tres noches de Viña 2024, Slimming consiguió la mejor presentación de un humorista hasta ahora, haciendo chistes sobre su vida, chistes al borde de la incorrección y menciones al Presidente Boric, Cathy Barriga y otros.
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Luis Slimming entró con toda la cancha al escenario de la Quinta Vergara, lanzando inmediatamente unos chistes. Con una seguridad que al minuto ya conseguía risas y echándose el público al bolsillo. Realizando lo que todo humorista debería hacer en el Festival de Viña: partir con chistes cortos, rápido, como una metralleta de la comedia.
“Ha sido un año difícil… hasta para Naya Fácil”, dijo Luis Slimming iniciando su rutina en su debut en el Festival de Viña 2024. El arranque fue contando cómo partió como libretista y luego comediante. Hizo mención a los profesores -estudió Licenciatura en Matemáticas en la UC-, luego a los bomberos. De su paso por el Festival de Olmué y lo que vino posteriormente para su carreras.
De zapatillas, pantalones y polera negra y chaqueta de jeans, tenía en el escenario tres botellas de agua y ya al minuto 2 había conseguido aplausos. Y vendría un ritmo casi frenético, incluyendo una mención al Presidente Boric que tuvo pifias sonoras mientras decía que él había pronosticado que se separaría de Irina Karamanos. Al escuchar las pifias, dijo: “Parece que no les gusta que esté soltero”.
Entre los chistes de Luis Slimming hubo uno sobre Cathy Barriga: “¿Le tienen miedo a la Inteligencia Artificial o no? Hay gente que le tiene miedo, que le va a quitar la pega. La verdad es que yo no le tengo mucho miedo al desarrollo de la tecnología. Porque, para ser honesto, el único robot que nos ha cagado hasta ahora es la Robotina. Más encima, está en la casa presa, está viéndonos ahora. Pero no pifien tan fuerte, que van a despertar al marido. ¿Sabís qué? Yo agarraría a todas estas locas que están presas en la casa, la Camila Polizzi, la Cathy Barriga y las pondría en (el reality show) Tierra brava para tenerlas vigiladas por último. A las dos bañándose con Miguelito”.
Lo que cruzó transversalmente la rutina de Luis Slimming fue que bordeó lo políticamente incorrecto, con chistes sobre suegras, gangosos, gays, baños para personas con capacidades diferentes, sexo y otros tópicos que han ido desapareciendo de las rutinas de humor.
Incluso se dio el tiempo de recordar a algunos humoristas clásicos en su rutina. “Cuando se enteró que venía a Viña, mi papá me dijo ‘¿por qué no te contai unos chistes de gangoso? ¿o unos buenos de tartamudos?’ Yo le dije papá, los tiempos no están para eso. Cobarde me dijo. Lo que pasa que mi papá era fanático de Sandy. Puta que era bueno Sandy, a menos que fueras gangoso o tartamudo, en ese caso entiendo que no sea tu favorito. Era como Bad Bunny, la gente le coreaba los chistes. Y lo mejor, con mucho respeto, es que le cortaban el dedo y al año siguiente llegaba más chistoso. Como que más cortito, más cómico se iba poniendo. El humor se iba concentrando en él, como la pasta de diente”.
También tuvo chistes más subido de tonos. En uno de ellos, señaló que “a los diez años estaba lleno trancas, malo pa’ la pelota, lampiño, pinochetista, guatón, con lentes. Era el niño antipoeta. La guinda de la torta es que mis primos del sur me metían miedo con los brackets, me decían ‘Luchito, cuando se rompe el frenillo duele caleta'”.
“No voy a preguntar si ustedes ven porno, pero debo reconocer que hubo una época de mi vida veía mucho porno. Esta época”. Con este chiste incluso comenzó un relato con una relación con una chica otaku que hacía ruidos japoneses, lo que hizo reír al público.
También cuando dijo que si Alberto Plaza fuera de izquierda, se llamaría “Alberto Plaza Dignidad”, una frase que terminó convirtiéndose en TT de la red social X.
Lo diferente entre el humor del pasado y lo que hizo Slimming es que lo hizo sin ofender, con cuidado y talento. Con gracia sin nunca menoscabar. Dando clases de que se puede reír con todo y solo hay que saber cómo hacerlo. Haciéndole un guiño a su apodo de “Don Comedia”, en una actuación que es consagratoria para su carrera.
Tras más de 40 minutos, los animadores se acercaron y la gente pidió un bis. Rápidamente Luis Slimming siguió en su rutina de humor más incorrecto, hablando explícitamente de sexo. Nuevamente sin llegar a ser chabacano. Con natural gracia, mientras la Quinta Vergara reía a carcajadas, como rara vez se ve en ese escenario.
Tras finalizar el bis, vino la entrega de la Gaviota de Oro, ante un comediante al borde de la emoción. “Hay mucha gente que se para acá y sacrifica todo”, dijo sobre su recepción, implícitamente recordando la noche de ayer, donde Javiera Contador no consiguió esos aplausos.