“El sueño que es imposible”: Viña 2024 está terminando sus noches más temprano que el año pasado

Cerca de las dos de la mañana se subió al escenario de la Quinta Vergara el cantante colombiano Manuel Turizo. La voz de “La bachata” debutó en el Festival de Viña 2024 con un show lleno de hits, el que duró aproximadamente una hora. Lo mismo ocurrió la tercera noche con Men at Work, grupo australiano que cerró una noche sin contratiempos.

Ambas presentaciones terminaron minutos después de lo que a la producción le gustaría, ya que la meta que definen como “el sueño que es imposible” para las veladas festivaleras es finalizar a las 2:30 horas. Según datos de Kantar Ibope, las tres primera noches ha finalizado su transmisión a las 03:14, 02:43 y 02:59 horas. Reflejo de que se han hecho esfuerzos para acercarse lo más posible a este horario, ya que, en comparación con el año pasado, las tres veladas iniciales finalizaron a las 03:29, 02:47 y 03:22 horas. El resto de los días, solo la jornada final cerró antes de las 02:30 horas.

Uno de las medidas adoptadas es el inédito adelanto de inicio de jornada, el que está fijado para las 21:20 horas. Una decisión que, según explica a The Clinic Daniel Merino, productor general del Festival de Viña 2024, “puede ser una merma”, desde el punto de vista del rating, ya que “el encendido de la televisión chilena es más tarde” y la gente “está concientizada de que el horario prime parte más tarde”. Pese a ello, están comenzando antes y así tener “un programa que termine más temprano”.

Una segunda medida que adoptaron para lograr que las veladas en la Quinta Vergara no se extiendan como antaño, es que el show de inicio se compacto. Por esta razón, se le pidió a Alejandro Sanz que no hiciera tan largas las pausas para y así poder avanzar con el programa y que la gente que fue a ver a Manuel Turizo pudiera disfrutar de su presentación más temprano. Maná también ofreció un show compacto, tanto así que, en más de una oportunidad, Fher, su vocalista, mencionó que le gustaría haber tocado más en su regreso al Festival de Viña del Mar.

Una consideración que tuvo una buena recepción del público, ya que la Quinta Vergara seguía prácticamente repleta al momento en que Manuel Turizo se subió al escenario. En el caso de la tercera noche, las localidades sufrieron la retirada del público después de la presentación de Luis Slimming. Incluso, se liberó el acceso para entrar al sector de platea.

“Lo tercero” -añade Merino- “es que los montajes los estamos haciendo técnicamente mucho más fáciles”. De esta manera, pueden entrar y sacar los carros del escenario de manera más eficiente, y también montar y desmontar, tal como ocurrió con la obertura. “(Para que) así la transmisión sea más dinámica y avance más rápido”, dice.

Cuidar los ritos del Festival de Viña del Mar

Adicional a esos ajustes, la producción del Festival de Viña 2024 también ha puesto cuidado en los ritos que tienen las noches en la Quinta Vergara, tal como lo es la entrega de los premios -este año no cuenta con la participación de modelos que lleven las gaviotas- y la presentación del jurado. Así se pudo ver en la noche inaugural, cuando los jueces liderados por Ale Sergi de Miranda!, fueron presentados saliendo uno a uno desde el medio del escenario a sus puestos.

“Reducimos de cuatro minutos a un minuto y medio. Lo bueno es que los jueces es un grupo que todo el mundo conoce. Por tanto, hemos ido tratando de agilizar eso, y que sea una escena más activa, arriba del escenario, la gente lo aplauda. Son algunas variantes que queremos dejar en el festival de hoy”, cuenta Felipe Morales, quien lidera un equipo de dirección conformado de siete personas, de ambos canales, que trabajan mancomunados.

“Desde el lunes vamos a volver a competir, pero hasta el sábado somos un equipo que trabajamos juntos”, comenta.

Sobre la decisión de sacar a la modelo en la entrega de la Gaviota, expone: “Sentimos que es más potente la entrega de la gaviota la hagan los animadores. Es más ágil, más cercano. Refuerza el vínculo de los animadores con los artistas”.

“Todo eso va en la línea de no quitar que el Festival sea como ha sido siempre, en cuanto a las performances de los artistas, sino que más bien tiene que ver con asuntos técnicos que nos permiten hacerlo más dinámico, más rápido”, expone Daniel Merino.

Los cambios a la competencia internacional

En esa misma línea, Felipe Morales, director general de Viña 2024 plantea que tiene dos objetivos: refrescar el festival con mucho ritmo y hacerlo más dinámico. Entre las tareas par lograr eso esta la competencia internacional, la que este año “es mucho más atractiva visualmente”.

“Parte del equipo hemos viajado al extranjero a ver otras experiencias como Eurovisión, para ver métodos de trabajo distintos y que nos ayuden, nos aporten a hacer un festival más dinámico”, cuenta.

Para transmitir las competencias, se está usando un sistema de sincronización de cámaras, el mismo con el que trabajan en Eurovisión. “Es todo coreográfico. Se coreografía la iluminación, las visuales, los efectos, las cámaras, la orquesta. Está todo en una secuencia, en un software que va pinchando cada una de las cámaras, según lo que define el director. Son videoclips en vivo, lo que nosotros estamos haciendo en la competencia”, explica.

Para el director general, el Festival de Viña del Mar tiene la competencia de canciones más importante de habla hispana, tesis que respalda al asegurar que las votaciones y las postulaciones llegan de todas partes del mundo.

Lo que se ve en la TV

Felipe Morales tiene claro el sello que quiere dejar, una vez que finalice Viña 2024: una transmisión pulcra, estudiosa, que se enfoca en mostrar al artista y su puesta en escena. También mostrar al público en la Quinta Vergara.

“Que se muestra el instrumento que está sonando, se muestran las caras, las reacciones de la gente, lo que está pasando en el momento. Aumentamos la cantidad de cámaras, que también es un legado, la sincronización de ellas en la competencia también es una cosa que nosotros dejamos un alto estándar de audiovisual al festival”, dice.

Pese las horas de cierre de las últimas tres jornadas han logrado estar en torno a las 2:30 horas, reconocen en los equipos que es una meta “difícil de alcanzar”. Daniel Merino asegura que “siempre vamos a estar trabajando para que algún día eso pase, sin, obviamente, dejar de hacer nada de lo que está planificado”.