Wall Street Journal asegura que error de azafata en la cabina podría haber generado grave incidente de Latam en Nueva Zelanda

El lunes 11 de marzo, un “fuerte movimiento” que sufrió el vuelo LA800 de Latam, que viajaba desde Sidney, Australia, a Santiago, dejó heridos a 50 pasajeros. Esto luego de que -preliminarmente- el avión cayera unos 100 metros cuando estaban a dos tercios del viaje en dirección a Nueva Zelanda.

Respecto a esta situación, el Wall Street Journal aseguró que un accidente en la cabina del vehículo podría generado los problemas que se vivieron a bordo del Boeing 787 Dreamliner. El citado medio sostuvo que todo habría sucedido cuando una auxiliar de vuelo de la empresa -mientras estaba sirviendo comida- golpeó un interruptor en el asiento del piloto .

Esto provocó que se activara un dispositivo que empujó a este último. Los especialistas citados por este diario afirmaron que este mecanismo no debe usarse cuando hay alguien en el asiento y que se encuentra sellado con una tapa.

Hasta el momento, Latam Airlines señaló en un comunicado que “continúa trabajando coordinadamente con las autoridades a fin de apoyar la investigación en curso”.

Cabe recordar que dos investigadores neozelandeses recuperaron el martes el registro de vuelo de un avión Boeing de la aerolínea LATAM. Esto, como parte de las pesquisas que se están realizando para saber los motivos de este accidente.

El memorando de Boeing

Según reporta Wall Street Journal, un memorandum de la empresa Boeing advirtió que este problema se conocía desde 2017, cuando emitió una alerta. En ella decía que “cerrar el protector del interruptor del respaldo del asiento accionado por resorte sobre una tapa del interruptor basculante suelta o desprendida puede, potencialmente, atascar el interruptor basculante, lo que resulta en un movimiento involuntario del asiento”.

Además, tras el accidente, aconsejó a las aerolíneas que revisaran los asientos de la cabina de los aviones Boeing 787 Dreamliner.

La caída repentina del vuelo de Latam

Según la agencia EFE, el avión que aterrizó de manera forzosa en Nueva Zelanda transportaba a 263 pasajeros y una tripulación de nueve personas. Esto provocó heridas en cerca de 50 viajeros, de los cuales 13 fueron trasladados a hospitales. La mayoría fueron dados de alta y ninguno está en riesgo vital.

El portal especializado Flightradar aseguró que el Boeing 787 de Latam cayó unos 100 metros cuando llevaba dos tercios del viaje desde Sídney, Australia. Así, la aeronave se precipitó de una altitud de 41 mil pies a 40.600.

“La gente estaba volando, bebés cayeron, fue horrible, mucha gente quedó herida”, relató una pasajera del vuelo. La mujer agregó que se sintió como si el avión se hubiese detenido en pleno vuelo y luego “nos desplomamos”.

Brian Jokat, que se encontraba a bordo del vuelo, dijo que vio a otro pasajero golpear el techo del avión antes de caer y romperse las costillas contra un apoyabrazos.

“Estaba contra el techo del avión, de espaldas, con la cabeza hacia mí mirándome. Era como ‘El exorcista‘”, contó Jokat a RNZ. El pasajero agregó que, una vez que el avión aterrizó, el piloto se dirigió a la parte de atrás del aparato y lo encontró en estado de shock. “Le pregunté ‘¿qué pasó?’ y me dijo ‘perdí brevemente mi instrumentación y luego regresó de repente”.