Amparo Noguera: “No creo que exista un actor en el mundo que no le importe no ser valorado”

“Les encanta decirme burguesa comunista”, comenta Amparo Noguera sobre las críticas que recibe al plantear que el presente actual de los actores es complejo. Pese a ello, remarca que es algo que se da en redes sociales, porque “la respuesta de la gente en vivo o con uno en la calle es de un amor y de un cariño”, dice. “Yo creo que los chilenos son cariñosos con sus actores. No me cabe duda de que hay uno que otro que, claro, si te vas a meter a ciertos lugares, te van a gritar burguesa comunista en vivo, pero creo bastante en que son bots”, señala la actriz.

Pero a veces, ese tipo de comentarios viene de figuras que son reconocidas públicamente, como Kike Morandé, quien aseguró: “En su minuto, los teatristas eran los de ‘vamos a la Plaza Italia, vamos a la Plaza Italia’. Hoy día, después de la Plaza Italia, se quedaron todos sin pega y se dieron cuenta que la Plaza Italia no sirvió para mucho más que quemar iglesias y sacar un Presidente”.

“No sabía que Kike Morandé hablaba así, curioso”, comenta la actriz, tildando sus palabras de “ignorante” y “violenta”, que tienen “la frontalidad de aquellos comentarios que no pueden tener una reflexión detrás”.

Los dichos del animador se dan semanas después de que Amparo Noguera compartiera su mirada crítica de la gestión de Gabriel Boric en materia cultural, asegurando que “este era el gobierno donde la cultura debería haber florecido”. Una declaración que inició un debate público en su gremio, recibiendo el apoyo de colegas como Alfredo Castro y Marcelo Alonso. También hubo actores que plantearon que aún quedaba dos años de mandato y se mostraron optimistas de que las promesas se cumplan. Mientras que otros, como Magdalena Max-Neef, han planteado que que sus colegas son llorones.

La actriz cuenta que le sorprendió “la repercusión que tuvo” sus palabras y que jamás ha pensado que sus declaraciones “son tan determinantes”. Eso sí, remarca que lo que dijo “es cierto”, pero que en la entrevista donde formuló su crítica no pudo explayarse, ya que no trataba de eso.

“Evidentemente, este es un problema estatal. No de gobierno, sin duda. Pero también creo que tengo razón al decir que este gobierno es el gobierno que uno espera que cambie las leyes y que nos salve y que todo… si no, ¿cuál? A eso me refería. Y sí, evidentemente a los dos años, esto todavía no había ocurrido ni se había cumplido. Pero como se genera un debate y una conversación, también aparecen otros colegas diciendo que, si bien es cierto que no se ha cumplido, quedan dos años más y no hay que perder la fe”, explica.

“Me quedo con eso. Me parece que es el mejor gobierno que podría trabajar por nosotros. Esperemos lo que viene en estos dos años”, expone, para luego agregar que Gabriel Boric tiene todo su apoyo y que este debate que se generó es algo que el mandatario “se dio por enterado, porque es un presidente que escucha como ningún otro”, asegura. “Sé que es algo que no cayó así como al vacío, pero aprendí de todas las críticas y de todo el debate. Me parece bueno que se haya generado, que por lo demás no sé si yo fui la que lo originó. Creo que todas las declaraciones son ciertas y generó una buena discusión”, dice.

-¿Por qué son los actores los que quedan tan expuestos y a los que se les critica si se involucran en este tema? Uno espera que el debate se amplíe y aparezcan músicos, cineastas, otros oficios como la danza. ¿Están solos los actores?

-Fíjate que es algo que no había pensado, pero tu pregunta, digamos, es como que en tu pregunta está la respuesta. Es como, claro, como que no nos unimos como una fuerza artística cultural. Existe esa diferencia. Creo que nos acercamos más a los músicos en cuanto a que tenemos más visibilidad, más popularidad. La literatura también podría acercarse un poco más, pero ya la pintura, la danza, se aleja mucho de este cuerpo, porque cada uno como que rema para adelante, salvándose un poco. Creo que la danza tiene más precariedad, porque hay pocos circuitos de danza, de público para ir a ver danza. Pero sí, nada, ¿qué te puedo decir? Tienes razón y creo que sería importante que nos uniéramos como un solo cuerpo cultural y que entendiéramos que somos uno.

“Hay un común denominador entre todos los actores, que es el terror a que esta cadena se detenga”

En paralelo al debate que se ha generado, Amparo Noguera regresa a las salas de cine con “Historia & Geografía”, cinta de Bernardo Quesney que obtuvo el premio a Mejor Dirección en Sanfic 2023, evento en el que la actriz también se quedó con la categoría Mejor Interpretación.  

La película cuenta la historia de Gioconda Martínez (Amparo Noguera), una recordada actriz de televisión cómica, que decide volver a su ciudad natal a montar una obra de teatro sobre la conquista de Chile, con esto espera recuperar el reconocimiento artístico que creyó haber perdido, pero que nunca tuvo, según detalla su sinopsis. “Fui convocada por la productora de Queco, llamada por Pablo Calisto y Tomás Alzamora, y me dijeron que la película era dirigida por Bernardo Quesney. Me hablaron del elenco, me hablaron de la temática y me pareció sin duda muy atractivo participar”, recuerda de cómo llegó al proyecto.

En “Historia & Geografía”, Amparo Noguera interpreta a esta actriz que se fue de San Felipe para trabajar en Santiago interpretando a “La Huachita”, “un personaje que toda le gente necesita ver, porque risas tras risas, tras risas, sin ninguna reflexión al respecto”, cuenta.

“Es reírse de un personaje… una mujer fracasada, como una especie de esclava, como un adefesio. Entonces, la gente se ríe un poco a este adefesio. Y bueno, le fue muy bien con ‘La Huachita’, ´pero Chile cambió. Hubo un momento político importante y ella empezó a sentir que con su personaje se iba a quedar atrás, porque Chile ahora presentaba una necesidad distinta que todos vivimos con el estallido”, relata sobre su personaje.

“Y ella dijo: ‘Yo me debo sumar a esta demanda’. El problema es que se sumó mal, porque solo se quiso sumar. No había realmente en ella una necesidad de investigación de algo. Entonces empezó a ver, con los elementos que tenía, para ser una actriz como de carácter, política y social. Y, por supuesto, se equivocó. Violentamente. Y ese es su drama. Así como las películas se ríen de “La Huachita”, nosotros, los espectadores, también nos podemos reír de Gioconda”, agrega Amparo Noguera.

-¿Es raro interpretar a una actriz?

–Creo que hay un común denominador entre todos los actores, de todo tipo, exitosos, menos exitosos, con trayectoria, sin trayectoria, que es el terror a que esta cadena se detenga. Y es algo que le pasa a todos. Si tú le preguntas a cualquier actor si está contento, si está seguro de lo que está haciendo… de partida, ni siquiera con el trabajo que está realizando en ese momento hay una certeza que lo está haciendo bien.

Siempre hay una incertidumbre y un terror bien grande. Y con respecto a la continuidad de tu trabajo, el terror es máximo. Y uno está siempre en la necesidad de pertenecer, de no quedarse atrás, de ser visto, de ser valorado. Es algo que creo que a todos los actores nos recorre con mayor o menor intensidad, pero no creo que exista un actor en el mundo que no le importe no ser valorado. No lo creo. Y es un camino ansioso, doloroso, difícil.

-Habla un poco de este miedo. ¿Cómo se vive con eso? ¿Cómo se va construyendo una seguridad social?

-Se va construyendo muy precariamente. Sale un proyecto, vamos, lo tomas. Después no sabes si ese proyecto te va a llevar a otro. O vas a estar seis meses o dos meses parado, que para algunos actores es muy complicado, porque el sueldo que se recibe por la serie y por el cine no es tanto. Por el teatro, para qué decir. Entonces, es complicado, porque dos meses sin trabajo es muy difícil de sostener. Es una precariedad permanente. Las teleseries también están bajando los sueldos. Pero sí, yo estuve mucho tiempo contratada, entonces tuve esa suerte de tener cierta base económica.

Pero también no tener un contrato tiene cosas muy buenas. Para los actores, económicamente sí, hay que vivir distinto, pero hay que vivir como vive el 99,9% de Chile. Tampoco es una situación tan complicada. Pero sí, es difícil. Pero tienes la libertad de elegir donde quieres estar. Manejas tu vida, tus opciones artísticas. Y, quizás, los canales de televisión te llaman, no porque estés contratado, sino porque realmente le sirves. Hay un punto ahí que es interesante. Pierdes esa comodidad económica, pero también ganas independencia artística. Que es agradable y que a cierta edad uno ya quiere tener.

-¿Quiere volver a la televisión?  

-A mí me gusta hacer teleseries. No tengo problemas con ellas, al contrario, me gustan. “La ley de Baltazar” fue una teleserie que me gustó muchísimo hacer. Fui muy feliz haciéndola. Me gustó lo esperanzadora que era. Quizás son esperanzas ingenuas, lo que tú quieras, pero era un momento que necesitábamos ver luz y esperanza. Luminosidad, sobre todo, aunque no fuera cierto. Me gustaría que me llamaran a una teleserie, me gustaría que me llamaran a series, me gustaría todo. Lo que tengo en la mano es una película en Buenos Aires en mayo.