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21 de Febrero de 2022

Fin a la exhibición de animales: la iniciativa constitucional que resucitó el debate sobre los zoológicos

Collage Zoológicos Imágenes de Agencia Uno

El pasado 12 de febrero, la Comisión de Medioambiente aprobó un principio constitucional que prohibiría la exhibición de fauna silvestre. La norma causó revuelo entre los directivos de distintos zoológicos del país, quienes acusan desinformación entre los constituyentes, mientras advierten que su rol en la conservación y rescate de animales, además de su papel en educar a los habitantes acerca del cuidado del medio ambiente, podrían verse duramente afectados.

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En Chile y el mundo, el debate sobre cómo deben operar los zoológicos y centros de exhibición de animales es de larga data, y despierta emociones, por decir lo menos, intensas. Pareciera inevitable el choque entre diversas posturas que, a pesar de compartir -al menos en el discurso público- el objetivo de conservar y rescatar animales, comprenden de formas opuestas el cómo lograrlo.

Ejemplos de estos roces hay muchos, e incluso han alcanzado niveles inusitados de violencia. Quizás el caso más emblemático, en este sentido, fue el incendio en las laderas del Cerro San Cristóbal en 2019, que provocó la evacuación preventiva de animales por parte del Zoológico Nacional. Las autoridades de la época sospechaban que el fuego había sido encendido de manera “intencional”, y los medios de comunicación relacionaron el siniestro a la aparición de una serie de rayados en el zoológico, sólo días antes, con mensajes como “liberación animal” y “fuego a las jaulas”.

Otro hito más reciente, que revivió la discusión, fue la muerte de una cuidadora en el Parque Safari de Rancagua, luego de sufrir el ataque de un tigre en agosto de 2021. El hecho impulsó al senador Guido Girardi (PPD) a hacer un llamado a “terminar con este tipo de recintos”, recordando que él mismo presentó un proyecto de ley -aún en tramitación-, que, entre otras, “prohíbe la cárcel animal”. “(Los zoológicos) tampoco resguardan la dignidad y la vida de los animales silvestres que viven prisioneros, que viven encarcelados (…). Un tigre en una jaula es como tener toda la vida a un ser humano en una caseta telefónica”, afirmó Girardi.

Ingreso del Parque Safari de Rancagua. Crédito: Agencia Uno.

En Chile, son 6 los principales establecimientos que exhiben fauna silvestre. En la capital están el Zoológico Nacional -de carácter público y parte del Parque Metropolitano- y Buin Zoo. En regiones, destacan los zoológicos de Concepción, La Serena, Quilpué -mantenido por la municipalidad-, y el Parque Safari de Rancagua.

En general, ante la oleada de críticas y los embates de grupos animalistas, quienes manejan estos lugares se defienden con el mismo argumento: las labores de conservación y rescate que realizan son fundamentales para el cuidado de las especies, tanto autóctonas como extranjeras. Además, dicen cumplir un rol educativo sobre la importancia de preservar la biodiversidad del país, que se encuentra bajo constante amenaza de extinción producto del actuar del ser humano.

Ahora, en pleno proceso para redactar una nueva Carta Magna, una iniciativa de norma puntual volvió a poner el tema sobre la mesa. El sábado 12 de febrero, la Comisión de Medioambiente de la Convención Constituyente aprobó en general, con 11 votos a favor, 7 en contra, y una abstención, el principio constitucional que establece que “la fauna silvestre no será objeto de exhibición”.

982- Iniciativa Convencional Constituyente Constanza San Juan Sobre Animales Silvestres by JAVIER MIDDLETON BEZANILLA on Scribd

La iniciativa, patrocinada por la convencional Constanza San Juan junto a los convencionales Francisco Caamaño, Camila Zárate, Manuel Woldarsky, y cinco otros integrantes de la comisión, se fundamenta en el “conocimiento” de que los animales sufren por esta “exposición al público”, y por el “régimen de confinamiento en hábitats, climas, y condiciones que no se condicen con las necesidades propias de cada especie”.

Se propuso también un artículo transitorio “que aborde el período intermedio o de adaptación a la norma previo a su entrada en vigencia y/o en los inicios de su entrada en vigor, consistente en la transformación de los zoos y centros de exhibición de fauna silvestre hacia centros de rescate y rehabilitación de fauna silvestre nativa”.

Aunque el artículo transitorio no fue aprobado, el principio de no exhibición sí, causando la reacción de los zoológicos, e incluso de integrantes del mundo académico. The Clinic recopiló algunas de estas voces, a favor y en contra del proyecto, encendiendo, una vez más, el debate sobre qué se debiese hacer con respecto a estos recintos.

“No estamos diciendo que los zoológicos se vayan a acabar”

José Ignacio Binfa es abogado, y formó parte del equipo que trabajó en la redacción de la norma. De hecho, él se encargó de la presentación que se hizo en el Comisión de Medioambiente el sábado 12 de febrero.

En conversación con The Clinic, Binfa, quien es director de la delegación chilena de la Fundación Franz Weber, un organismo internacional de origen suizo que se dedica a la protección animal, explica el génesis de la iniciativa.

Todo se remonta al trabajo que Franz Weber, junto a otras organizaciones, estaba desarrollando en conjunto con la municipalidad de Quilpué, a propósito del proceso de reconversión del zoológico de la comuna hacia un centro de rehabilitación/santuario de animales, que se inició en 2021 de la mano de la alcaldesa Valeria Melipillante, militante de Convergencia Social.

Zoológico de Quilpué. Crédito: Agencia Uno.

Según relata Binfa, también fundador y director de la Fundación APLA (Abogados por los Animales), mientras trabajaban en Quilpué se les acercó la convencional Constanza San Juan, quien se contactó con Camila Ahumada, encargada de incidencia de Franz Weber, y miembro de Vegetarianos Hoy. Este último grupo es la fundación detrás de la iniciativa popular de norma “No son muebles” que, entre otras cosas, propone comprender los animales como seres sintientes.

Constanza San Juan, relata Binfa, habría llegado con esta idea de diseñar una iniciativa que tratara sobre “el cautiverio, la exhibición de fauna silvestre”, lo que finalmente derivó en el diseño del principio.

“Partimos desde un diagnóstico desde el cual entendemos que, en nuestro modelo de desarrollo, nuestra convivencia con los animales es bastante conflictiva, porque partimos desde una base antropocentrista”, comenta Binfa. “En ese sentido, (la norma) reivindica que justamente la fauna silvestre no es objeto de nuestra explotación (…). Envés de posicionarnos desde la utilización de los animales silvestres, tenemos que posicionarnos desde la conservación, la colaboración con ellos, y poder también preservar la biodiversidad que se está perdiendo en nuestro país, y en el mundo entero”, concluye.

Durante su presentación en la Comisión, Binfa citó en reiteradas ocasiones el modelo de ZOOXXI, una propuesta de carácter internacional para la reconversión de los zoológicos. “No estamos diciendo que los zoológicos se vayan a acabar. Lo que va a ocurrir es que se van a reconvertir a centros donde, evidentemente, este espacio se ocupará para la rehabilitación, para la conservación de animales, pero todos estos fines de exhibición y recreación, van a ser reemplazados”, explica el abogado.

“Hoy somos las únicas arcas de Noé que hay en el mundo”

La noticia de la aprobación en general de la norma, en la Comisión, no fue bien recibida en los zoológicos más importantes del país. Para el veterinario Ignacio Idalsoaga, fundador y director de Buin Zoo, la iniciativa “muestra un desconocimiento importante de lo que es la realidad mundial con respecto a los zoológicos del día de hoy. Creo que todavía queda en la mente el recuerdo de centros de exhibición y donde las personas iban simplemente a entretenerse. Eso dejó de ser hace muchos años”.

Un caracal que actualmente vive en Buin Zoo. Crédito: Agencia Uno.

No obstante, Idalsoaga reconoce que todavía existen algunos zoológicos con estas características, pero que no es el caso de los recintos como Buin Zoo, que son parte de asociaciones mundiales como WAZA (Asociación Mundial de Zoos y Acuarios) y ALPZA (Asociación Latinoamericana de Parques Zoológicos y Acuarios).

En esa línea, Idalsoaga recalca las labores de conservación del zoológico, afirmando que Buin Zoo “partió siendo el primer centro de rescate del país en los años 80”. Según comentan desde el equipo de comunicaciones de Buin Zoo, “este parque durante sus 37 años de historia ha logrado rehabilitar a más de 3.500 animales, trabajo que desde el año 2015 se realiza a través de su Unidad de Fauna Silvestre (UFAS) en alianza con la Universidad Andrés Bello, siendo además campus clínico de esta casa de estudios para la formación de nuevos veterinarios”.

El equipo de Buin Zoo, en las labores de rescate de un Zorro de Darwin. Crédito: Buin Zoo.

Asimismo, explican que, en cuanto a proyectos de conservación, lideran hace diez años los esfuerzos para proteger al Zorro de Darwin, mediante “la investigación científica para caracterizar los peligros, identificar nuevas poblaciones, rescatar individuos heridos y también mitigar las amenazas mediante la vacunación de más de 2.700 mascotas desde la Región del Bío-Bío hasta la Región de Los Lagos”. En tanto, a lo largo de los últimos seis años, han desarrollado proyectos similares para la “conservación a especies como el Huemul y el Pudú entre las Regiones del Maule y Magallanes”, un trabajo que califican de exitoso, y que llevó a Buin Zoo a liderar “la planificación de los planes de Recuperación Conservación y Gestión (RECOGE) del Gobierno de Chile para dichas especies”.

Un Zorro de Darwin. Crédito: Buin Zoo.

“Estamos más que claros que hoy somos las únicas arcas de Noé que hay en el mundo para contener la genética de especies que están desapareciendo, y de eso hay varios ejemplos”, dice Idalsoaga.

“Se acaban absolutamente las labores de conservación”

Consultado acerca de cuál sería el impacto para Buin Zoo, en caso de que el principio de no exhibición de fauna silvestre se plasmara en la Carta Magna, Idalsoaga es tajante: “Se acaban absolutamente (las labores de conservación)”. El veterinario sostiene que el recinto se mantiene gracias a los visitantes -“el 80% de nuestros ingresos es por las entradas”-, y, por lo mismo, una norma así sería problemática.

“Nosotros no somos una institución que reciba recursos de terceros, y menos del Estado. Hemos hecho la pega del Estado durante los últimos 40 años. Todas estas labores de mantención de pumas que llegan a la ciudad, de leones y tigres que hemos rescatado de circos, pasan por el zoológico en un proceso momentáneo, pero muchas veces muy largo, de protección para buscar destinos mejores a cada uno de ellos”, argumenta.

Para reforzar su punto, pone de ejemplo el panorama que se vivió en pandemia: “Pudimos sobrevivir gracias al aporte de voluntarios y de padrinos que conseguimos. Estuvimos prácticamente tres meses viviendo de la caridad de las donaciones de productos para alimentar a nuestros animales, evidenciando que no somos una empresa que lucre de los animales”.

¿El mito de los santuarios?

Alejandra Montalba es directora del Zoológico Nacional y, fijándose en la iniciativa, destaca la importancia de dos funciones que cumplen los zoológicos. En primer lugar, está el tema de la conservación, que en el caso del recinto que ella maneja se expresa en múltiples proyectos con especies locales, como el Cóndor Andino, la Ranita de Darwin, y la Ranita del Loa, el Flamenco Chileno, la Chinchilla de Cola Corta, y el Gruñidor de Valeria, entre otras. Por el lado del rescate, dice que en el Zoológico Nacional funciona un programa que, sólo durante el año pasado, recibió “1.416 animales silvestres para ser rehabilitados y reinsertados en la naturaleza”.

Esta semana, un equipo del Zoológico Nacional reinsertó ejemplares de Serpiente de Cola Larga en el Bosque Santiago. Crédito: Zoológico Nacional.

En segunda instancia, Montalba subraya como un “pilar fundamental” de los zoológicos modernos la “educación a la comunidad”. En ese sentido, la no exhibición de animales sería “una pérdida para la población, de tener esta oportunidad de reconectarse con la naturaleza, de poder aprender a cómo tener esta sensibilización afectiva, conectarse con los animales, y llevarse un mensaje inspirador que los haga tomar acciones para evitar que estos animales sigan desapareciendo”. La directora añade que, “los zoológicos, hoy, pasan a ser escuelas al aire libre para crear consciencia para conservar la diversidad (…). Creo que hoy es más imprescindible que nunca en la historia”.

En cuanto a la idea de reconvertirse en santuarios, Montalba apunta a que existe una suerte de mito generalizado con respecto al funcionamiento de estos espacios. “Son lugares que, en general, no están abiertos a público, por tanto, no se sabe mucho cómo son mantenidos esos animales. Y no necesariamente tienen lineamientos compartidos, como por ejemplo los zoológicos que pertenecemos a organizaciones mundiales, en donde tenemos estrategias de educación, conservación, de bienestar animal. La gente puede ir, puede preguntar, puede ver, puede constatar… En los santuarios no es así”, explica Montalba a The Clinic, quien no descarta que haya santuarios “muy buenos, pero también puede haber algunos que no son muy buenos, y eso no lo vamos a saber”.

Una niña observa los flamencos del Zoológico Nacional. Crédito: Agencia Uno.

“Mucho se ha hablado de que los animales estarían siempre mejor en su hábitat natural o en santuarios. Primero, los animales del zoológico no son capturados de la naturaleza, por tanto, no saben sobrevivir en la naturaleza. Y dos, los zoológicos ahora se están transformando en verdaderas arcas biológicas de animales que, en este minuto, no tienen donde estar. Uno de esos ejemplos es la Ranita del Loa, que las únicas que existen están en el Zoológico Nacional, que las estamos reproduciendo para devolver a su hábitat”, sintetiza Montalba.

Alternativas con hologramas y 4D

José Igancio Binfa es consciente de la importancia del rol educativo de los zoológicos. Por eso, en su presentación, hizo hincapié en cómo algunos zoos del mundo están implementando tecnologías inmersivas en 4D, u hologramas 7D, para reemplazar el tener animales en exhibición.

Concretamente, citó el caso del EcoParque de Buenos Aires -hoy en proceso de reconversión, hasta 2016 era un zoológico-, que en enero de este año inauguró un recorrido virtual por el mar, mediante un simulador 4D. Binfa también puso de ejemplo el uso de hologramas, algo que ya se puede ver en zoológicos de Japón, y en Dubai, ciudad de Emiratos Árabes Unidos.

@a24noticias PRIMER SIMULADOR 4D DE LA ARGENTINA 🤪 #argentina #fyp #tecnologia #fyp #buenosaires #paseo ♬ sonido original – a24noticias

“Hay tecnologías que se están utilizando en países vecinos, con idiosincrasias bastante parecidas a las nuestras (…) pero donde hay voluntad política para avanzar hacia allá”, dice el abogado. “Porque acá, lamentablemente, hay una resistencia a la idea de la reconversión por parte de los zoológicos (…). Es un modelo de negocios que está instalado. En cierta medida, cuanto te metes con un modelo de negocios que es rentable, que está bastante asentado, bueno, se mantiene y no se reconvierte”, añade.

Sobre este punto, Alejandra Montalba sostiene que “tal como dice Jane Goodall”, la afamada etóloga inglesa, “los zoológicos nunca van a reemplazarse por programas de TV u hologramas, o cosas tecnológicas, porque la conexión afectiva que genera en la persona el poder ver, oler, dimensionar, sentir, estar cerca de esos animales, no es reemplazable por una de esas otras plataformas. Y esa conexión afectiva es la que utiliza el zoológico como sensibilización para entregar un mensaje educativo, y que la gente se vaya con ese mensaje, para poder evitar que estos animales, que conoció cara a cara, dejen de existir”.

Jirafa en Buin Zoo. Crédito: Agencia Uno.

Idalsoaga comparte esa visión: “Estamos absolutamente atentos a todo lo que la tecnología pudiese aportar en la educación de las personas, y en generar conciencia ecológica (…). El tema pasa por que estamos convencidos de que nadie ama lo que no conoce. Cuando tú tienes un animal enfrente, tienes una experiencia casi táctil, olfativa, que te hace sensibilizarte realmente de la hermosura de un animal”.

Por lo mismo, Idalsoaga opina que “los videos ayudan; uno podría ver Animal Planet, y no hay forma más sofisticada de entregar el mensaje”, pero que es distinto a compartir “esas experiencias marcadoras de vida, de tener, además, un animal en un entorno que le resulte amigable”.

“Muchos zoológicos y centros de rescate podrían desaparecer”

La discusión de la iniciativa también alcanzó a los círculos académicos. Uno de los que levantó la voz fue Cristian Bonacic, profesor titular de la Escuela de Medicina Veterinaria UC, y experto en conservación y manejo de vida silvestre.

“La labor educativa de los zoológicos, acerca de la importancia de la fauna silvestre y los ecosistemas naturales, ocurre a través de la exhibición. La mayoría de los visitantes se van con enseñanzas y experiencias de vida inesperadas, y a muchos de ellos los incentiva a ser futuros médicos veterinarios, biólogos y personas con conciencia ambiental. Una norma de este tipo, prohibiendo la exhibición en la Constitución, no se condice con el rol que tienen los zoológicos en Chile y en el mundo”, comenta Bonacic a The Clinic.

El investigador también considera que, de concretarse la norma, “muchos zoológicos y centros de rescate podrían desaparecer al no poder generar recursos (…). Los recursos generados no podrán ser usados en el rescate, rehabilitación y reintroducción de cientos de especímenes cada año. El rol de conservación ex situ de los zoológicos chilenos desaparecería, dejando a múltiples especies sin protección e investigación sobre ellas. Se estaría haciendo un grave daño a la conservación de biodiversidad y alejaría a Chile de la comunidad internacional, que está tratando por todos los medios de detener la crisis de extinción masiva de especies”.

Qué sigue hacia adelante

Para que el principio de no exhibición de fauna silvestre sea parte de la nueva Constitución faltan varios pasos. Según fuentes cercanas a la Comisión de Medioambiente de la Convención, este sábado 19 de febrero se votaron en particular las normas que integrarán el primer informe que se ingresará al pleno, del cual ya existe un borrador. Se espera que este sea discutido y votado en el pleno, en general, esta semana.

Como el artículo transitorio no fue aprobado, Binfa explica que se deberá trabajar en indicaciones para complementar el principio constitucional, que establezca plazos y mandatos que habiliten la transición de los recintos que actualmente exhiben animales al “nuevo modelo”. Asimismo, proyecta que la norma estará “anclada” a “la norma definitiva que apruebe el pleno respecto de protección animal, ya sea bajo la categoría de sujetos de derecho, y de seres sintientes”, como “No son muebles”.

Ignacio Idalsoaga será uno de los que seguirá de cerca cómo avanza el trámite. “Sentir que hay un grupo de personas tomando decisiones tan importantes, de temas tan relevantes, y con tan poco conocimiento, me hace darme cuenta que tienen una labor extremadamente compleja. Porque están tomando decisiones sobre las que, definitivamente, no tienen todos los argumentos”, cierra el director de Buin Zoo.

*La convencional Constanza San Juan, patrocinadora de la iniciativa, y quien la presentó en la Comisión de Medioambiente, fue contactada por The Clinic para efectos de la realización de este reportaje, pero, al cierre de esta edición, no dio respuesta a nuestros requerimientos.

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