La Convención
5 de Abril de 2022Convención: los matices entre el FA y el PC por mayores atribuciones a la comisión de Armonización
Agencia Uno
El proceso constituyente está llegando a su fin y la comisión encargada de armonizar el texto constitucional adelanta un nuevo debate para las izquierdas en la Convención: ¿Podrá ese espacio alterar el contenidos de las normas o deberá remitirse a una mera corrección formal? Frente a la encrucijada, el FA se muestra proclive a no aumentar las atribuciones de la comisión, justamente para no modificar el fondo de los artículos, mientras que en el PC se abren a la idea de darle más cancha a la instancia.
Con miras al fin del trabajo de las comisiones temáticas, cuyo cese de funciones está planificado para el 29 de Abril según el cronograma de la Convención, en los pasillos del ex Congreso diversos colectivos se encuentran en reservadas tratativas para la etapa final del proceso de redacción de la propuesta de Constitución: la conformación de la Comisión de Armonización.
Esta instancia, que comenzará su trabajo el 17 de Mayo, estará conformada por cuarenta convencionales, quienes tendrán la función de “velar por la concordancia y coherencia de las normas constitucionales aprobadas por el Pleno”, según reza el artículo 77 del reglamento del órgano constituyente.
Así, los convencionales que integren la comisión deberán analizar los artículos que hayan obtenido los dos tercios en el Pleno, a la luz de la “técnica legislativa, omisiones y contradicciones de sintaxis y correcciones gramaticales, ortográficas y de estilo”, junto con proponer un orden para los articulados y luego proponer un informe al Pleno. Este documento tendrá un quórum de aprobación de los dos tercios de la asamblea.
Al tiempo que los colectivos comienzan a barajar nombres para integrar esta comisión, en estos días se ha instalado en el centro del debate las atribuciones que tendrá la instancia.
Las posturas, por cierto, van bifurcadas en dos direcciones preliminares. Mientras algunos defienden que la comisión sólo debe atenerse a corregir aspectos formales del texto que revisará, otros interpretan que la comisión deberá, inevitablemente, modificar el fondo de algunos artículos que colisionen entre sí. En este último grupo, por cierto, se encuentran los convencionales que tienen serios reparos con el contenidos de ciertas normas impulsadas por la Convención.
Así, mientras sectores de derecha, se han mostrado críticos por las acotadas atribuciones que la instancia tendrá, acusando que esta “no tiene ni lápiz, ni goma, sólo destacador”, las divergencias respecto al tema evidencian que el foco de matices estará entre los colectivos de izquierda de la Convención.
Lo anterior, en el entendido de que será en ese espacio donde se jugarán las últimas cartas para incidir en los contenidos de la Carta Fundamental que presentará la Convención.
Jaime Bassa (Indep. CS): “No es necesario que tenga más atribuciones”
Mientras desde el Frente Amplio sostienen que la comisión de Armonización ya cuenta con suficientes atribuciones, incluso para modificar el fondo del articulado -aseguran-, en el PC hay voces que se han mostrado abiertos a otorgarle mayores facultades a la instancia en aras del tiempo para que realice su trabajo.
Esto, a su vez, pone en el centro del debate la connotación política que tendrá esta comisión, la cual podría exceder sus funciones meramente formales.
“No es necesario que tenga más atribuciones porque las decisiones políticas las toma el Pleno, que es el espacio de representación popular que ha sido elegido para tomar decisiones constituyentes”, sostiene el ex vicepresidente de la Convención, Jaime Bassa (Indep.Convergencia Social)
“Me parece que entregarle más atribuciones a una comisión de trabajo, puede afectar el contenido de las decisiones que se toman en el proceso”, agrega el constituyente.
Bárbara Sepúlveda (PC): “Hay que revisarlo caso a caso”
En tanto, en la otra vereda de Apruebo Dignidad, la convencional Bárbara Sepúlveda (PC) se muestra abierta a otorgarle mayores facultades a la instancia revisora. “Si los ajustes administrativos para tener tiempo de discusión significará reducir el tiempo de la Comisión de Armonización, en ese caso estaría de acuerdo con ampliar sus atribuciones”, afirma la abogada.
En esa línea, la también vicepresidenta adjunta de la Convención precisa los límites que deberá tener dicha comisión para alterar el fondo de las normas: “Hay que revisarlo caso a caso. Dependiendo del nivel de incongruencia que pueda existir entre dos o más normas, ya que tiene que existir una justificación”, plantea.
Una postura secundada por su par y compañero de militancia en el PC, Hugo Gutiérrez. “Este proceso tiene que ser acelerado, dado que tenemos que entregar una propuesta de Constitución a la ciudadanía el 5 de Julio. Por consiguiente, estaré a favor de lo que ayude a eso”.
No obstante, el convencional y ex ministro de Desarrollo Social, Marcos Barraza, muestra una posición distinta a la de sus pares comunistas.
“Yo, en principio, no estoy de acuerdo con más atribuciones a la Comisión de Armonización. Me parece que una norma obtenga 103 votos no es un ejercicio fácil. En consecuencia, es una redacción que connota una voluntad política que se pone en común”, argumenta Barraza, quien acusa que darle mayores facultades a la instancia revisora “sería un riesgo”.
En este sentido, el convencional interpreta el debate por las atribuciones de la comisión de Armonización en torno a una agenda particular de lo que denomina “el partido del orden”.
“Hay un sector del partido del orden, y evidentemente de la derecha, que cualquier debate reglamentario lo trata de interpretar en términos de distorsionar el ejercicio de las mayorías al interior de la Convención Constituyente”, acusa Barraza.
Álvez, Mella y Vieira: las cartas que baraja el FA
Con todo, al interior de ambos colectivos dicen que aún se encuentran en conversaciones respecto de los futuros integrantes de dicha comisión. Para esto, cada convencional designado deberá contar previamente con cuatro patrocinios —exceptuando a los pueblos originarios, para quienes el reglamento les exige tres—. Así, las matemáticas indican que al FA, que cuenta con dieciséis convencionales, les corresponderían cuatro integrantes.
No obstante, dentro de las huestes frenteamplistas dicen que, si bien se encuentran barajando nombres, ya están pensando en que el perfil que buscarán para integrar la instancia, deberá contar tanto con las cualidades técnicas que requerirá el ejercicio de la revisión de normas, con la habilidad política demostrado a lo largo del proceso.
“Tendrá que ser gente que haya demostrado ser capaz de construir los dos tercios”, aseguran fuera de micrófono desde el colectivo, advirtiendo que el muñequeo político será fundamental para esa última etapa del proceso constituyente.
En esa línea, entre los nombres que están sobre la mesa del frenteamplismo están el de las abogadas Amaya Álvez y Jennifer Mella, y el abogado Christian Viera.
En el PC, en tanto, manejan los nombres con el habitual hermetismo propio del partido de la hoz y el martillo; afirman que aún se está en una etapa inicial de las negociaciones como para poner nombres sobre la mesa.
Una doctora en lingüística para una Constitución comprensible
Con todo, cabe señalar que el trabajo de armonización ya se encuentra en marcha, pero de la mano de profesionales expertos. Esto, gracias a una propuesta que Jaime Bassa hizo a la mesa del órgano a mediados de Marzo, la cual fue acogida.
Así, por unanimidad la mesa directiva de la Convención acordó contratar los servicios de la académica de la Universidad Católica de Valparaíso, doctora en Lingüística y experta en lenguaje jurídico, Claudia Poblete.
La experta cuenta con experiencia asesorando a la Cámara de Diputados y al Poder Judicial. En agosto del año pasado, de hecho, expuso en la Convención sobre la importancia de considerar un lenguaje comprensible como una prioridad para el texto constitucional que el órgano propondrá a la ciudadanía en el Plebiscito de salida.
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