La ruta de la hamburguesa: siete lugares recomendados para saborear sin desperdicio

Hace algunos años un reconocido chef nacional fue tajante al decirme que las hamburgueserías y negocios con hamburguesas en sus cartas solo aumentarían en Santiago. “Nos quedan bien las hamburguesas, nos gustan mucho y tiene un muy buen margen”, me explicó. Por lo mismo, quedaba claro lo que se venía en la capital: una nutrida e interesante oferta de hamburguesas, bien repartida por distintos puntos de la ciudad.

Y así es el panorama hamburguesero actual, bien lejano de los tiempos -hacia la primera mitad de la década de los noventa- cuando las dos grandes cadenas de hamburguesas estadounidenses comenzaban a expandirse por Santiago y tenían contentos incluso a algunos exigentes críticos gastronómicos. Es que muchas hamburguesas se han tirado sobre la plancha en todos estos años y por eso ahora podemos salir tranquilo en busca de nuestra favorita, porque el panorama en este sentido se ve bastante bien. A tal nivel de sofisticación hemos llegado que ahora no es extraño que nos pregunten por el punto de cocción de nuestra carne o si preferimos tal o cual tipo de queso o salsa. Incluso hay hamburguesas sin carne, pero ese tema ya escapa a esta humilde curatoría.

Lo cierto es que no me es fácil armar una selección reducida con las hamburguesas que prefiero en la ciudad, porque como dije antes, la oferta actual además de extensa es cada vez de mejor calidad. Aún así, y haciendo un esfuerzo, puedo decir que por estos días las que más me convocan son las hamburguesas de un pequeño bar cervecero llamado Intrinsical (Luis Middleton 1654, teléfono 995981876, Providencia), en donde todos los meses van cambiando su carta de hamburguesas, todas con una excelente base de carne y un pan pequeño pero resistente, y con combinaciones que no dejan fuera el queso cheddar, el tocino crocante, los encurtidos, ajíes varios y distintas salsas.

Así que más que recomendar una hamburguesa de acá -que andan entre los $7.000 y $8.400- la idea es que visiten este lugar y vayan probando. Y claro, aprovechen de probar también su amplia variedad de cervezas, que están muy buenas. 

Ahora bien, si lo que buscan es una hamburguesa clásica perfectamente preparada, mi consejo es visitar el restaurante Nolita (Isidora Goyenechea 3456, teléfono 233399594, Las Condes), donde en medio de una extensa carta y la verdad más que nada pensando en los niños tienen siempre su famosa Special American Burger ($11.900). La verdad, vale la pena, aunque no anden con niños.

Se trata de una hamburguesa importante, de más de 200 gramos de carne de vacuno, más queso cheddar, tocino ahumado, tomate, lechuga, cebolla y pepinillos más una mayonesa con ciertos toques de ajo y kétchup. Además, en un muy buen pan que soporta toda esta bomba. Por si esto fuera poco, viene acompañado de unas muy buenas papas fritas. Créanme, no hay desperdicio en esta hamburguesa. 

Para los que no solo buscan una buena hamburguesa si no que experimentar el placer de ir a un local especializado en este producto y sus acompañamientos, me parece que una buena opción es visitar Holy Moly en el Barrio Lastarria (Merced 318, teléfono 232884168, Santiago), donde se dedican prácticamente en un cien por ciento a las hamburguesas y donde destacan las de grandes dimensiones pero que no pierden calidad, además acompañadas por el típico canastito plástico con papel absorbente lleno de unas también muy buenas papas fritas.

¿Cuál elegiría aquí? Sin dudarlo la Bacon BBQ ($14.340), que lleva doble ración de carne más tocino, queso cheddar, pepinillos y algo de mayonesa. Todo esto, dentro de un pan que a pesar de lo suave se la puede con todos los ingredientes. Así las cosas, si se quieren pegar un verdadero pencazo de hamburguesa, este lugar cumple a cabalidad.

Pero ya lo dije antes, es imposible quedarse con tan solo tres sitios donde comer hamburguesas en el Santiago de hoy. Sería muy injusto. Por lo mismo, vale la pena nombrar a algunos lugares más donde este sándwich siempre sale bien.

En el centro, a cuadras de La Moneda, está el Blue Jar que en su excelente carta siempre deja espacio para una hamburguesa con queso, pepinillos y alguna sorpresa que se puede pedir a ojos cerrados. Imposible dejar de lado también a La Burguesía, en la calle Santa Magdalena, donde ofrecen una buena cantidad de hamburguesas en distintos estilos y para todos los gustos.

Ahora bien, si andan buscando algo destacable en el mundo del fast food, lo cierto es que yo no me tardo ni un minuto para destacar a mis dos cadenas favoritas de hamburguesas: Carl’s Jr. y Just Burger. Dos lugares que cada día tienen más sucursales por la ciudad y que sacan una hamburguesa en serie pero en serio, con distintos aderezos y estilos, todos muy buenos. Ojo, que demoran un poco más que las típicas cadenas en entregar las órdenes y por una razón muy simple: sus hamburguesas no duermen listas y envueltas en papel encerado como en otras partes, las hacen al momento que se ordenan. Y ahí hay una gran diferencia. 

Hamburguesas más o hamburguesas menos, para mi gusto no se puede hablar -o en este caso escribir- acerca de esta preparación sin dejar de referirse también al Rumano, que se puede conseguir indistintamente en la Fuente Alemana y la Antigua Fuente.

Es verdad, no es en rigor una hamburguesa. Sin embargo, esa mezcla de carnes de vacuno y chancho más ajo, ají y algún ingrediente secreto más la mezcla que uno quiera (italiano, completo, palta mayo, etc.) y ese bendito pan lo cierto es que lo dejarían en el primer lugar de cualquiera de esos rankings que tanto aparecen y gustan ahora. Por lo mismo, si me obligaran a elegir una sola hamburguesa de Santiago. Si fuese una cosa de vida o muerte, no dudaría en inclinarme por el Rumano. Así nomás son las cosas, a pesar del buen nivel hamburguesero que por estos días tenemos en la capital chilena.