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Reportajes

25 de Junio de 2023

El caótico presente del Ministerio de Cultura: denuncias por exceso de asesores, paros internos y críticas a la gestión de sus autoridades

AgenciaUno

Seis ministros en cinco años, la falta de un reglamento orgánico interno y una exministra que tuvo tres jefes de comunicaciones, sumado actualmente a paros internos y un impasse público con el Presidente Boric, por la decisión de no asistir como invitados de honor en la Feria de Frankfurt, son parte del panorama que arrastra el Ministerio de Cultura, una cartera marcada por dificultades que acompañaron su nacimiento en 2018 y con una instalación que aún no termina. "Uno de los desafíos más grandes que nos hemos propuesto en este Gobierno es avanzar, en forma concreta, en ese proceso de instalación", asegura el ministro De Aguirre.

Por Aleister Quezada y Danitza Jara

El aterrizaje de Jaime de Aguirre al Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio estuvo marcado de tensión y esperas. “Cuando llegó hubo un tiempo de espera. Empezó una relación lenta con él, para conocerlo. Nos habló de que había pedido la renuncia de personas de confianza, asesores, pero con el tiempo no hubo mayor cambio. Después, comenzaron las exigencias. Le comentábamos que el equipo de asesores en la cartera era muy grande. Le pedimos eso: que lo redujera. Fue parte de los hechos que detonaron el paro y la crisis que vive la cartera”, resume un personero que trabaja en el Ministerio de las Culturas y que ha participado en reuniones con el ministro.

A tres meses de su llegada, De Aguirre debía hacer frente a la lista de problemas que acarreaba la cartera y las suspicacias a su nombramiento, por parte del sector cultural, por provenir del mundo de la televisión (fue director ejecutivo de CHV) y no de la cultura.

Es así como llegó hasta el Congreso, el pasado lunes 19 de junio, vistiendo una camisa blanca, traje gris y chaleco negro en una jornada clave para el Ministerio de Cultura. Acompañado de la subsecretaria de las Culturas y las Artes, Andrea Gutiérrez, fueron no solo para hablar del proyecto en discusión relativo a su área, sino también de las controversias que se ceñían sobre el departamento que lideran.

A pocos minutos del inicio de la sesión en la Comisión de Cultura, el diputado Jorge Durán (RN) intervino en la mesa, entregándole una carta al ministro, quien recibió la hoja de papel con cautela. Se trató de un perdón público por uno de los hechos que marcó la agenda a mediados de este mes: el rechazo de Chile a ser invitado de honor de la Feria del Libro de Frankfurt. El parlamentario reconoció a viva voz que había sido un error criticar al Gobierno por su postura a la feria, señalando que “si bien varias personas, incluyéndome, nos sorprendimos y rechazamos la decisión, la realidad es que no estábamos enterados del detalle operativo, logístico y presupuestario que implicaba la invitación”.

La decisión, reconoció durante la sesión el ministro, había sido suya. “Este tema comenzó por 2021. Yo asumí el ministerio en marzo, y en abril me enteré de esta situación”, dijo en el Congreso. “En mi opinión, y como ministro me hago responsable, decidimos declinar la invitación. No es que estuviéramos fuera de la Feria de Frankfurt“, aclaró, señalando que el propio Presidente Gabriel Boric pidió revisar la situación, luego de que el mandatario reconociera que no fue avisado de este rechazo, una situación que reconocen varias fuentes consultadas.

Días antes, había vivido un impasse público con el mandatario. Mientras que el ministro de las Culturas hablaba de que la opción de revertir la declinación a Frankfurt eran “escasas”, el Jefe de Estado hablaba de que él consideraba que “gastar en cultura es una tremenda inversión. No es un gasto, esta no es plata que se tire a la basura. Hay que hacer mayores esfuerzos en este sentido”. Todo, un mismo viernes 16 de junio. Algo que, afirman fuentes del segundo piso de La Moneda, generó malestar en el Palacio, apuntando a que De Aguirre no debió seguir hablando de Frankfurt casi al mismo tiempo que el Presidente Boric.

Sin embargo, se trataba de una piedra más dentro del zapato en el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio. Desde el 17 de mayo funcionarios de la cartera están movilizados con demandas relativas a la ausencia de un decreto orgánico en la institución, la sobrepoblación de asesores en la cartera, además de problemas relativos a su funcionamiento.

Así lo describe un funcionario de la cartera que prefiere mantener su nombre en reserva: “Cuando llegó la ministra Julieta Brodsky había una alta expectativa. Pero pecaron de desconfianza o inexperiencia. Se rodearon de asesores y generaron una estructura paralela. Una vez teníamos una reunión para ver un hito, con una o dos personas. Entré a la reunión y eran 17. ¿Cómo habíamos llegado a esto?”, comenta el trabajador del Ministerio de Cultura.

Brodsky tuvo un criticado paso por el ministerio, con críticas a su falta de gestión y declaraciones desafortunadas -entre otras, las referidas a los derechos de autor- y en octubre del año pasado figuraba como la ministra menos conocida de todo el Gabinete, según la encuesta Cadem. De sus subsecretarias, Gutiérrez se mantiene como subsecretaria de Culturas y las Artes, pero la subsecretaria del Patrimonio Cultural de Chile, María Paulina Soto, salió del cargo en septiembre del año pasado y fue reemplazada por Carolina Pérez, en línea con la rápida remoción de autoridades en el Ministerio de Cultura.

Según datos de Transparencia Activa, la Subsecretaría de las Culturas, al ser encargado de los servicios del Ministerio de las Culturas, cuenta en la actualidad con cinco asesores de la subsecretaría de Culturas mientras que el ministerio liderado por Jaime de Aguirre tiene seis. Por otro lado, contando la cantidad total de asesores de la cartera, se trata de catorce personas entre los que hay cargos temporales como el de “encargado de la Conmemoración de los 50 años del golpe de Estado” con una remuneración de $3.663.852, o un asesor en la creación de una orgánica dentro de la institución con un sueldo de $4.435.509.

Por otro lado, la Subsecretaría de Patrimonio cuenta con cinco asesores, según la tabla de personal de contrata durante mayo. Destaca que, entre ellos, dos cumplen funciones como asesores en comunicaciones. Mientras que una de ellas ejerce como “asesora en comunicaciones” con un sueldo de $4.062.285, otro cumple como “asesor de redes sociales y comunicaciones” y gana un sueldo de $2.541.687. Es decir, un total de $6.603.972 entre ambos.

En total, según la planilla de mayo, el Ministerio de las Culturas tiene a 19 asesores contando todas sus instituciones.

Un paro con sabor a solución

Durante la tarde del 20 de junio el Ministerio de las Culturas anunció un acuerdo con funcionarios de la institución para llegar al fin parcial del paro que se había tomado la cartera desde el 14 de mayo. El hecho fue dado a conocer de manera pública con carta y firmas en mano. Allí, el ministro De Aguirre expresó la satisfacción que significaba el acuerdo. Sin embargo, aún habían puntos pendientes.

Algunos de estos puntos los remarcó la AFUCAP, quienes decidieron no bajar la movilización. Entre sus razones, sus integrantes apuntaron en un comunicado de prensa que aún “no se habla sobre la activación inmediata de la carrera funcionaria y la actualización del escalafón de merito. Además, no se asegura un traspaso justo de las y los trabajadores a honorarios a la contrata”, dicen.

La Asociación Nacional de Funcionarios de la Subsecretaría de las Culturas y las Artes, Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio (ANFUCULTURA) sí decidió deponer la movilización tras lograr una serie de bases tras el paro.

“¿Cómo evaluamos la gestión de este Gobierno considerando su programa y las condiciones en que recibió este Ministerio? El programa del Presidente Boric fue ambicioso en cultura, y busca terminar con la implementación del ministerio. El fin es aumentar en un 1% del PIB el presupuesto de cultura respecto al presupuesto del país. Al llegar, había una crisis total, sin orgánica institucional, con hitos de encasillamiento de la planta funcionaria incompletos, recortes de presupuesto y dotación”, apunta la asociación.

Sobre el fondo del acuerdo logrado, se habla del “Plan de Fortalecimiento Institucional“, cuyo punto clave es crear una Mesa Orgánica Ministerial integrada por funcionarios y trabajadores para establecer una orgánica institucional impulsando la nivelación, dotación y carrera funcionaria en la cartera.

Sin embargo, no dejó de lado las acusaciones que existen sobre las ahora exautoridades de la cartera. Así, un funcionario del ministerio, quien pide reserva de su nombres, afirma que la exministra Julieta Brodsky “llegó a tener tres jefes de comunicaciones. En un momento perdí la cuenta. Uno no sabía quién era quién. Todo esto, en un periodo súper corto de un año”.

La rotación de personal ha sido una constante. A comienzos de esta semana, el jefe de Gabinete de De Aguirre despidió a la jefa de comunicaciones, Carolina Alid Zapata.

Durante una sesión en el Congreso los serios problemas del ministerio quedaron expuestos de mano de parlamentarios del oficialismo. Así, el diputado Marcos Ilabaca (PS) decidió, ante sus colegas, hacer público un problema de la cartera. Tomando el micrófono durante la discusión del beneficio tributario a las asociaciones que prestan servicios culturales, dejó en clara la tensión que se vive en el ministerio.

“No puedo dejar de aprovechar de decirle algo tanto al ministro como a la subsecretaria (Gutiérrez). Esto, porque no contestan ni el jefe de gabinete del ministro, ni la subsecretaria, mensajes de hace más de una semana. Ya que no tendré una oportunidad mejor, prefiero decirlo acá, ya que ustedes no lo hacen privadamente. En Los Ríos es tan importante la cultura que ustedes llevan meses sin nombrar al Seremi de Cultura. Me parece escandaloso”, dijo con molestia -en el hemiciclo- el diputado socialista.

Una controversia similar flotó en el horizonte tras la publicación del informe del Observatorio de Políticas Culturales (OPC) con respecto a la presentación de proyectos de ley de parte de la cartera: 0 desde el cambio de Gobierno en marzo de 2022. Algo que, comenta Bárbara Negrón, directora del OPC, llama la atención teniendo en cuenta que “habían muchas medidas de campaña que tenían que ver con proyectos de ley. Eso contrasta más aún con el hecho de que no haya habido movimiento legislativo de parte del Ejecutivo”.

Una tendencia que, aclara el ministro Jaime de Aguirre, buscan cambiar promoviendo un proyecto de ley de Artesanía; cambios en la ley General de Archivos, además de actualizar la institucionalidad en esta materia.

Frankfurt y la “quitada de piso”

Poco después de la polémica que encendió la filtración de que Chile había rechazado ser invitado de honor en la Feria del Libro de Frankfurt, el propio Presidente Gabriel Boric destacó la relevancia que tenía el evento para quienes asistan. Se trata de un evento cultural especializado para editores de todo el mundo, en el que se negocian el derecho de publicación de libros y sus posteriores traducciones. Una ventana al extranjero y la internacionalización literaria.

Producto de ello es que el propio ministro aclara cómo ha girado la tuerca en torno a la visión del Ministerio de Cultura sobre este tópico. “Estamos trabajando para restablecer las conversaciones con la organización de la Feria del Libro de Frankfurt para volver al proceso de postulación. Ya sea para el 2025 o los próximos años. Sabemos de la importancia de esta feria para el mundo del libro y la lectura”, afirma la máxima autoridad de la cartera a The Clinic.

Con ello, asegura De Aguirre, “la decisión que tomamos un su minuto fue a partir de una evaluación que concluyó que nuestra participación era compleja de abordar en términos de recursos y plazos. El Presidente cree que la invitación es abordable, por lo que nos apoyaría en todo lo necesario para volver al proceso de postulación”.

El caso, sin embargo, había llegado lejos. Así lo plantearon distintas figuras de cultura. Uno de ellos fue el exministro presidente del Consejo Nacional de la Cultura Roberto Ampuero, quien critica la forma en que el Ejecutivo trató el tema.

“Es algo de verdad inédito. Ningún otro país desechó la oportunidad, que es un privilegio. Es la mayor cita de autores, libros, libreros y agentes literarios”, describe el escritor. “El Gobierno habla de dedicar los recursos a una feria interna, pero no es fácil crear una que tenga el peso de las principales como Guadalajara o la de Bogotá, que superó a la de Santiago. Asistir como invitado de honor a Frankfurt, es la globalización de la literatura chilena. Es ser traducido a muchos idiomas”.

Meses antes, sin embargo, el Gobierno había enfrentado una polémica a raíz de su participación en la Feria del Libro de Buenos Aires entre abril y mayo de este 2023, la cual fue catalogada por las editoriales participantes como “deficiente y vergonzosa”. Así lo describe uno de los editores que asistió al evento organizado por el Ministerio de las Culturas, el Consejo del Libro y ProChile.

“Las personas a cargo de ejecutar el plan desconocían lo que significaba una feria del libro. Desconocían el carácter de la invitación. Todo se tradujo a una improvisación en torno a convocar personas a última hora, no tener prensa allá. Se elaboró un pabellón que no tenía preocupación por el audio, entonces no se escuchaba bien. Era una muy buena oportunidad para Chile, pero ocurrió esto”, describe uno de los integrantes de la comitiva al país vecino.

Problemas de aterrizaje, instalación y designaciones fallidas

El Ministerio de las Culturas vio la luz el 1 de marzo de 2018, días antes del cambio de Gobierno en el que asumió Sebastián Piñera su segundo mandato. Se trataba de la institución que sucedía legalmente al Consejo Nacional de la Cultura y las Artes que, hasta entonces, dependía del Ministerio de Educación.

Pese a que Ernesto Ottone fue el primer ministro de la cartera, Alejandra Pérez (marzo 2018-agosto 2018) fue la primera encargada de darle institucionalidad, aunque solo duró cinco meses a la cabeza -por el desconocimiento que demostró en el área, explican fuentes consultadas-, para ser reemplazada por Mauricio Rojas quien, siguiendo la línea, alcanzó a estar 90 horas en el cargo. Luego llegó el turno de Consuelo Valdés (agosto 2018-marzo 2022), encargada de la cartera hasta el término del Gobierno de Piñera, en medio de críticas por quienes la acusaban de una baja presencia en actividades del sector. Fue entonces que arribó al puesto Julieta Brodsky (marzo 2022-marzo 2023), para que este finalmente recayera en su actual encargado, Jaime de Aguirre.

Se trata de una larga lista de máximas autoridades para una cartera recién nacida: seis ministros en cinco años.

Una realidad que contrasta con la de los subsecretarios de las Culturas y las Artes, con tan solo dos en el mismo periodo: Juan Carlos Silva y Andrea Gutiérrez, revelando la importancia de la segunda línea dentro del ministerio.

El exsubsecretario Juan Carlos Silva apunta a cuáles son los puntos que ve complejos en una cartera marcada por las dificultades: “Nosotros recibimos el ministerio tras diez días de su creación, con un cambio de Gobierno. Yo había sido funcionario antes del Consejo de la Cultura. Ayudamos a instalarlo, pero después del Estallido social debimos tomar temas más sectoriales, algo similar a lo que ocurrió con la pandemia. Se logró instalar gran parte, pero hubo puntos que quedaron pendientes”, describe.

Sin embargo, para el presidente de la Comisión de Cultura Alejandro Bernales (PL), esta realidad no puede extenderse en el tiempo. Así, habla directamente sobre el rol que tiene la actual gestión en esta materia. “Hay que ponerle un punto final a esta realidad de la ‘instalación’. El Ministerio de las Culturas, a cinco años de su creación, ya debería estar completamente implementado, sin estas problemáticas internas“, apunta.

Ante esa realidad, el ministro de las Culturas, Jaime de Aguirre, señala que “uno de los desafíos más grandes que nos hemos propuesto en este Gobierno es avanzar, en forma concreta, en ese proceso de instalación. Desde 2018 no se han logrado los progresos que requiere la institución y sus funcionarios y funcionarios”.

Con ello, adelanta cómo se ha avanzado en este punto: “Avanzamos en la instalación institucional en regiones, la creación de una orgánica de funcionamiento, y darle a la cultura el valor que merece. Un ejemplo, es que en los próximos meses tenemos el propósito de completar la instalación de tres direcciones regionales del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural“.

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