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Comer y beber

2 de Julio de 2023

Diario de un viaje gastronómico por Buenos Aires: lo mejor de una ciudad entre cafeterías, pizzerías y parrilladas

Buenos Aires es una de las ciudades gastronómicas más importantes no solo de América Latina, sino del mundo. Desde pizzerías, parrilladas y cafeterías son parte de la oferta de opciones que tiene la ciudad del Obelisco en una temporada marcada por la visita de chilenos a la capital trasandina. Esta es una guía para quien desee conocer de primera mano lo que tiene para ofrecer Buenos Aires.

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Todos sabemos de los grandes atractivos que tiene la capital argentina. La cartelera teatral de la avenida Corrientes, los anticuarios de San Telmo los domingos por la mañana, sus librerías, los bosques de Palermo, las exposiciones en el Malba o el Centro Cultural Kirchner… la verdad, la oferta cultural de Buenos Aires es impresionante.

Pero no nos engañemos, cuando los chilenos cruzamos la cordillera, una de las cosas que más hacemos en esta ciudad es comer y beber rico. Y si como ahora, el cambio nos favorece, muchísimo mejor. Así las cosas, acá van algunos apuntes que he ido juntando a lo largo de los años con mis lugares favoritos a la hora de comer y beber en Buenos Aires.

La carne

Obvio que uno de los atractivos de Argentina y en este caso Buenos Aires es su carne, la que se puede disfrutar de gran forma en sus famosas parrillas. Si quieren ir a un lugar bien porteño, bien de gente de a pie, pero con un servicio y unas carnes de primera, deben ir a Peña. Una parrilla de barrio, en la que se comparten largos mesones y los manteles son de papel. Pero la colita de cuadril y el chimichurri picante que te llevan a la mesa es para volverse loco. Además, como siempre lo digo, con solamente probar la empanada -frita- de carne que te ponen en la mesa apenas te sientas la visita a Peña -y a Buenos Aires– ya está justificada.

Ahora bien, si quieren algo en una onda un poco más turística pero sin traicionar la calidad la mejor opción es La Brigada, en San Telmo, una parrilla famosa por su colección de camisetas de fútbol. Pero sobre todo por su carne que se corta -literalmente- con cuchara. Acá el vacío no falla, al igual que Hugo, su carismático dueño que siempre está en el local atendiendo a su clientela. Métanle conversa, es un tipo muy agradable.

Y ya que andarán por San Telmo, ojo con su mercado y sus pequeños restaurantes, cada día más variados y de mejor calidad. También en la onda turística, pero en formato antiguo y a pasos de la peatonal Florida está El Establo, una parrilla propiedad de una familia asturiana que por años ha funcionado en la misma esquina de las calles San Martín y Paraguay. Y aunque acá sus bifes siempre andan bien, yo sugiero pedir también unos riñones a la provenzal. De verdad, un vicio.

Y si quieren algo más novedoso pero que siga siendo parrilla, muévanse hasta Palermo y visiten La Carnicería. Es un local de carnes algo hípster, atendido por meseros jóvenes pero que saben mucho de carne. Ojo con sus embutidos de elaboración propia y sus chuletones, además de sus gintonics para abrir los fuegos. ¿Y la parrilla Don Julio? La número del país es más que excelente pero está siempre repleta. Si llegan a conseguir mesa, no duden en comer ahí. Todo sus cortes son muy recomendables y su carta de vinos es un verdadero sueño.

La pizza

En su libro Pizzerías de Buenos Aires, el italiano Pietro Sorba -crítico gastronómico del diario Clarín– dice acerca de Güerrin: “Es asombroso ver cómo todos los días el espacio cercano al mostrador se llena de gente que come parada su porción de pizza diaria. Por supuesto, el salón comedor no se queda atrás. No recuerdo haber visto nunca más de dos mesas libres al mediodía o la noche. ¿Cuál será el secreto? Elemental: la pizza. Quizás una de las mejores interpretaciones del paladar pizzero argentino”.

Me parece que es una gran descripción de Güerrin, una pizzería que lleva más de noventa años instalada en la calle Corrientes preparando y sirviendo esa pizza tan argentina: alta, llena de queso y con sabrosas combinaciones del tipo jamón y morrón, napolitana, calabresa y fugazzetta más la infaltable fainá. Para mí, la mejor de Buenos Aires, pero por goleada.

Aunque hay que decirlo, en la capital argentina está lleno de buenas pizzerías y cada porteño tiene su favorita. Por lo mismo, si prefieren la pizza finita, pueden cruzar la calle e ir a Los Inmortales, que está justo al frente.

El café y más

Parte importante de un viaje a Buenos Aires consiste en encontrar ese café, estratégicamente ubicado cerca de nuestro alojamiento o sitios de interés, que nos servirá como base de operaciones durante nuestra estadía porteña.

Como se sabe, los cafés en la capital argentina están por todas las esquinas y en prácticamente todos los barrios. Por lo mismo, elegir o recomendar uno puede llegar a ser hasta arbitrario. Aún así, me permito recomendar dos muy distintos.

El primero es el elegante Florida Garden, ubicado justamente en la peatonal Florida y donde mozos de impecable chaqueta blanca y humita atienden con la misma parsimonia que en los años sesenta, cuando partió el negocio. Con un pasado marcado por la política (muchos radicales se juntaban allí) y las artes, ha resistido bastante bien el paso de los años y los cambios en el barrio. Y como buen café porteño, en el Florida Garden también se puede almorzar o tomar unos tragos sin mayor problema.

Hacia el norte de la ciudad, en Palermo, está mi otro recomendado. Se trata del café Varela Varelita, que funciona desde los años cincuenta en la esquina de las calles Scalabrini Ortiz y Paraguay. Acá la cosa es distinta porque estamos ante un café bar muy de barrio donde la carta es acotadísima y todo parece detenido en el tiempo. Muy agradable para tomar café con leche y medialunas por la mañana y generosos whiskies o vermú a partir del mediodía y hasta bien entrada la noche, cuando suelen salir unos deliciosos sándwiches de milanesa en el típico pan pebete. Frecuentado por guionistas de cine y teatro además de vecinos de todas la edades, está totalmente fuera de los circuitos turísticos y por esa misma razón es que vale la pena visitarlo.

¿Quieren algo más nocturno y de moda? Florería Atlántico, el premiado bar situado en la hermosa calle Arroyo (de las más lindas de la ciudad), que funciona justamente en el subterráneo de una florería y que de alguna manera le dio el vamos al revival de la coctelería que se vive en Buenos Aires hoy. Y si prefieren algo más fuera del circuito pero con igual calidad: Doppelgänger Bar en la avenida Juan Garay, ideal para rematar bien tarde el fin de semana.

Los bodegones

Muchos partieron como depósitos de alimentos y bebidas a inicios del siglo pasado y con el paso de los años comenzaron poco a poco a atender clientes en sus grandes mesones. Luego pusieron mesas y al final se transformaron en lo que son hoy, quizás el tipo de local más representativo de la cocina porteña, donde se mezcla la parrilla argentina con las comidas de usanza española, italiana y otros países que calaron hondo en Buenos Aires gracias a los inmigrantes que llegaron durante décadas en busca de mejor vida desde Europa. Así las cosas, vale la pena darse una vuelta por este tipo de locales. Está en Palermo El Preferido, que hace algunos años estuvo a punto de cerrar sus puertas pero se salvó al ser comprado por el dueño de la Parrilla Don Julio y lo tiene hoy siempre con filas de gente para entrar.

En La Boca se puede visitar -siempre en taxi y ojo que ahora sólo atiende de noche- el famoso El Obrero, donde su puchero es más que famoso y lo ha probado hasta Mick Jagger. Más el al centro mi favorito: Restaurant Norte, donde siempre se lucen con platillos como la lengua a la vinagreta, el arroz con pollo al estilo paella o las cazuelas de pescado. De verdad, un imperdible en la ciudad.

Para cerrar dejo un local que puede calificar como café bar o restaurante. El Bar Los Galgos, que partió a fines de los años cuarenta en la esquina de las calles Lavalle y Callao y que tras una pausa en los noventa volvió a funcionar en el 2015 con nueva administración y con una mezcla de parroquianos antiguos y gente joven. El resultado, un local lleno a todas horas del día y con variada clientela. Desde un café hasta un vermú, pasando por un guiso de lentejas o un bife a la parrilla; todo sale bien en Los Galgos y por lo mismo es una parada obligada en Buenos Aires. Aunque claro, en una ciudad tan grande como la capital argentina, las opciones a la hora de comer son casi infinitas. Por lo mismo, tomen esto como una simple pincelada de sugerencias.

Direcciones

-Peña

Rodríguez Peña 682, cerca de los tribunales.

-La Brigada

Estados Unidos 465, frente al Mercado de San Telmo.

-El Establo

Paraguay 489, a la vuelta de la peatonal Florida.

-La Carnicería

Thames 2317, en Palermo.

-Don Julio

Guatemala 4699, también en Palermo.

-Güerrin

Corrientes 1368, cerquita del Obelisco.

-Los Inmortales

Corriente 1369, al frente de Güerrin.

-Florida Garden

Florida 899, esquina Paraguay.

-Varela Varelita

Scalabrini Ortiz 2102, a pocas cuadras de la estación de Subte del mismo nombre.

-Florería Atlántico

Arroyo872, en Retiro.

-Doppelgänger Bar

Juan de Garay 500, recomendable ir en taxi.

-El Preferido

Jorge Luis Borges 2108, Palermo.

-El Obrero

Agustín R. Caffarena 64, La Boca.

-Restaurant Norte

Talcahuano 953, a dos cuadras de Santa Fé.

-Bar Los Galgos

Av. Callao 501, esquina Lavalle.

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