Mundo Animal
26 de Julio de 2023Los peligros del “caracol gigante africano” que encendió las alarmas del SAG tras ser detectado en el norte de Chile
La criatura es internacionalmente conocida como "uno de los caracoles más dañinos del mundo y un riesgo potencial para la salud humana".
Compartir
Este miércoles el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) emitió una alerta fitosanitaria debido a que en el norte de Chile se detectaron dos ejemplares de Lissachatina fulica, una especie conocida popularmente como “caracol gigante africano”.
El primero de ellos estaba en unas plantas ornamentales que fueron ingresadas ilegalmente a la región de Tarapacá, mientras que el segundo fue registrado en la región de Arica y Parinacota, luego de que un turista trajera una concha a modo de recuerdo tras viajar con su familia por Brasil.
La especie encendió las alarmas de las autoridades debido a que se trata de una plaga que no está presente en Chile y que internacionalmente es considerada como “uno de los caracoles más dañinos del mundo y un riesgo potencial para la salud humana“, afirma la BBC.
En este contexto, el SAG hizo un llamado a “no comprar productos vegetales en el comercio ilegal y a denunciar al servicio la eventual presencia de este molusco, considerado como una de las 100 criaturas exóticas invasoras más peligrosas del mundo”.
Los peligros del caracol gigante africano
Chile no es el primer país de Latinoamérica que ha detectado ejemplares de esta especie, ya que en países como Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú y Venezuela es una plaga que ha producido un fuerte impacto.
Uno de los principales riesgos del caracol gigante africano es que suelen portar unos parásitos llamados “gusanos pulmonares”, que pueden producir meningitis en humanos, por lo que se recomienda no manipularlos directamente.
Sin embargo, desde el punto de vista medioambiental este molusco es sumamente dañino, debido a que es capaz de consumir al menos 500 plantas diferentes. Además, es una especie hermafrodita que puede vivir hasta 10 años y que se reproduce con gran rapidez, ya que puede poner hasta 2.000 huevos en un año.
Su peligro también se extiende a la fauna, ya que esta plaga destaca por su gran capacidad para desplazar a otros tipos de caracoles nativos -muchos de ellos endémicos- al competir por el mismo hábitat y alimento.
Por el momento, el Laboratorio de Malacología del SAG descartó que los ejemplares detectados en el país estuvieran contaminados con los nematodos parásitos que causan enfermedades a las personas y que se transmiten a través secreciones y baba contaminada de la criatura.