Héctor Sepúlveda: la tercera víctima del sistema frontal que fue yerno de Salvador Allende y se hizo ermitaño

El lunes 21 de agosto se confirmó el hallazgo de la tercera víctima fatal por el sistema frontal que afectó a la zona centro sur del país. Las autoridades indicaron que se trataba de un adulto mayor de 86 años que falleció tras ser arrastrado por un riachuelo en Coihueco, Región de Ñuble.

El delegado presidencial regional, Gabriel Pradenas, detalló que el accidente ocurrió en un predio del sector Las Veguillas, en el límite con San Fabián de Alico, y mencionó que posiblemente falleció ahogado por el agua.

Esa persona era Héctor Sepúlveda Sepúlveda, un hombre que de acuerdo a los vecinos del sector, vivía como un ermitaño, con un estilo absolutamente austero y desconectado de la sociedad.

Aunque no siempre fue así, ya que hace 50 años fue un testigo privilegiado de la llegada del expresidente Salvador Allende Gossens a La Moneda, ya que estuvo casado y tuvo tres niños con su hija Carmen Paz, una de las tres primogénitas que el mandatario tuvo con Mercedes Hortensia Bussi Soto.

Su abuelo, un reputado médico de Santiago con estudios de Alemania, le heredó 400 hectáreas en el sur de Chile, donde tenía instalada una humilde vivienda al lado del riachuelo. De acuerdo a una entrevista realizada por La Tercera en 2012, ahí vivía de una manera absolutamente minimalista.

Dormía en un colchón curvo sin frazadas ni sábanas, las ventanas de su casa tenían plástico en vez de vidrio y su living tenía diarios viejos, mesones con herramientas, troncos que se utilizaban como sillas y un reloj. Para iluminarse utilizaba un par de ampolletas, aunque no tenía refrigerador ni televisor.

“Mi estilo de vida es mi opción. Aunque eso significa que alguno de mis hermanos, de buena situación, se pongan muy nerviosos al visitarme“, mencionó en ese entonces.

Su relación con Salvador Allende

“Él me caló y nunca me puso en un lugar, ni nada. Respetó mi individualidad de gente sencilla, de técnico mecánico, de campesino. Nunca me presionó, aunque un día me dijo: ‘Bueno, usted decídase, compañero’. Por que yo no militaba”, mencionó Sepúlveda sobre la relación que tenía con su suegro.

Si bien tenía una relación respetuosa y cálida con el expresidente, el solitario hombre mencionó que nunca se quiso involucrar en política. “Estoy aquí, justamente, porque no participaba de esa vida. Todos me han dicho que don Salvador me estimaba, dentro de mis características, porque yo era consecuente“, relató.

“Un amigo me dijo, durante el gobierno de la UP, que me estaban nombrando en un puesto de la Empresa de Comercio Agrícola, y yo dije: ‘Estás loco. ¿Qué voy a hacer ahí?'”, recordó Héctor.