Paulina Núñez, primera mayoría en las elecciones internas de RN: “En el partido ha habido y hay machismo”

Es mujer, tiene 40 años y aspirar a ser la primera presidenta de Renovación Nacional. La senadora Paulina Núñez lidera la lista “Arriba RN”, que el sábado 19 de agosto obtuvo un 39% de los votos, y pasó a la segunda vuelta de las elecciones internas del partido, donde competirá con el equipo que lidera su par Rodrigo Galilea, que recibió un 33,4% de las preferencias.

La senadora, que representa a la región de Antofagasta, explica que el foco de su gestión estaría en ejercer “un buen rol opositor”, lograr buenos resultados electorales en los territorios y recuperar “la paz interna”. También, reconoce que existe machismo dentro de RN y se muestra partidaria de la paridad de entrada en elecciones.

Núñez afirma que está a un paso de poder liderar el partido y que, de ser electa, espera desarrollar un estilo propio.

–¿Cómo se siente tras haber liderado la elección interna de RN?

-Estoy muy contenta, muy emocionada, porque llegué al partido hace 18 años golpeando la puerta de la sede de RN en Antofagasta. No vengo de una familia política y siempre me interesó lo público y, evidentemente, desde la política uno puede aportar tomando decisiones a las regiones primero. Siempre mi norte fue mi región de Antofagasta, y también desde un partido político, con tus ideas, con tus principios, con tus valores.

Así que poder llegar a ser la primera presidenta, la primera mujer que conduzca Renovación Nacional, obviamente que para mí sería un honor y lo asumo como una tremenda responsabilidad.

–¿Ve posibilidades ciertas de ser la próxima presidenta de RN? ¿Cómo ha visto el ánimo de los militantes del partido?

-Sí. Primero creo que hay que agradecer a las más de 11.500 personas que fueron a votar. Eso demostró que Renovación Nacional está despierto, está resuelto a volver a ser ese partido grande, influyente, que no era un partido bisagra, sino que lograba imponer agenda y dar respuesta a causas sociales, a demandas que hoy, lamentablemente, aún no tienen respuesta.

Estamos a un paso de que RN tenga una mujer presidenta. Pero no sólo eso. Una con trayectoria y de región, porque me tocó ser seremi, diputada, vicepresidenta del partido y encargada del estamento de mujeres, ahora en el Senado fui jefa de la bancada. Y, por lo tanto, con la trayectoria que tengo, llego al convencimiento de la importancia de convocar un buen equipo, que sepa ganar elecciones, que tenga experiencia, para, de esa manera, poder conducir el partido estos próximos dos años. Así que estoy bien convencida que me va a tocar presidir el partido y voy a trabajar con todos para que podamos poner arriba Renovación Nacional.

–Su contrincante, el senador Rodrigo Galilea, se ha visto involucrado esta semana en una polémica debido a las viviendas que resultaron anegadas en Curicó. ¿En qué posición queda la campaña y la elección interna después de eso? ¿Cree que podría afectar la elección?

-Creo que lo peor, en este caso, es mezclar el dolor de las familias con la política. Menos aún cuando es con quien yo estoy compitiendo. Por lo tanto, no lo voy a hacer.

–Hace unos días, su excontendor Carlos Larraín emplazaba a las dos listas en competencia a clarificar la relación que tendrían con el Gobierno. ¿Qué relación espera tener su directiva, o la dirección que usted espera encabezar, con la administración Boric? ¿Una más crítica, una más dialogante?

-En un Estado de derecho, en una democracia, cuando uno está en la oposición tiene un rol vital porque hay que producir los contrapesos. Lógicamente que si me toca conducir al partido queremos ejercer un buen rol opositor. Eso significa tener una oposición firme, clara en las ideas, que esté dispuesta a lograr acuerdos sin ceder principios, que no navegue y sea capaz de debatir marcando una posición clara.

–En ese sentido, últimamente los partidos de Chile Vamos han sido convocados a discutir algunas reformas clave para el Gobierno, como el pacto fiscal y la reforma previsional. ¿En eso también se juega ese rol opositor?

-Frente a una reforma tributaria, un aumento de impuestos, evidentemente que no vamos a estar de acuerdo. No creemos que haya que aumentar los impuestos para ejecutar una agenda social, y también por las legítimas dudas que existen en entregarle más recursos a este Gobierno, donde la corrupción llegó hasta La Moneda.

Pero frente a una reforma previsional, donde el objetivo es mejorar las pensiones de los adultos mayores, lógicamente que RN tiene que hacer todo el esfuerzo para que se cumpla el objetivo. Y, por lo mismo un buen rol opositor, se tiene que traducir siempre en que el objetivo es una buena propuesta para Chile. Si hay una buena propuesta, vamos a hacer todo el esfuerzo para que eso se concrete. Si hay una mala idea para Chile no nos va a temblar la mano en decir que no están nuestros votos.

–¿Qué pasa con quienes fueron derrotados en esta elecciones?

-Sobre el caso de Carlos Larraín y los miembros de su lista, siempre voy a tener las puertas abiertas para quienes han aportado en años anteriores a este partido, porque tengo claridad de que pueden seguir aportando. En el partido no sobra nadie, pero son los militantes los que deciden quién va a conducir en los próximos dos años y espero que seamos nosotros. Pero me voy a esforzar para que nadie se vaya y para convocar a más personas que se sientan representados por nuestro partido y militen en nuestro partido. De eso se trata el recuperar nuestra paz interna.

–En el fondo, ¿espera evitar que se vayan sus militantes a cuidar ovejas al sur o que los díscolos dejen RN?

-Claro. Es más, me duele mucho la renuncia de Catalina del Real. Con la “Cata” fuimos diputadas durante dos períodos. La conozco del partido de toda la vida. Entiendo sus motivos, pero lógicamente hubiese esperado que pudiera seguir haciendo esta carrera que ha hecho, tan exitosa, pero además tan bonita, de tanto terreno, tan social, desde nuestro partido. Entonces, no pierdo la esperanza de que mi liderazgo la pueda convocar de vuelta, más adelante a lo mejor. Pero quiero ser bien respetuosa de su decisión, porque ha sido muy difícil para ella tomarla.

–De salir electa en RN, ¿cuáles serían los ejes de su gestión? Se ha hablado del foco en las regiones, los municipio y la unidad del partido.

-Nosotros tenemos un programa, que es un plan de gestión y gobernabilidad del partido para estos próximos dos años, que hemos venido trabajando durante muchos meses con el equipo que he convocado. No estamos llegando a improvisar y tenemos un equipo que sabe ganar elecciones, que tiene conexión directa con las bases y tiene experiencia, y que sabe por dónde hay que conducir al partido para ponernos arriba.

Dentro de nuestro programa hemos definido tres grandes ejes: ejercer un buen rol opositor, tener un buen resultado municipal y electoral, y recuperar la paz interna.

Pactos por omisión: la alternativa que podría unir a la oposición en las elecciones

–¿Cómo buscan alcanzar un buen resultado en las elecciones locales, que tendrán lugar el próximo año?

-Para nosotros es muy importante establecer los comités regionales electorales, para que las decisiones de los candidatos nazcan desde el territorio y no que los impongan desde Santiago, y además que podamos correr con candidatos únicos. Porque si nosotros corremos con dos o tres candidatos, evidentemente el único que corre con ventaja es el candidato del oficialismo, de Boric, de la izquierda.

Tener un buen resultado electoral -municipal y regional- el próximo año depende de si somos capaces de enfrentar esa elección con unidad, y yo voy a trabajar para eso. Hoy, además, la oposición en el Congreso va mucho más allá de Chile Vamos o de la derecha. Hacen oposición los Amarillos, los parlamentarios de Demócratas, los del PDG y los independientes.

–¿Qué estrategia pretenden aplicar?

-Los pactos por omisión. Lo voy a poner simple: si en una comuna, nosotros tenemos el mejor candidato o candidata, yo espero que Republicanos se omita. Y al revés, si Republicanos tiene un mejor candidato, yo espero que lo apoyemos. Esto es un tema electoral, no estamos hablando de una coalición política, ni de una alternativa de gobierno, ni del programa un candidato presidencial, ni menos de actuar bajo todo un mismo partido político. Lo que estamos diciendo es que enfrentemos de manera lo más unida posible la elección municipal para tener un buen resultado frente a los candidatos del oficialismo.

Pero esta es una cuestión que evidentemente vamos a decidir más adelante, y en el caso de Renovación Nacional, a través de nuestro consejo general.

El machismo en la política y en RN

–¿Cree que ha habido machismo en la política chilena? Ha habido sólo una mujer presidenta, algunas candidatas o precandidatas también han sido torpedeadas por hombres.

-Creo que la sociedad chilena, a pesar de que ha ido avanzando y se ha modernizado, todavía es muy machista y la política no es ajena a aquello. Y, en el caso de Renovación Nacional, por supuesto que todavía veo acciones y muestras que lamentablemente van en esa línea. Por ejemplo, cuando una lidera un equipo y siguen hablando de “el equipo de” y nombran a un hombre, cuando uno tiene una trayectoria, tiene experiencia, incluso ha ganado más elecciones. Realmente no te queda otra conclusión que decir “bueno, será porque soy mujer”. Nos cuesta, claro que nos cuesta. Se nos exige más, por supuesto.

Pero con una mirada positiva, creo que Renovación Nacional no puede dejar pasar la posibilidad de tener una presidenta, una mujer a la cabeza, porque no es solamente una cuestión de género. Es una manera de abordar la vida, de abordar la política con un enfoque más humano, más empático, más colaborativo, sin complejos, con fuerza. Creo que le haría muy bien al partido tener a una mujer presidenta.

–¿Hay machismo en RN?

-Sí. Creo que en RN ha habido y hay machismo como en la política y todavía en la sociedad, y creo que todos tenemos que aportar a que eso vaya decantando. Y una muestra de aquello es, por supuesto, que más mujeres lleguen a donde se toman decisiones o a liderar los equipos. Hay que ir derribando los estereotipos, con la presencia de todos en distintos sectores, y en el caso nuestro, derechamente, no estamos para seguir en segunda o tercera línea. Vamos a liderar nuestros equipos y, en este caso, el partido político.

–Si llega a la presidencia del partido, ¿qué tipo de liderazgo le gustaría encarnar? ¿Buscará replicar a alguna otra presidenta de partido?

-Un estilo propio. En este caso va a haber varios hitos. No solamente sería la primera mujer, con todas las características que espero que eso signifique, que las tengo y las voy a trabajar y fortalecer, sino que también nunca hemos tenido una presidenta o alguien que conduzca el partido con una mirada regionalista. A mí me parece súper importante el respeto a nuestras bases y a sus opciones. Y también me parece que el poder recomponer la paz interna tiene que ser entendido como que aquí nadie sobra y que, al revés, tiene que haber espacios para todos.

–Uno de los temas que ha generado amplio debate en el Consejo Constitucional es la paridad de entrada y salida. ¿Cuál es su posición en esta discusión?

-Yo abogué por una ley de cuotas, que nos permitió competir con un 40% de candidatas, y nos hizo pasar de dos a 10 diputadas en Renovación Nacional. Luego, en un proceso histórico como la redacción de la nueva Constitución, era lógico que hubiera una presencia mitad y mitad de hombres y mujeres. Fue importante que tomáramos esa decisión. Pero también me parece que en otros organismos como el Congreso Nacional, los concejos municipales y otras instancias, tenemos que tener un sistema electoral que permita la mayor llegada de mujeres, pero sin distorsionar la decisión del electorado.

–Entonces, ¿es partidaria de una paridad de entrada y no de salida?

-Paridad de entrada de todas maneras. Eso es como la ley de cuotas, pero 50 y 50, no 60 y 40. Hoy los partidos políticos tienen la obligación, pero además el deber moral y electoral, de inscribir mitad candidatos y mitad candidatas.

–¿Cree usted que ha habido una banalización de la mujer en la política? Por ejemplo, la preeminencia de lo físico, las bromas y burlas.

-Yo lo noto. Aún existen frases, que no creo que sean malintencionadas, pero están tan arraigadas en la sociedad, que se necesitan cambios culturales, que de a poco todas hemos ido generando. Eso pasó años atrás, pero también sigue pasando. Estos temas hay que conversarlos y debatirlos, y no debe haber un distingo político. Eso es un avance para las actuales generaciones y para las que vienen.

El futuro de la oposición

–¿Cómo se toma el llamado del expresidente Sebastián Piñera a generar una gran coalición que vaya desde los republicanos hasta Amarillos y Demócratas?

-Creo que el llamado no se ha entendido bien. Hoy, en estricto rigor, si se miran las votaciones, las acciones de fiscalización y los dichos de los parlamentarios, esa oposición amplia hoy existe, es real. Pero, una coalición electoral, no la descarto en el caso de que haya buenos candidatos. Distinto es el caso de las elecciones presidenciales, porque en ese caso también nos diferenciaremos de la UDI y de Evópoli.

–¿Ese candidato de RN es Germán Codina?

-A mí me gustaría, porque es el mejor evaluado en el partido. Si podemos trabajar para que él sea nuestro candidato, sería una tremenda carta.

–¿Ve en algunos sectores de RN y la coalición un afán de mimetizarse con el Partido Republicano?

-Nosotros no podemos ni mimetizarnos ni ser una mala copia. Pero eso no significa que no podamos actuar con firmeza, claridad y decir que no frente a una mala idea, y al mismo tiempo que seamos capaces de lograr acuerdos frente a propuestas que sean buenas y atiendan urgencias sociales, como en pensiones.

Pero también hay que avanzar hacia temas que hoy causas sociales en un Chile moderno y distinto. A mí me encantaría ver una propuesta de Chile Vamos en materia de cambio climático, energía renovable, innovación, tecnología, inteligencia artificial. Creo que tenemos un espacio mayor, pero tenemos que trabajarlo, nos tenemos que hacer cargo, y tenemos que ir a proponérselo a este nuevo Chile, a estas nuevas generaciones.

50 años del golpe de Estado

–En relación a la conmemoración de los 50 años del Golpe, ¿cómo cree que ha sido la conducción por parte del Gobierno? ¿Cree que ha sido capaz de construir un relato?

-Veo al Gobierno confundido, con sus dos almas en contraposición. Pero lo que es peor aún es que el Presidente Boric, que es Presidente de todos los chilenos, y tiene que hacer un esfuerzo y dar señales concretas de presidirnos a todos. El tema de los 50 años ha terminado tan desdibujado, porque han terminado ocupándolo en la política más chica para poder desviar otros temas y tratar de encontrarse en eso. Esa es una mala actitud de quien está llamado a ser Presidente de todos los chilenos.

–En ese sentido, ¿qué le pareció que las bancadas de Chile Vamos llamaran a leer en la Cámara de Diputados la carta del 22 de agosto de 1973?

-Quiero ser bien respetuosa de la decisión que toman los diputados. Lo mínimo que uno puede hacer, más aún si pretende conducir el partido, es respetar las decisiones de autoridades elegidas democráticamente. Pero, por otro lado, creo que cuando quien conduce termina malutilizando el tema y polarizándolo, no puede esperar una posición distinta de la oposición.

–¿Pero le pareció prudente, o no?

-No lo voy a calificar. A mí me corresponde respetar esa decisión. Pero también, insisto, esto levanta una alerta: si el Presidente quiere polarizar el país, lo va a tener polarizado. Pero si quiere actuar como un Jefe de Estado, como un Presidente de todos los chilenos, no tengo ninguna duda de que va a recibir una buena propuesta también.