“Berri”, el bar más antiguo del Barrio Lastarria cierra sus puertas tras 38 años: casona fue comprada por una institución

El bar Berri fue fundado en el año 1985 por Eduardo de Azcuénaga. Sin embargo, aquel mítico lugar que atendió por 38 años en la intersección de Lastarria con Rosal cerrará sus puertas para siempre este sábado 30 de septiembre.

Su dueño nació en la década de los 40 en Santiago y en 1974 se mudó a España con 26 años. Poco tiempo después regresó a la capital, donde aseguró a LUN que “en este barrio no había nada. Yo me dedicaba a las antigüedades y un día vi este lugar, que era el estacionamiento de la casona. Conversé con el dueño y lo transformé yo mismo en el bar que es hoy”.

El clásico Berri tuvo su época de oro en la década de los 90 y principios de los 2000. Sin embargo, desde fines del 2019 sufrió con el estallido social y la pandemia del Covid-19. Aunque este año hubo una situación definitiva que marcó el fin de una larga historia: la casona fue comprada por una institución.

Durante décadas, el lugar se caracterizó por su decoración única en todo Chile, llena de detalles que su dueño fue afinando con el tiempo. “Yo coloqué estas baldosas, conseguí estas mesas que habían sido dadas de baja en el Congreso y les coloqué estas cubiertas de mármol y un vidrio encima. También hice la barra y la vara, que es la barra de bronce en que se colocan los pies. También traje las antigüedades”, mencionó De Azcuénaga.

“Ese piano -el cual puede ser utilizado por los comensales- estaba en una casa que se cayó con el terremoto de 1985, la puerta de entrada la hice de una ventana y le puse los tiradores de bronce (…) Son 38 años, me gusta, es mi vida. Acá me siento yo mismo“, reflexiona.

En conversación con Interferencia, el hombre de 76 años que fue bautizado como “Don Berri” por los clientes asegura que la capital del país “se perdió un lugar como pocos. No por la atención, porque aquí nunca atendimos con humitas ni nada de eso. Pero este es un lugar especial. Un clásico de Santiago“.