La ruta de la pizza: ocho lugares imprescindibles a los que hay que ir

Hasta hace no tantos años, una década a lo más, la oferta de pizzas en la capital era bastante plana y estaba dominada más que nada por las grandes cadenas de delivery más algunas antiguas pizzerías tradicionales que iban ya en retirada. Afortunadamente, el panorama ha cambiado radicalmente con la llegada de nuevos actores que, en distintos estilos, recrean este clásico de la comida italiana que a su vez es una de las preparaciones más consumidas y apetecidas en el mundo entero.

Parte importante de este cambio ha sido posible gracias a una verdadera proliferación de hornos napolitanos a gas que alcanzan altísimas temperaturas (algo fundamental para una buena pizza) y que recrean de bastante buena manera lo que son los tradicionales hornos pizzeros a leña utilizados en ciudades como Nápoles, Roma, Nueva York e incluso Buenos Aires; pero que en Santiago son imposibles de utilizar por las restricciones ambientales que nos rigen.

A todo esto, hay que sumar el más fácil acceso que existe hoy a materias primas importadas de calidad como harinas italianas, conservas importadas o quesos -entre otros- y que en muchos casos le dan un plus a las preparaciones nacidas en nuestra ciudad. Además, no son pocas las pizzerías que están a cargo de italianos e incluso hay nacionales que se han certificado en Nápoles en la preparación de pizzas. Así las cosas, podemos decir que el panorama pizzero santiaguino ha cambiado bastante y probablemente ostenta por estos días su mejor nivel histórico.

A la hora de pensar en la mejor pizza que se puede encontrar en Santiago, yo me quedo a ojos cerrados con Pulcinella (Av. Providencia 1549, local 15, teléfono 988934949, Providencia) un pequeño y simple local regentado por napolitanos donde se prepara una pizza realmente de otro nivel, con una masa delgada y flexible, con un borde alto y esponjoso; siempre servidas con un generoso chorro de aceite de oliva aplicado antes de llevar a la mesa. Aquí mi favorita es la tradicional Margherita ($9.890), con salsa de tomates, queso mozzarella y algunas hojas de albahaca. Una pizza clásica y sabrosa que en este sitio se prepara tal como debe ser. Es cierto, se trata de un pequeño boliche que ni siquiera tiene patente de alcoholes y donde su comedor es simplemente una terraza exterior. Aún así, es la mejor en su tipo en Santiago.

Otra gran pizza dentro de la oferta capitalina es la que podemos encontrar en La Argentina (Av. Italia 989, 7501184 Providencia) y más específicamente me refiero a su exquisita pizza de Jamón y Morrón ($18.600), la que realmente me vuela la cabeza. Estamos hablando de una pizza en clave porteña, es decir al molde y con una masa alta y esponjosa que soporta muy bien una considerable cantidad de queso mozzarella (estilo argentino también) más algunas lonchas de jamón crudo y tiras de pimiento en conserva además de las tradicionales aceitunas verdes enteras y un toque final con el chimichurri de la casa. Una bomba de sabor y calorías que alcanza perfectamente para tres personas y que lo dejan a uno con ganas de volver muy pronto. Realmente una gran pizza que de paso hace entender el éxito que ha tomado este local en la escena santiaguina en muy pocos años.

Otra muy buena pizza al molde que se puede encontrar en Santiago, y desde hace décadas, es la que se prepara en el tradicional Da Dino, aunque en este lugar se le da una vuelta de tuerca más chilena que la hace muy cercana a todas esas pizzas grandes, altas y esponjosas que se solían comer en las antiguas pizzerías y fuentes de soda del centro de la ciudad. Y, justamente, es en el céntrico local de Tenderini del Da Dino donde me gusta ir para saborear –parado en la barra y acompañado de una garza– algún corte de pizza que va saliendo recién hecho del horno. ¿Mi favorito? El corte de pizza con lomito ($3.100), que justamente lleva queso, lomito de chancho en finas rebanadas y por encima un aliño en base a orégano muy bueno. Una pizza única que bien se merece estar entre las mejores -y más icónicas- de la ciudad.

Pero afortunadamente, las opciones de buena pizza en Santiago -con diversos estilos- suman y siguen por estos días. Así, en una rápida pasada mental, no puedo dejar de mencionar a Zero Zero (Santa Magdalena 104, teléfono 983862905, Providencia), con su pizza bien finita estilo napolitano. Cerquita de ahí -con un nuevo salón comedor recién estrenado- está Waldo’s (Nueva de Lyon 45, teléfono 930631009, Providencia), a estas alturas un clásico de la pizza económica del barrio. Más hacia el sector oriente está la siempre buena pizza de Brunapoli, también de estilo napolitano y con una atención que a uno siempre lo hace volver, sobre todo si tiene niños. ¿Pizza cuadrada? Es decir, al estilo romano, nada mejor que moverse hasta La Reina donde desde 1999 funciona Pizza Roma (Larraín 6738, teléfono 222261752, La Reina) y disfrutar de sus muy buenas pizzas a la piedra. Y algo más al paso puede ser Pizzario (Pedro de Valdivia 335, teléfono 233392638, Providencia), donde los cortes de pizzas se pagan al momento de pedirlos y se comen -literalmente- en la vereda.

Al final no seremos Roma, Nueva York o Paris. Sin embargo, las posibilidades para comer buena pizza en Santiago han aumentado considerablemente durante los últimos años. Y eso, de verdad, se agradece.

¿Alguna recomendación en el delivery? Lo cierto es que ninguna de las cadenas que llega a los hogares me satisface. Así que, si llego a verme en la obligación de pedir alguna de éstas, siempre opto por la del precio más conveniente. Ser práctico también es válido.