Día Internacional contra el Cáncer de Mama: las claves para la prevención del cáncer más mortal en Chile

Este jueves se conmemora el Día Internacional de la lucha contra el cáncer de mama, uno de los canceres más comunes en el mundo junto con el de pulmón, colon y próstata, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud.

Esta enfermedad solo tiene una clave para poder evitar o disminuir sus peligros: la prevención, herramienta que muchas mujeres y hombres ignoran. De hecho, de acuerdo a los datos del Ministerio de Salud, el cáncer de mama es la primera causa de muerte de mujeres en edad reproductiva en el país.

En conversación con The Clinic, la directora de la Escuela de Obstetricia y Neonatología de la Universidad Diego Portales (UDP), Marcela Puentes, apunta además que más allá de las mujeres, la enfermedad “es la principal causa de muerte por cáncer en Chile, emplazando el cáncer de vesícula”.

“Todas las mujeres que son diagnosticadas con cáncer de mamas luchan contra él. Pero no todas ganan. Nuestra tarea es que todas aquellas que puedan tener cáncer de mama puedan acceder a un tratamiento oportuno, que genere menos daño en ellas, en su cuerpo, en su organismo”, reflexiona.

Para esto, asegura, “tenemos que hacer que las mujeres sean conscientes de su cuerpo, de las alteraciones que pueden tener y que no lo dejen pasar”. “Si hay alguna anomalía, algo que no les parece, siempre consulten”, aconseja.

Ante las herramientas para evitar pronósticos pesimistas, Puentes apunta que el pronóstico temprano es clave y necesario para disminuir la brecha de mortalidad. “Para hacer una detección temprana, es necesario conocer las características y las formas anatómicas que tienen las mamas de cada una de las mujeres”, dice.

Esto, debido a que las mujeres deben poder reconocer algún cambio en su cuerpo, especialmente en su arquitectura mamaria, que pueda encender las alarmas sobre alguna anomalía en las mamas y así poder consultar a tiempo.

Cáncer de mama: los signos a los que prestar atención

En esa rama, la profesional continúa: “Es muy importante que las mujeres se conozcan, porque son ellas quienes detectan cuando hay una alguna alteración en la arquitectura mamaria: algún hundimiento, cambio de coloración de la piel, algún cambio en la coloración de los pezones”.

De acuerdo a la Clínica Mayo, además de las características que menciona la especialista, también se debe estar atenta a bultos o engrosamientos de la piel que se sienten diferentes al resto del tejido, además de cambios como la aparición de hundimientos leves.

Existen otros cambios en la piel que también pueden encender alarmas como la descamación (formación de costras o desprendimiento de piel) en las mamas o la aparición de pequeños orificios en la piel, simulando una piel de naranja. Asimismo, se debe prestar atención a los pezones, ya que la inversión reciente de estos también puede ser una señal.

Estos signos también deben ser considerados en hombres, debido a que estos también pueden ser afectados con el cáncer de mama. Pese a que la mayoría de las pacientes sean mujeres, la mayoría de los hombres diagnosticados con la enfermedad lo sufren después de los 60 años. Cabe destacar que esta enfermedad puede afectar a cualquier tipo de mama, sin importar su tamaño.

Más allá del autoexamen: la importancia de las revisiones preventivas

Puentes además destaca otro punto más allá de los síntomas: los exámenes y controles. De acuerdo al Minsal, todas las mujeres mayores de 40, o 35 en caso de que algún familiar haya padecido cáncer, deben realizarse una mamografía anual para detectar a tiempo la enfermedad.

Por esto mismo, quienes tengan entre 50 y 59 años podrán realizarse una mamografía gratis cada tres años, independiente de si están en Fonasa o una Isapre. Sin embargo, la doctora hace hincapié en prestar atención al historial médico familiar.

“Las mujeres que tienen madres que han tenido cáncer de mama, deberían iniciar su control 10 años antes de la edad en la que se le detectó a su madre. Si su madre tuvo cáncer de mamas a los 38, ellas deberían desde los 28 años hacerse exámenes o controles respecto a su glándula mamaria”, menciona.

Con esto, Puentes da tres pilares fundamentales para la prevención: “tener condiciones y estados de vida saludable, reconocerse como una mujer de mayor riesgo cuando hayan antecedentes de cáncer de mama, sobre todo por la familia materna, y el reconocimiento de la estructura mamaria propia“.

En esa misma rama, la doctora hace hincapié en consultar a especialistas para “asegurarse de que no exista nada malo en sus mamas“, prefiriendo recibir una falsa alarma que una noticia fatal.