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Cine

30 de Marzo de 2024

Cómo se hizo Ben-Hur, el clásico de Semana Santa en que no se ve el rostro de Jesús y que rompió un record en los Oscar

Cómo se hizo Ben-Hur, un clásico de Semana Santa Ben-Hur.

La producción de la exitosa cinta estuvo marcada por una serie de problemas en lo económico y a nivel cinematográfico. Sin embargo, con una historia que ocurre en paralelo a la de Jesús, logró revertir los números rojos de MGM y transformarse en un imperdible de Semana Santa.

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A finales de la década de los ’50, Metro-Goldwyn-Mayer Pictures (MGM) pasaba por una difícil situación económica que la tenía al borde de la quiebra. Para salir del desastre, el estudio se propuso hacer una película con el mayor presupuesto que se había invertido hasta ese momento en un filme: más de US$15 millones.

Se trataba de Ben-Hur, una cinta que exploraba la amistad entre un miembro de la nobleza judía que vive en Jerusalén, llamado Judá Ben-Hur, con un noble romano. Todo cambia cuando Judá se opone a la ocupación de Judea por parte de Roma y termina en prisión.

Tras invertir otros US$14,7 millones en promoción, MGM estrenó la película en 1959 en un exclusivo teatro de Nueva York. Ben-Hur terminó siendo el filme más popular del año y el segundo más rentable después de Lo que el viento se llevó, recaudando US$146 millones. Eso permitió que el estudio recuperara su inversión y revirtiera los números rojos en la empresa.

Pero lo económico no fue el único impacto positivo para MGM. Ben-Hur obtuvo 12 nominaciones para los premios Oscar en 1960, y ganó 11 estatuillas doradas. Así, marcó un récord que se mantuvo hasta 1998, cuando Titanic lo igualó.

Los problemas en la producción de Ben-Hur

Para la película, el estudio tomó como base la novela Ben-Hur que Lewis Wallace escribió en 1880 y se transformó en un bestseller. El libro tuvo una exitosa adaptación al cine mudo en 1925, pero no obtuvo grandes beneficios dada su enorme inversión inicial. Por ello, cuando MGM estuvo a punto de quebrar, recurrió a esta película. Uno solo era el objetivo: llenar las salas de cine con una cinta impactante.

Para ello, además de tener un amplio presupuesto, la productora contactó a William Wyler, quien había sido asistente de producción en la versión de 1925, para ser el director. Sin embargo, rechazó la invitación porque el guion no le parecía interesante. Pero fue la oferta monetaria y la posibilidad de competir con sus colegas lo que terminó llevando a Wyler a aceptar la proposición.

Luego, para interpretar a Judá Ben-Hur, los encargados llamaron a una serie de figuras de la época. Entre ellas estuvieron Burt Lancaster, Paul Newman, Marlon Brando, Rock Hudson, Geoffrey Horne y Leslie Nielsen. Todos, por distintas razones, dijeron que no. Entonces, el elegido fue Charlton Heston.

En tanto, para el rol de Messala Severus, el noble romano, MGM eligió a Stephen Boyd. El plan original era otro: Wyler quería que Heston interpretara a Messala, pero tuvo que elegir a otro cuando optó por él para el protagónico. Por ello, como Boyd y Heston tenían ojos azules, el primero debió usar lentes de contacto de color café, para que se notara la diferencia.

Para grabar la película, MGM eligió los estudios de Cinecittà, en Italia, donde se construyeron más de 300 sets. Uno de ellos tenía una réplica exacta del Circus Máximus y tardó un año en construirse, y otro contaba con una laguna artificial donde se recreó un combate en el mar.

Pero, cuando estaba todo para iniciar las grabaciones, hubo un problema: el guion de Ben-Hur no estaba listo. Tanto William Wyler como el productor Sam Zimbalist no estaban convencidos del texto, y lo ajustaron varias veces, incluso mientras grababan.

Durante el rodaje, que contó con escenas icónicas, como la carrera de cuadrigas, los actores principales no contaron con dobles de riesgo, salvo en un momento de alto peligro, donde un especialista de riesgo tomó el papel de Ben-Hur.

¿Y Jesús?

Durante las más de tres horas que dura la película no se ve el rostro ni se escucha la voz de Jesús. Esto, a pesar de que, en paralelo, se cuenta su historia desde su nacimiento hasta la crucifixión. Fue el director Wyler quien optó por que no apareciera directamente, como una manifestación de respeto.

“Representar a Cristo era un desafío importante. Da un poco de miedo cuando él probablemente es el mejor hombre que haya vivido jamás. Así que preparé todas las escenas para que solamente se viera su espalda, o la forma en que otras personas reaccionaban a él. Tú crees que lo has visto, crees que has oído su voz”, explicó en una entrevista.

Así, la producción contrató a Claude Heater, un cantante de ópera estadounidense, para interpretar a Jesucristo de espaldas en una breve escena. Fue tan anónima su aparición que su nombre ni siquiera apareció en los créditos de Ben-Hur.

Sin embargo, a los argumentos de William Wyler se sumaba otra razón para que no se representara directamente a Cristo. En el Reino Unido existía una norma que impedía representa en forma física y vocal a Jesús, salvo que fuese el protagonista de la película.

Actualmente, Ben-Hur está disponible en las plataformas de streaming Max y Amazon Prime Video, y será transmitido por TVN este sábado en horario estelar.

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