“Es un espacio inmoral”: Dueños de locales en Plaza Baquedano exigen no entregar fondos públicos al Museo del Estallido Social

Una arremetida contra el Museo del Estallido Social (MES) iniciaron las agrupaciones de locatarios de Plaza Baquedano luego de que solicitaran al Ministerio de las Culturas no volver a financiar el proyecto que había recibido dineros de un servicio dependiente de la cartera.

El recinto ubicado en el Barrio Bellavista de Providencia se posicionó como un espacio de memoria luego de las manifestaciones sociales iniciadas en octubre de 2019. Sin embargo, durante el Día de los Patrimonios de este 2023 se generó una fuerte polémica debido a su financiamiento.

Luego de que el museo apareciera como uno de los destinos para recorrer de forma gratuita durante esa fin de semana, se dio a conocer que en 2022 recibió recursos de un fondo entregado por el Servicio Nacional del Patrimonio Cultural.

Este escenario fue el que levantó varios cuestionamientos por parte de los comerciantes que trabajan en la denominada “zona cero” que se vio afectada durante las protestas. Debido a esto es que se agruparon en gremios para solicitar al organismo del Ministerio de las Culturas que no se vuelva a entregar financiamiento el Museo del Estallido Social.

Según consignó La Tercera, el recinto en particular obtuvo recursos del Fondo de Mejoramiento Integral de Museos en 2022. Luego de postular a esto es que recibieron un monto total de $19.813.285. Sin embargo, precisan que durante el proceso de este año no se registra una postulación por parte del museo a este fondo.

Comerciantes contra el Museo del Estallido Social

El citado medio además detalló que una de estas agrupaciones corresponde a la Asociación Gremial Barrio Plaza Italia. Esta es liderada por el dueño de la Antigua Fuente, Carlos Siri, quien se hizo conocido por lo daños que sufrió su local y ser uno de los rostros de la campaña del Rechazo.

El empresario calificó en esta línea al recinto como un espacio “inmoral que se aprovecha de fondos públicos para su financiamiento, ocultándose bajo el manto de la cultura”. Asimismo, cuestionó que “en términos ideológicos es una manera de validar la insurrección y violencia para alcanzar el poder político en la sociedad, arrogándose la representación del pueblo a través de una historia que es mentira”.

“Es una afrenta a todos los ciudadanos que fuimos víctimas de un grupo que se tomó sistemáticamente una zona emblemática de la ciudad, usando como herramienta fundamental el terror y la violencia social para determinar quién podía pasar, trabajar y vivir en la zona, anulando todos nuestros derechos”, añadió.

En esta misma línea la presidenta de la Fundación Santiago se Levanta, Giselle Dussaubat, expresó que “estamos consternados, nos embarga un sentimiento de rabia, impotencia, abandono y revictimización al enterarnos que el gobierno financia el Museo del Estallido Social, por lo que exigimos que se quite su financiamiento de forma inmediata”.

La también directora de la junta de vecinos del barrio San Borja acusó que “ese estallido de violencia dejó 15.000 Mipymes afectadas y miles de trabajadores sin poder llevar el sustento a sus hogares, hoy tiene un lugar de culto financiado por todos los chilenos, incluidas las propias víctimas”.