La semana en que Revolución Democrática cayó a la UCI

La noche del miércoles, el grupo de WhatsApp que comparten los consejeros políticos de Revolución Democrática (RD) se convirtió en un hervidero de mensajes.

Y es que minutos antes, The Clinic publicó la decisión de la mesa directiva del partido -liderada por el senador Juan Ignacio Latorre- de poner sus cargos a disposición. Esto, tras el ajuste ministerial que dejó a la colectividad relegada únicamente al ministerio de Bienes Nacionales.

En la tienda resintieron que la información trascendiera antes de la comunicación oficial y casi en paralelo al desarrollo de la reunión de Consejo Político Nacional. Así lo hizo ver la consejera Italia Salinas, quien deslizó que la información habría salido desde la comisión política del partido.

Ese planteamiento molestó a Nicolás Valenzuela Levi, del directorio de Metro y también consejero político de RD. “Es muy grave difamar a compañeros de partido”, sentenció en el chat.

Al mismo tiempo, en la sede del partido -ahora en calle Esmeralda, compartida con Convergencia Social (CS)- se desarrollaba la cita política de forma híbrida. Quienes estuvieron presentes, veían como el timonel caminaba por los pasillos mientras realizaba llamadas telefónicas. Su preocupación era evidente y en La Moneda no tardaron en enterarse de la definición de la colectividad.

En el análisis, y aunque era la opción de última ratio –considerando que la directiva anterior, con Margarita Portuguez a la cabeza, tampoco completó su período de dos años-, la conclusión fue que no quedaba margen para la continuidad del senador Latorre y el resto del equipo.

Su permanencia ya había estado en riesgo tras el destape del caso Democracia Viva y a propósito de las críticas de la militancia -y de la propia Moneda- al manejo de Latorre del escándalo. Así, si Revolución Democrática ya había quedado golpeada por la salida del -otrora- ministro de Desarrollo Social, Giorgio Jackson, el golpe final fue el rebaraje del gabinete.

El martes, la noche previa al ajuste ministerial, en el partido aspiraban a continuar con el control de la otrora cartera de Jackson. Esos perfiles se le hicieron llegar al Presidente Gabriel Boric.

Uno de ellos era Rodrigo Echecopar, extimonel de la tienda, quien actualmente se desempeña en la División de Coordinación Interministerial (DCI) de la Secretaría General de la Presidencia (Segpres).

Otra opción apuntaba a ratificar a quien ofició tras la salida de Jackson como ministra subrogante, la subsecretaria Paula Poblete. La intención también estuvo en Educación, y con un nombre fuerte del partido en la materia: el del sociólogo y académico, Gonzalo Muñoz.

Los intentos no prosperaron y Marcela Sandoval en Bienes Nacionales es, ahora, la única representante del partido fundador del Frente Amplio.

Un cónclave por afrontar y la idea del partido único

El senador Latorre ha rehuido hablar de un “castigo” al partido de parte de La Moneda. Principalmente, porque en la colectividad coinciden en que la crisis y la pérdida de injerencia del partido se arrastra de mucho antes del lío de platas.

El espacio ganado por los “cuadros” del partido del Presidente Gabriel Boric, el meteórico ascenso al poder Ejecutivo, la mayor participación interna en Convergencia Social, colisiona con la historia de 11 años de partido que relevan en Revolución Democrática. Una identidad que en las bases resienten que se diluya en la idea del partido único.

“Estamos debilitados, de eso no hay ninguna duda. Uno no se puede ‘hacer el loco’ con esta situación, pero esto no se trata de cuánto tienes o de cuánto le dan a uno. Se trata de cómo cumplimos de la mejor manera posible los objetivos del gobierno (…). Ya es momento de dejar las diferencias de lado. Hay que procesarlas internamente y construir un partido que sea un instrumento para viabilizar los cambios”, matiza el diputado de RD, Jaime Sáez.

La distancia respecto de la idea del partido único ya la había expresado Revolución Democrática en su último congreso ideológico.

Si bien se estableció que era algo deseable en el horizonte, no era un objetivo prioritario para 2023. Pero esa definición perdió vigencia política tras el Caso Convenios y el llamado del propio Boric a aunar los tres partidos que componen el bloque.

Además de delinear bien el “plan de salida” de la directiva actual -ya se habla de convocar las elecciones para octubre próximo y asoman nombres para suceder a Latorre como el de Marco Antonio Ávila o el del exsubsecretario Cristóbal Cuadrado-, la conversación del cónclave, en la sede RD, se centrará en los avances hacia el partido único.

Incluso, ya se habla de una “fórmula de cierre” del partido y de un cronograma para constituir legalmente el nuevo partido, antes de las fechas límites impuestas por el Servicio Electoral (Servel), a propósito del calendario electoral para 2024.

Ese documento, de cinco páginas, fue compartido por la alcaldesa de Ñuñoa, Emilia Ríos (RD) al partido.

“Desde mi posición como alcaldesa tengo la convicción de que el momento de concretar esta decisión es hoy (…). No puedo estar tranquila sabiendo que estamos frente a una coyuntura y oportunidad histórica y que hoy corremos el riesgo de dejarla pasar frente a nuestros ojos simplemente por inacción y falta de análisis del momento político”, señala en la misiva.

La jefa comunal, que hizo llegar el documento a la militancia el jueves por la tarde como insumo en la antesala del cónclave, propone que de acá a enero de 2024 esté zanjada la escritura pública en el Servel de la nueva colectividad.

Ese escenario implica redoblar esfuerzos: actualmente, las colectividades del Frente Amplio han definido solo una reunión mensual para abordar el tema. Insuficiente para cumplir el cronograma propuesto por la alcaldesa.