De los “cómplices pasivos” a “el 11 de septiembre se transformó en algo inevitable”: el cambio de actitud de la derecha a 50 años del Golpe

“Entre 1970 y 1973 sobrevino un quiebre social, político e institucional respecto del cual el 11 de septiembre se transformó en algo inevitable”. Así rezaba una declaración que la UDI emitió a las 09:45 horas, poco antes de que se iniciara el acto ciudadano por los 50 años del golpe de Estado, del cual la oposición decidió restarse.

Asimismo, a través de una carta, la bancada de diputados RN anunció que no participaría del homenaje que la Corporación le rendiría a Salvador Allende. ¿La razón? “Allende es sindicado por la mayoría de los chilenos como el mayor responsable del quiebre institucional […]. La crisis para 1973 en Chile era total”, argumentaron.

Las palabras del gremialismo contrastan fuertemente con las que pronunciara el expresidente Sebastián Piñera el 31 de agosto de 2013 en entrevista con La Tercera. “Si buscamos responsables de lo ocurrido durante el gobierno militar y, particularmente, de los atropellos a los derechos humanos y la dignidad de las personas, por supuesto que hay muchos. Por de pronto, las máximas autoridades del gobierno militar, que sabían o debían saber lo que estaba ocurriendo. Hubo muchos que fueron cómplices pasivos: que sabían y no hicieron nada o no quisieron saber y tampoco hicieron nada”, sostuvo el entonces mandatario a días de conmemorar los 40 años del quiebre democrático, marcando una nueva línea en la derecha frente al tema.

“Retroceso histórico” y “resurgimiento de un sentimiento golpista”: las críticas desde el oficialismo

Desde el oficialismo rechazan con dureza el cambio de tono de la oposición. En conversación con The Clinic, la diputada comunista Karol Cariola sostiene que se trata de un “retroceso histórico respecto de algo de lo que en algún momento estuvieron disponibles a considerar y a hacer una autocrítica. Reconocer los crímenes de la dictadura, el golpe de Estado y condenarlo en toda su dimensión”.

“Hoy lo que hacen tratando de responsabilizar nuevamente a las víctimas de los crímenes de la dictadura y del golpe de Estado es un horror. Es una revictimización de un sector político que, lamentablemente, ha intentado por todas las vías sacarse de encima una responsabilidad histórica que les corresponde. Veo una involución por parte de la derecha. Esto suma un elemento más al manto de impunidad y es un retroceso en la búsqueda de un relato común, porque nada justifica un quiebre democrático“, añade.

El diputado PPD Raúl Soto va más allá y acusa que “estamos viendo un resurgimiento del sentimiento golpista en la derecha chilena, y eso habla de la fragilidad de sus credenciales democráticas. Lo de la UDI es signo de un negacionismo y un revisionismo histórico muy inapropiado y absolutamente condenable”.

“La democracia nunca debe ser afectada de manera violenta, por la fuerza, como se hizo el 11 de septiembre de 1973. Eso no es justificable bajo ningún contexto y no es separable de las violaciones a los derechos humanos que vinieron posteriormente“, agrega en diálogo con The Clinic.

Por su parte, el senador Jaime Quintana, nuevo presidente del PPD, asegura que “una declaración como la de la UDI es un retroceso. Sobre todo si la comparamos con la declaración de un miembro de sus filas, el exsenador Hernán Larraín, que hace 10 años pidió perdón, o la frase del Presidente Piñera que habló de los cómplices pasivos. Hay algunos sectores que han optado por la negación y el retroceso”.

El balance opositor luego de haberse restado del acto oficial de los 50 años y las esquirlas de la declaración de la UDI

En la oposición hay diagnósticos compartidos, pero también diferencias. Entre lo que comparten está que el no asistir al acto al que convocó el Ejecutivo para este 11 de septiembre no significa entregarle el control de la agenda a La Moneda.

En ese sentido, en conversación con The Clinic, el diputado de Evópoli, Francisco Undurraga, señala que “ausencias más, ausencias menos, lo que realmente importa es que existe nuestro compromiso con la defensa irrestricta de los derechos humanos y la democracia. Además, que el Gobierno cuenta con nuestro apoyo para el Plan de Búsqueda”.

Gloria Hutt, presidenta de Evópoli, comenta que “el foco del acto estuvo en la reivindicación de las víctimas, lo que es muy legítimo como diseño del Gobierno. Nosotros hubiésemos esperado una convocatoria más amplia y haber aprovechado este aniversario para el reencuentro y la unidad, para construir desde hoy más integrados. Eso no ocurrió, pero no descartamos que podamos avanzar en esa dirección desde la coalición”.

El diputado republicano Luis Fernando Sánchez, comenta que “lo mejor era restarse hoy. Una señal clara de que no nos haremos parte de ese show, de seguir polarizando artificialmente a un país que quiere que nos unamos por la seguridad, por la lucha contra las tomas, contra el terrorismo y la inmigración ilegal. Tenemos nuestra postura sobre el 11 clara, Chile la conoce y con eso nos basta“.

Para el senador UDI, Iván Moreira, la decisión de no participar en la conmemoración de La Moneda “fue la correcta. Chile Vamos hizo lo correcto, porque no se prestó para un juego político del Gobierno y de la izquierda. La ceremonia se transformó en que el Santo Padre Gabriel Boric beatificó al expresidente Salvador Allende, con la presencia de algunos apóstoles como Petro y López Obrador. Es un juego político, basta ya”.

Sin embargo, lo que suscitó visiones contrapuestas en Chile Vamos fue la declaración de la UDI. Según Undurraga, la hipótesis del documento “ya es inoficiosa, porque el Golpe existió y no podemos echar para atrás la historia. Yo condeno el Golpe porque es la derrota absoluta de la democracia”. Y Hutt agrega enfática -en entrevista con Radio Infinita– que “el Golpe sí era evitable, porque el sistema político sí pudo hacer más“.

En conversación con The Clinic, Moreira discrepa y apunta que “el principal responsable que existiera un Pinochet y un gobierno militar fue Salvador Allende, que traicionó la democracia y el Estado de Derecho. El 11 de septiembre fue inevitable. De lo contrario, en Chile iba a haber una guerra civil, donde el Ejército se podía quebrar e iba a haber confrontación, con la participación de civiles y enfrentamientos”.

“Pero lo que pasó hace 50 años no va a volver a pasar porque aprendimos la lección como sociedad. Pero para expresar un reconocimiento y un compromiso con los derechos humanos, la democracia y el diálogo, no se necesita estar todos los años haciendo declaraciones”, plantea el senador UDI.

Mientras tanto, Sánchez asegura que “el 11 de Septiembre podría haberse evitado si Salvador Allende y los partidos de la UP no hubiesen optado por promover la violencia armada, por meter en nuestro país al dictador Castro, por internar armas y tomarse ilegalmente los hogares de gente honesta. Podría haberse evitado si Allende hubiese cumplido las sentencias de los tribunales de justicia, si Enríquez, Garretón y Altamirano no hubiesen conspirado un motín en la Armada y el asesinato de oficiales. Podría haberse evitado si ese gobierno hubiese sido una democracia“.