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Entrevistas

23 de Junio de 2022

Carlos Ruiz, sociólogo: “Hay una derecha que está buscando desestabilizar al gobierno”

Estado de alerta es lo que marca el análisis de Carlos Ruiz, quien fuera uno de los ideólogos del Frente Amplio. Preocupado por cómo el gobierno va a empujar su programa de transformaciones, aquí advierte que hay sectores de la oposición que están “jugando a obstruir”. Y añade: “No podemos gobernar escuchando a la derecha y menos dejándonos pautear por ellos”.

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Carlos Ruiz es uno de los mentores de la generación que hoy ocupa La Moneda. Los conoció de potrillos. Compartían lecturas, conversatorios, ideas. En esos tiempos, él ejercía una fuerte influencia sobre aquellos estudiantes universitarios. Con el tiempo se fueron distanciando y abrieron caminos.

Hoy, fuera de las esferas de gobierno, este sociólogo de la Universidad de Chile y hombre de izquierda, no les saca la mirada de encima. Menos en un momento que él define como histórico y en que advierte muchas amenazas. “Aquí hay sectores que están jugando a desestabilizar al gobierno”, afirma de partida.

-Ya pasaron los cien días de gobierno. Las encuestas están mostrando un aumento en la desaprobación. ¿Qué está pasando? ¿Por qué ha perdido tan rápido el apoyo?

-Se construyeron muchas imágenes en la primera etapa que no se ajustaron a la realidad. Por ejemplo, la imagen de que habíamos arrasado en la elección presidencial. Se nos olvidó demasiado rápido que estuvimos ad portas de ser gobernados por la versión más abyecta de la derecha. Se nos olvidó de la noche a la mañana que José Antonio Kast ganó la primera vuelta y que luego creció en la segunda vuelta electoral.

-Pero también es cierto que Gabriel Boric ganó con una importante mayoría.

-No hay dudas de que para la segunda vuelta se produjo una movilización gigantesca. Un crecimiento del voto pro Boric, pero no necesariamente es atribuible a él. Muchos votaron anti Kast. Eso también se perdió de la reflexión.

No hay dudas de que para la segunda vuelta se produjo una movilización gigantesca. Un crecimiento del voto pro Boric, pero no necesariamente es atribuible a él. Muchos votaron anti Kast. Eso también se perdió de la reflexión”.

-Entonces, ¿es artificial pensar que Boric llegó al gobierno con una gran mayoría ciudadana?

-Exacto. Pero lo más importante es recordar que aquí estaba la posibilidad de un retroceso democrático real. ¿Por qué lo digo? Porque esa amenaza todavía está latente. Y si perdemos ese elemento de juicio, estamos haciendo un análisis político irreal.  A eso hay que sumarle otro problema: el ensanchamiento político que se produjo en la alianza para segunda vuelta.

-¿Por qué sería un problema? Es la suma de esas fuerzas lo que le permitió ganar, ¿no?

-Sí, pero el tema es cómo construyes una mayoría política sustentable que te permita gobernar. Para segunda vuelta entraron sectores de la antigua Concertación, una izquierda con tradición extra parlamentaria y varios movimientos sociales. Fabiola Campillay, por ejemplo, entregó su apoyo en la segunda vuelta, no en la primera. Ése es un delta electoral muy fuerte.

-¿En qué sentido?

-En que necesitas organizar todos esos apoyos para que esto parezca un bloque político de verdad. En la primera reunión de Cerro Castillo, el Presidente dijo que éste era un gobierno con dos coaliciones y que él le gustaría que llegaran a ser una sola. Minutos después,  la vocera dijo que eso nunca se había discutido y que no tenía pie táctico ni estratégico. Claramente hay un proceso no resuelto.

-Tener esa fisura abierta, ¿debilita al gobierno?

-No es un tema de debilidad. Es una fragmentación política enorme que no la inventaron ellos. El tema es cómo construyes esa mayoría política sustantiva que te permita darle sustento a tu proyecto de transformación. Y aquí aparece otro problema sustancial que sí podría ser una debilidad.

-¿Cuál?

-La derecha. Ahí hay que poner atención.

-¿En qué?

-En que después de la elección, aquí se impuso la derecha más conservadora. Esa es la que está buscando desestabilizar al gobierno. Por lo tanto, el gobierno tiene que entender que está lidiando con una presión enorme para desestabilizarlo.

Aquí se impuso la derecha más conservadora. Esa es la que está buscando desestabilizar al gobierno. Por lo tanto, el gobierno tiene que entender que está lidiando con una presión enorme para desestabilizarlo”.

-¿Con qué objetivo?

-Están buscando hundirlo. Nosotros no habíamos tenido un cuadro político así en las últimas 3 ó 4 décadas. Me refiero a una fuerza política que estuviese dispuesta a jugar al todo o nada contra la otra. Siempre llegaba un momento en que se ponían de acuerdo e inventaban formas de salida. Aquí no se está ofreciendo ninguna. Lo que vemos es un obstruccionismo conservador.

-¿Pero en qué ves el despliegue de eso que llamas la desestabilización…?

-El Mercurio está de vuelta. Es cosa de ver cómo está reaccionando. Ellos fijan la agenda. Ejercen presión para instalar problemas que ya estaban, pero que ahora potencian, como el orden, la seguridad y la Araucanía.  ¿En cien días había que solucionarlo todo? Y ahí aparece la acusación de la falta de experiencia…

-Pero el tema de la falta de experiencia no ha sido sólo un argumento de la derecha. Son varios los sectores que han instalado esa crítica…

-¿Y qué quieren decir con eso? ¿Que vuelvan a gobernar los mismos que gobernaron por 30 años? El gobierno no puede caer en ese juego. Menos aceptar que los problemas son por una falta de experiencia del Frente Amplio y que, entonces, hay que suplirlos con cuadros de la Concertación que van a volver a replicar las políticas de los últimos 30 años. No se puede volver a las viejas recetas. Si lo hacemos, entonces, no entendimos nada de lo que pasó en octubre del 2019.

-¿Crees que el gobierno está ocupando viejas recetas?

-A ver: ¿Por qué tengo que entender que las tanquetas que hoy están en la Araucanía son mejores que las tanquetas que tenía Piñera en la zona? Son las mismas. Y esa estrategia ya está fracasada.

¿Y qué quieren decir con eso? ¿Que vuelvan a gobernar los mismos que gobernaron por 30 años? El gobierno no puede caer en ese juego. Menos aceptar que los problemas son por una falta de experiencia del Frente Amplio y que, entonces, hay que suplirlos con cuadros de la Concertación que van a volver a replicar las políticas de los últimos 30 años. No se puede volver a las viejas recetas”.

-¿Fue un error que se haya echado mano al Estado de excepción?

-Es que no quiero ir a una política específica. El gobierno se tiene que plantear cuestiones de un modo un poquito más grande. La enorme crisis social que hay en la zona, no lo vas a resolver con tanquetas. No lo hicieron los últimos tres gobiernos. Y si vamos a repetir lo mismo que ya se ha hecho, van a terminar tal y como terminaron los gobiernos anteriores.

-¿Será que llegaron con un diagnóstico incompleto? Pensemos en el episodio de la ministra Izkia Siches…

-Es que incluso el ejemplo de Izkia Siches cristaliza el ensanchamiento político que se produjo en la segunda vuelta presidencial y que aún no está configurado en torno a un proyecto. Eso es parte de la complejidad del proceso político.

-¿Eso significa que hay que revisar el programa de gobierno?

-¿Cuál programa? ¿El de Apruebo Dignidad? Es que ésa es una pregunta clave. Cada uno entiende por programa lo que quiere entender.

-¿Y qué entiendes tú?

-Yo entiendo que la situación política se precipitó a un nivel tal, que obligó a reconfigurarlo todo. Y ese proceso todavía está en curso. Ahí está la gran demanda de liderazgo. No lo digo sólo a nivel personal de Boric, sino de todas las fuerzas políticas que están paradas ahí.

-¿El gobierno chocó con la realidad?

-Puede ser que creyeron que tenían una mayoría política y social más configurada de lo que realmente era.

“SACAR A TROTAR”

-En esa configuración, ¿cómo ves a esta generación que gobierna y de la cuál fuiste mentor?

-Es que es un error pensar que esa generación está sola dirigiendo el país. Ellos están metidos en un entrelazamiento de una alianza gubernamental que no existía y que no tiene nombre. Esa es una cuestión inédita. Ahora, ¿cómo cuaja esto? ¿Cómo termina de decantar? Es noticia en desarrollo. Habría que exigirle a nuestras autoridades que avancen en esa línea y no solamente respondiendo a cuestiones inmediatas donde la derecha los saca a trotar todos los días.

-Es que no todo puede ser culpa de la derecha, ¿o si?

-Es dialéctico. Cuando te están pegando, es porque tú también te estás dejando pegar. Y ahí entramos en otro punto. Las transformaciones no son pura administración. Hay que hacerlas con la sociedad. ¿Qué rol está jugando hoy día el Frente Amplio en las federaciones de estudiantes?

¿Temes que al FA le pase lo mismo que a la Concertación? O sea, que la acción de gobierno, te haga perder pie en la sociedad…

-No. Esos eran otros tiempos. Pero sí me preocupa ver que el gobierno va perdiendo piso en la sociedad. En la propia bancada parlamentaria del FA ya están diciendo que hay instrucciones contradictorias; que no se sienten parte de la misma bancada. Imagínate cómo ocurre eso en los espacios sociales. Se dejó de hablar con ellos. Eso es peligroso. ¿Sabemos en qué está el movimiento estudiantil? Porque de nuevo los chicos están empezando a protestar y el Frente Amplio no parece ser alternativa de nada en este rato. Esa era toda su fuerza. 

¿Sabemos en qué está el movimiento estudiantil? Porque de nuevo los chicos están empezando a protestar y el Frente Amplio no parece ser alternativa de nada en este rato. Esa era toda su fuerza”.

-Sostienes que esta generación no está dirigiendo sola…

-Es que no hay una generación. Disculpa. La mitad del gabinete son mayores como Máximo Pacheco, Mario Marcel… Entonces, la primera pregunta es ¿a qué coalición corresponde Boric en este momento? Las  fuerzas de gobierno son muy distintas y establecen distintos criterios. Por ejemplo, el economista Andrés Solimano decía que hay un exceso de ortodoxia monetarista en el manejo de la inflación que está haciendo Mario Marcel. Habría que discutirlo, ¿no? ¿Por qué vamos a volver a las mismas políticas económicas que ya reventaron?

-No son pocos los que sostienen que el ministro Mario Marcel es una de las figuras que aporta mayor estabilidad al gobierno..

-¿Estabilidad para quién?

-Para los mercados, para la ciudadanía.

-Depende. Porque la ciudadanía habita en muchos sectores distintos. Habría que ver qué piensan los sectores populares cuando el Banco Central está subiendo las tasas de interés “hasta que sangren”, como dijo Vittorio Corbo. Y eso golpea a los sectores que necesitan tener crédito para la educación de sus hijos y hasta para ir el dentista. Entonces, ¿a quiénes estamos tranquilizando?

¿TIRAR EL MANTEL?

-Entonces, ¿para ti no es claro con quién esta gobernando Boric hoy?

-Es que no se ha resuelto esa disyuntiva. Más bien veo que van corriendo detrás de los problemas que les pautea la derecha conservadora y El Mercurio. Toda la cuestión comunicacional la están manejando ellos y lo hacen de una manera brutal. Lo están llevado a una presión enorme, cuando lo que se requiere es reconfigurar políticamente el nuevo mapa. Hay que darle rápida forma a eso. ¿Sabes por qué?

-No, no lo sé.

-Porque los problemas que gatillaron el estallido social están latentes todavía. Pero nadie está hablando de esas demandas. Es como si hubiesen desaparecido… Desaparecieron las pensiones como prioridad, la educación, la salud. Esos son los problema con los cuáles creció el Frente Amplio como fuerza política. Entonces, no podemos gobernar escuchando a la derecha todo el rato y menos dejándonos pautear por ellos.

Desaparecieron las pensiones como prioridad, la educación, la salud. Esos son los problema con los cuáles creció el Frente Amplio como fuerza política. Entonces, no podemos gobernar escuchando a la derecha todo el rato y menos dejándonos pautear por ellos”.

-No sé si al observar los problemas de seguridad, de delincuencia, se podría llegar a la conclusión de que es una pauta de la derecha…

-Por supuesto que el problema existe, pero es absolutamente parcial la forma en que la derecha lo plantea. ¿Qué tal si explicitamos las tasas de delito efectivas? ¿Cuánto han subido? Hay que conversarlo con la gente. Este momento requiere mucha capacidad de comunicación. Hay que gobernar con la gente.

-A tu juicio, ¿falta un gobierno más atento?

-El gobierno no ha tenido una política clara con la derecha y debería tenerla. También debe conversar con los sectores menos conservadores. Es responsabilidad de todos bloquear  a una derecha antidemocrática porque es un riesgo real a la democracia. Es evidente que en la derecha están jugando a obstruir y lo hacen a un nivel tan brutal que está bordeando la desestabilización.

-¿Y abrirse a cuál derecha?

-A los sectores de una derecha razonable. Porque, insisto, estamos enfrentados a la más abyecta de las derechas que está jugando a tirar el mantel. Hasta intelectuales como Daniel Mansuy y Hugo Herera han dicho por qué no habilitan a otros sectores. La derecha actual no dialoga. Es una derecha que viene a bombardearlo todo.

-¿Eso podría interpretarse como un retroceso democrático?

-Hay preocupación en ciertos sectores de la izquierda de que pueda haber una regresión autoritaria en este país producto de este intento de desestabilización.

-¿Pero qué significa eso en estos tempos?

-Hoy no existe el quietismo de la sociedad, como sí lo hubo en los años 90. Por lo tanto, puedes tener una presión de desestabilización por dos lados: por la presión de la derecha y por una presión social.

-¿La derecha de Kast es tan poderosa?

-No terminamos de aceptar que en la segunda vuelta electoral se manifestó el hundimiento completo del régimen político de la transición. Ese formato ya no tiene ninguna capacidad de operar.

-Pero hay un proceso constituyente en el medio…

-Sí, pero la derecha quiere abortar ese proceso constituyente. Está dedicada a eso. Lamentablemente, eso puede significar que se prenda la mecha de nuevo.

-¿Y los sectores de derecha que firmaron y produjeron ese acuerdo, no están jugando un rol?

-Esos sectores de derecha que entendieron la situación que había en octubre del 2019 y que pactaron una salida, como Mario Desbordes o Juan Antonio Coloma, hoy no cortan nada. Se los comió la derecha que no quiere cambios. Lo que no se entiende es que si no había intención de cambiar nada, para qué avanzaron en un acuerdo. Esto puede costar una guerra civil.

-¿Cómo?

-Claro. Abrieron la posibilidad de una reformulación constitucional y ahora quieren abortar ese proceso porque, en el fondo, no creen en ninguna transformación posible.

-¿Efectivamente la suerte del gobierno se juega en el plebiscito del apruebo versus el rechazo?

-La suerte del gobierno está totalmente unida al proceso constituyente, pero también al camino que vayan a tomar las transformaciones sociales. Pase lo que pase, gane quién gane, el proceso de cambios va a seguir vivo.

-Si el resultado es muy ajustado, ¿no se calman las aguas?

El plebiscito será muy estrecho. Y en ninguna de esas dos variantes, tendremos un escenario simple. Pero la posibilidad de encauzar un malestar social gigantesco, latente, que aún no ha tenido ninguna resolución, es urgente. Sobre todo porque después de la pandemia, la situación está más complicada que en octubre 2019. Lo dicen todos los indicadores. Entonces, encauzar ese proceso institucionalmente es una responsabilidad histórica. De lo contrario, vamos a tener más situaciones de desborde político y social.

-¿Por qué hablas de una guerra civil?

-Porque pueden estallar las cosas. Hemos tenido otros momentos en la historia en que frente a la discusión de una nueva Constitución, se generan situaciones complejas. Nosotros vamos hacia un periodo convulso. Y si seguimos sin respuestas o pensando que  vamos a resolver las cosas sólo con tanquetas, estamos mal encaminados. El problema de la desigualdad o la situación de la Araucanía no se van a resolver con las mismas recetas de los últimos 3 ó 4 gobiernos.

Nosotros vamos hacia un periodo convulso. Y si seguimos sin respuestas o pensando que  vamos a resolver las cosas sólo con tanquetas, estamos mal encaminados. El problema de la desigualdad o la situación de la Araucanía no se van a resolver con las mismas recetas de los últimos 3 ó 4 gobiernos”.

-¿El problema de Boric es buscar soluciones mirando el espejo retrovisor? 

-De Gabriel y de todos los que son parte de este entramado. Ellos están obligados a hacer un balance histórico respecto a cómo y por qué terminamos metidos en el 18 de octubre. Las personas que vienen de la Concertación y que  quieren colaborar desde allá adentro, también tienen que aportar a ese balance. No se puede repetir lo que ya esta archi comprobado que no funciona.

-¿Y ahí cuál es el rol del gobierno?

 -Esto va más allá del gobierno. Lo que está andando es un proceso histórico. Hay que darle espacio a  los partidos, anclarse en la sociedad, en los movimientos sociales. Y aquí cierro con lo mismo que dije al comienzo: es muy importante sopesar que hay una derecha que está buscando desestabilizar al gobierno. En esas condiciones, urge reorganizar un proceso de transición de las transformaciones.  ¿Cuáles podemos hacer? ¿Cuáles no podemos hacer? Es clave definir eso para poder ordenar el relato.

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