Voto de los jóvenes: expertos entregan claves sobre cómo podría incidir en el resultado del plebiscito constitucional

La gran mayoría -si no todas- de las últimas encuestas previas al plebiscito constitucional de este domingo 4 de septiembre proyectan un triunfo de la opción Rechazo. Sin embargo, el voto obigatorio como factor novedoso de los comicios plantea dudas respecto al escenario.

También, el voto de los jóvenes principalmente en las ciudades grandes, puede ser determinante en la definición de los resultados. En general, la participación del segmento etario entre 18 y 29 años venía al alza en los comicios de los últimos años. Pero existen dudas sobre cómo se comportará para estas votaciones.

Por eso, en The Clinic analizamos junto a especialistas electorales cómo podría incidir en las votaciones que se llevaran a cabo en dos días más.

Tendencias en participación

En el padrón electoral del plebiscito, según datos del Servel está compuesto por 15.173.929 personas. De ellos, 3.138.299 corresponden al segmento entre 18 y 29 años, lo que corresponde un 20,7% del total.

«Sería 1 de cada 5 votantes serían jóvenes de todo el padrón», señala Miguel Ángel López, académico de la Facultad de Gobierno de la Universidad de Chile. «La gran alza se produjo en el plebiscito de 2020, donde el procentaje que más votó por grupo de edad fueron los jóvenes de entre 18 y 29. Pero eso cayó radicalmente en las elecciones de convencionales constituyentes, donde se volvió al nivel que habían tenido en 2017», dice. Un porcentaje cercano al 37% de la segunda vuelta de esa elección.

En general, la última década ha sido fundamental en este incremento. Desde el plebiscito de 1988 hasta 2009 -cuándo la inscripción era voluntaria y el voto obligatorio- la participación bajó desde 34% a sólo un 8%. Lo que volvió a subir en 2013, cuando votaron cerca del 22% y alcanzó su pick en el plebiscito de entrada al proceso constituyente, donde votó el 56% del padrón que pertenecía a ese grupo.

Andrés Schermann, investigador del Laboratorio de Encuestas y Análisis Social de la Universidad Adolfo Ibáñez, explica que «al principio de la década, los niveles de participación electoral de los jóvenes eran muy bajos, pero su participación en protestas y movimientos -formas de participación política no institucional- eran super importantes. Primero en el movimiento estudiantil y después en los medioambientales, después en el 2019».

Sostiene que «al final de la década es que esa participación se volcó también en participación electoral». Sin embargo, argumenta que hay poca información disponible para proyectar cómo será la participación de los jóvenes esta vez.

Por una parte, porque las encuestas probabilísticas tienen pocos casos, o sea un margen de error muy alto. «Las encuestas no nos han dado tanta información si es que los jóvenes que se van a a sumar, o se van a comportar de manera similar a lo que están votando hoy día», agrega el analista de la UAI.

Santiago vs. regiones

Para analizar el factor de diferenciación entre las opciones Apruebo y Rechazo según los territorios, Schermann acuña el concepto de «clivaje centro periferia». Así, saca a colación los resultados de la última elección presidencial entre el presidente Boric y José Antonio Kast.

«La información que disponemos en que en las zonas norte y sur, el apoyo del Rechazo es considerablemente más alto que en la región Mtropolitana. Uno podría atribuirlo a la crisis migratoria y al conflicto mapuche en al Macrozona Sur. Dicho eso, la elección del 2021 estos temas estaban menos sobre la agenda, y ya tuvimos una diferencia enorme en la votación. En la segunda vuelta, en Santiago Boric sacó 60,3% y Kast 39,7%. En el resto del país Boric obtuvo 52,6% y Kast 47,4%», explica.

López sostiene que «el voto joven en principales ciudades generalmente es un votante joven más bien de izquierda, y es un votante que sobretodo vive en barrios más empobrecidos, entonces este joven tendría una tendencia más fuerte a votar por el Apruebo». Sin embargo, advierte que «no hay ningún estudio que señale que realmente vayan a votar por el Apruebo», escenario donde plantea varios escenarios después de revisar mucha información disponible y conversar con sus colegas analistas.

«Unos piensan que si obligan a estos jóvenes a votar, van a estar molestos y van a votar Rechazo. Otros dicen que en realidad si votarían Apruebo casi todos, al igual que su grupo de interacciones. Entonces no tenemos datos sobre cual sería la tendencia de voto de ellos, pero existe la creencia de que ellos ayudarían a que revierta la tendencia de voto actual en favor del Apruebo», dice.

Voto obligatorio

Sin duda, este es el factor más novedoso para estos comicios. Pero a esto no diferencia los grupos etarios, por lo que la incertidumbre de sus efectos es superior. «Crea una serie de problemas para la predicción de las encuestas y poder determinar la intención de voto, pero también problemas en cuál va a ser el resultado final. Sobretodo, porque no sabemos cuantos realmente van a votar», el académico de la U. de Chile.

Por otra parte, relega que el porcentaje de participación de mayores de 80 años también elevarse. «¿Qué ocurre específicamente con los jóvenes? A pesar de que votaron bastante -el que grupo más votó en el plebiscito del 2020- todavía existía un 40% de ellos que no votó. Entonces de todas maneras ese 40% también es decisivo», agrega.

En esto coincide Schermann. «Venimos al alza en términos de participación en ese segmento, así que es una tendencia que más o menos debería mantenerse, sobretodo porque el voto esta vez es obligatorio, no voluntario. Si es olbigatorio, deberíamos tener más gente participando», señala.

En los resultados «va a depender mucho de quienes vayan a votar, porque si van a votar muchos jovenes, eso aumenta las posibilidades del Apruebo de manera importante. Si van a votar gente de los sectores más pobres, también aumenta la posibilidad del Apruebo».

«Pero por otro lado, en las útlimas elecciones la gente de 60 años y más ha votado muy poco por el tema de la pandemia. Y eso podría cambiar esta vez y que esa gente fuese a votar de manera mucho más masiva», concluye.