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Entrevistas

21 de Noviembre de 2022

Ana Lya Uriarte (Segpres) y respaldo al destino individual de la cotización extra en reforma de pensiones: “Es un tema que para el progresismo y la izquierda nos duele”

Uriarte asegura que "a la izquierda" le duele el respaldo al destino invididual de la cotización extra contemplada en la reforma de pensiones.

“Ha incidido fuertemente un tipo de comprensión respecto de la seguridad social, desvirtuada por esta lógica individualista que es propia del neoliberalismo”, argumenta la ministra Segpres sobre el apoyo en las encuestas a que el destino de la cotización extra del 6% contemplada en la reforma de pensiones, vaya entero a una cuenta individual. En entrevista con The Clinic, además, revisa las negociaciones para habilitar un nuevo Proceso Constituyente y la Comisión para la Paz y el Entendimiento en la Araucanía, instancia también a su cargo.

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Comienza la última semana de Noviembre y los partidos que negocian un acuerdo para habilitar un Proceso Constituyente, aún no encuentran la fórmula para destrabar las tratativas. El número de convencionales y la composición del órgano constituyente, han sido los principales nudos de dichos diálogos. En ellos, participa en un rol de acompañamiento la ministra de la Secretaría General de la Presidencia, Ana Lya Uriarte

En tanto representante de La Moneda en el Congreso, a Uriarte le toca presenciar seguir esos encuentros entre el oficialismo y la oposición que parecen no llegar a puerto aún. Asimismo, y siguiendo con su rol, debe tramitar la reforma de pensiones y la tributaria, pensada -entre otras cosas- para ejercer de sostén financiero para un nuevo sistema previsional. 

Como si ello no fuera poco, también está a cargo de la Comisión por la Paz y el Entendimiento, instancia que tiene por objeto encontrar una salida al conflicto en la Araucanía en sus dos aristas: seguridad y política. 

-¿Tendremos o no una nueva Constitución?

-El gobierno ha manifestado desde el primer día que va a acompañar este Proceso Constituyente, no obstante que quien lidera la articulación es el presidente del Senado, Álvaro Elizalde, y el Presidente de la Cámara, Vlado Mirosevic. Quienes están haciendo la discusión política propiamente tal para lograr esos acuerdos que habiliten este paso hacia una nueva Constitución, son todas las fuerzas políticas. 

En mi opinión personal, los tiempos más complejos han pasado porque la definición de los bordes, que desde mi punto de vista es lo sustantivo, ya está abordado. Hoy día son temas más bien de mecanismos, de instrumentos y de herramientas. Pero en relación a los temas de fondo, tienen una menor entidad conflictiva.

¿ Y cómo se hace para que la ciudadanía se vuelva a reencontrar de nuevo con esto? Empezó el mundial, se termina el año y vienen las vacaciones. 

-Tengo la convicción de que la vida de las personas hay una dimensión de la cotidianeidad que nadie puede esquivar en la urgencia de trabajar y generar el sustento, de atender las condiciones familiares en Salud, Educación y también la recreación, como por ejemplo el Mundial de Fútbol.

Pero más allá de aquello cotidiano está lo otro, lo estructural, lo que marca en definitiva la posibilidad de vivir cambios que aumenten la calidad de vida en el sentido de mejoras en dignidad, es decir, Salud, Educación, Previsión. Desde ese punto de vista hay una circunstancia constituyente.

-¿Cómo así?

-Un tema constitucional no es un tema de un momento, de una coyuntura como se tiene una efervescencia por algún tipo de materia de tanta contingencia que sea fugaz. Estamos hablando de cuestiones que constituyen una circunstancia que acompaña el devenir de las personas y puede expresarse con absoluta atención sobre ese proceso, como cuando se produjo el acuerdo del 15 de noviembre hace tres años atrás, recién acaecido el Estallido Social. 

Esa preocupación fundamental puede no manifestarse en términos de la primera reacción de entusiasmo o de pasión que hubo en noviembre, diciembre o enero del año 2019 y 2020. Pero sigue siendo para las personas aquello que explica el cómo se puede avanzar hacia otro tipo de sociedad.

¿Eso también es menos presión para quienes están en las negociaciones, no?

-En el sentido de que hay un tiempo que da cierta holgura para el debate político, para la deliberación política, pero que no por eso los exime de la responsabilidad de llevar adelante y cumplir con un compromiso de tener una nueva Constitución para Chile. Porque en eso hay que recordar que los sectores progresistas y de izquierda están comprometidos.

Y la derecha, por otro lado, defendió muchísimo la idea de que ellos rechazaban la Constitución para generar una nueva Constitución. Mil veces dijeron que teníamos que creerle porque era su real compromiso y lo siguen sosteniendo. Por lo tanto, entiendo que ese compromiso sigue vigente, en tanto están sentados como fuerza política en un encuentro con las fuerzas políticas de centro izquierda.

-Usted dice que los bordes están definidos, pero la composición del órgano constituyente, no. Hay sectores del oficialismo que se abren a que una eventual Convención no sea 100% electa. ¿Cuál es la opinión del gobierno sobre esta materia?

-Como ha dicho el Presidente, hemos preferido tener la prudencia del acompañamiento y no de la opinión. No quisiéramos perturbar aquello que es propio de la fuerza política que están conversando, sentados en la mesa en esa conversación.

-El Gobierno ha tenido opinión, pero creemos que es bueno que mantengamos esa prudencia que indica que acompañamos, pero no interferimos en esa conversación.

Porque el presidente ya adelantó un criterio meses atrás de que, en su opinión, que esta convención fuera 100% electa. 

-El Presidente, usted lo ha dicho hace un tiempo, manifestó una opinión. Pero hace pocos días atrás, señaló que la prudencia indicaba que era un buen momento para permitir que las fuerzas políticas actuaran sin interferencia nuestra.

-Está la hipótesis del Péndulo, que dice que subjetividad política de las personas está más inclinada a la derecha tras el Plebiscito de Salida. Si las elecciones de convencionales se hicieran ahora, ¿advierte la posibilidad de que una nueva Carta Fundamental sea redactada, principalmente, por la derecha?

-Es difícil la pregunta que usted hace porque desde hace un tiempo he visto que es muy difícil hacer pronósticos que sean certeros en cuanto a los resultados de elecciones. Una elección de convencionales es tan incierta como fue el reciente Plebiscito de Salida, o como fue el anterior de Entrada. 

Desde mi perspectiva van a jugar una serie de factores que son muy difíciles de prever, como por ejemplo quiénes van a ser los candidatos, qué tipo de lista van a haber para esas elecciones, qué rol va a jugar, y cuánto va a pesar el tema regional en ese tipo de elecciones.

En verdad no me atrevería a hacer un pronóstico. No estoy en la tesis de que la oscilación del péndulo vaya a llevar a un extremo o a otro, más bien pienso que estamos en un nivel de incertidumbre bien importante porque no conocemos las variables. No me atrevo a hacer un cálculo, pero no soy pesimista.

-¿Y en qué basa su optimismo? El tercer aniversario del 15N, por ejemplo, pasó prácticamente desapercibido.

-Baso mi moderado optimismo en que tengo confianza en que la fuerzas progresistas pueden llegar a tener buenos representantes como para exponerlos ante la ciudadanía y llevarlos a que sean objeto de un escrutinio público. Pero insisto, sólo son apreciaciones sin rigor técnico.

Pensiones: “Siempre hemos apelado a otro tipo de forma más colectiva de organización”

-Las encuestas marcan una opinión preponderante porque el destino de la cotización adicional en la reforma de pensiones, contrario a lo que plantea el proyecto, vayan entero la cuenta individual. ¿Cómo lo va a hacer el gobierno para enfrentar esa subjetividad?

-Vamos a tener que redoblar nuestro esfuerzo en la pedagogía de la reforma de pensiones, porque en la medida en que se comprenda que la cotización es con cargo al empleador, no hay nada que se le esté, comillas, sacando al trabajador. 

Con más pedagogía, podremos explicar que ese 6% va a rendir más en cuanto a la mejora de las pensiones para los sueldos bajos y medios en ese bolsón de seguridad social, más que en una cuenta individual. Eso tiene varias explicaciones de corte técnico con las que no quiero cansar, pero van desde la rebaja en las cuotas de administración que se cobran hoy día, hasta el tipo de inversiones que se hacen con ese 6%.

En consecuencia, aquí hay un cúmulo de factores que están calculados matemáticamente y que hacen que esta pedagogía requiere que expliquemos aquello con una base y un sustento súper sólido.

¿Pero advierte la complejidad que le planteo? La derecha instaló el concepto “Con mi Plata No” en la Convención y ya sabemos los resultados del Plebiscito de Salida. 

-Advierto perfectamente la complejidad que tiene y nos hacemos cargo de que existe un sentido común instalado respecto de las personas que, primero, quieren tener la posibilidad de optar y por eso va a existir un gestor de inversiones público. 

Pero van a coexistir también con este gestor de inversiones público, gestores de inversión privado y la persona va a poder elegir. Es decir, se salvaguarda el derecho de elección.

Y de la misma forma, entendiendo que hay un sentido común respecto de la cuenta de capitalización individual, esta se mantiene incólume respecto del sistema que está vigente hoy día. Es decir, nos hemos hecho cargo de aquello que hemos entendido que forma parte ya de un sentir mayoritario respecto de cómo la personas imaginan su esfuerzo representado en cotizaciones. Por supuesto que eso va a ser respetado.

-¿Y por qué se instaló ese sentido común que usted llama de apropiación personal? ¿Qué pasó ahí?

-Lo que yo creo que ha incidido fuertemente es un tipo de comprensión respecto del tema de la seguridad social, desvirtuada por esta lógica individualista que es propia, por lo demás, del neoliberalismo. Tú mérito y tú esfuerzo, debe ser reconocido y el problema de los demás, de los que tienen carencias, de los que tienen necesidades, es un problema de otros, pero no es tuyo.

Naturalmente es un tema que para el progresismo y la izquierda nos duele, porque indudablemente nosotros siempre hemos apelado a otro tipo de forma más colectiva de organización, de manera que el Estado y las personas contribuyan o tengan siempre presente ese deber de protección respecto de las contingencias de la vida que existen.

Hemos debido aprender a conjugar estos sentidos comunes que se instalaron con nuestras convicciones y, además, con una situación fáctica muy concreta y real, como es la inversión de la pirámide etaria. Hoy día existen más viejos que jóvenes. En consecuencia, tampoco podría operar un sistema sobre la base únicamente de la intergeneracionalidasd: necesariamente tiene que estar el Estado.

-El vocero de la coordinadora de No Más AFP, Luis Mesina, decía que no se acaban las AFP: sólo se les cambia el nombre y tendrán el rol de gestores privados. ¿Se acaban o no las AFP?

-Difiero de la opinión del señor Messina porque veo una transformación total en el modelo, porque las AFP se constituyeron desde su primer eslabón hasta el último como un todo único. Es decir, por una parte recepciona las cotizaciones, por otra parte gestionaban esas cotizaciones con inversiones que teóricamente iban a rentar, y por otra parte administraban oficinas, administraban cuentas individuales, pagaban la pensión, calculaban, y hacían la cobranza.

¿Y qué pasó? Pasó que ese modelo, con un todo único integrado, no consiguió entregar buenas pensiones a los chilenos y chilenas. Y eso sí que es un punto que yo creo en el que hay total coincidencia. No he visto a ninguna persona, ni de derecha e izquierda, ni de centro, decir que las pensiones en Chile son buenas.

-¿Pero se acaban o no las AFP en la reforma de pensiones?

-¿Por qué digo que se acabaron las administradoras de fondo de pensiones? Porque si bien van a existir gestores de inversión, uno público y privados, el resto de las tareas no van a seguir en manos de entidades privadas.

A la vez que se tramita la reforma de pensiones, se tramita también la reforma tributaria y también el proyecto 40 Horas. ¿No se le está cargando la mata al sector privado en tiempos de recesión?

No se le está cargando al sector privado porque todos los cambios que se están proponiendo y que están siendo conocidos por este Congreso Nacional, tienen una gradualidad en su implementación y está comprobada su necesidad. En cuanto a los tiempos de implementación de las 40 Horas, son años para que puedan implementarse.

Y respecto de la reforma tributaria, siempre se ha contemplado tramos y gradualidad, que además fija sus ojos en los grandes capitales con aquellos que tienen grandes grandes utilidades. El principal atentado contra la paz social es la inseguridad, que puede ser no sólo delincuencial, sino que también económica y social en el sentido de poca protección y miedo al futuro.

-Sin embargo, la presidenta del Banco Central, Rossana Costa, dice que con la reforma de pensiones, “el impacto es muy relevante en el crecimiento en el mercado de capitales y en el mercado laboral”.

Esas expresiones de la presidenta del Banco Central, que por supuesto no voy a ser yo quien las discuta técnicamente, tienen, en cambio, otras expresiones respecto de una relativización en cuanto a la severidad con que se manifiesta. Lo que quiero decir es que en los cálculos que nosotros hemos hecho al construir la reforma tributaria, no tenemos un impacto de la severidad que refleja las palabras de la directora del Banco Central. 

Tienen una intensidad que, de acuerdo a los antecedentes con los cuales ha sido construido el proyecto de reforma tributaria, no se ven tan severos como ella señala.

¿Y por qué en la reforma de pensiones no se incluyó a las Fuerzas Armadas? Porque ese sector de la sociedad tiene un sistema distinto y además muy ventajoso- Cualquiera quisiera tener una pensión propia de los militares…

-En verdad, la respuesta precisa en términos políticos, debo señalarle que no la tengo. Solamente me atrevo a señalar que hemos atravesado momentos que han incidido en que hayamos tenido ciertas consideraciones, tanto desde la lógica de la eficiencia, el trabajo y los esfuerzos que deben realizar Fuerzas Armadas y Carabineros, haya hecho de que este tema no esté en la primera línea de la urgencia de cambios. Porque nuestra primera urgencia era mejorar las pensiones de los chilenos.

-Hay un criterio de justicia también…

-Según entiendo, las pensiones de militares y Carabineros no están en una condición desmedrada como están las pensiones del resto de los chilenos y chilenas. Por lo tanto, atendiendo la urgencia, lo que corresponde es tramitar esta reforma de pensiones para todos aquellos que no forman parte de los cuerpos armados.

-Y resuelta esa emergencia, ¿el sistema de las Fuerzas Armadas se va mantener?

-En verdad no le podría decir, porque es un tipo de agenda que se conforma con la deliberación de muchos actores. Por lo tanto, no estoy en condiciones de responder a esa pregunta.

Araucanía: “Vamos a dialogar con todos los que quieran dialogar en paz”

-¿Cómo calificaría usted la posición actual de la oposición? ¿Colaborativa u obstruccionista? Se lo pregunto porque han condicionado, por ejemplo, que la reforma tributaria se despache este año. 

-Todas las fuerzas políticas que están hoy día en el Congreso, están en la lógica de llevar adelante diálogos y discusiones donde cada uno hace su punto. No creo que sea esto fácil, no creo que la derecha, por ejemplo, vaya a generar una discusión sobre los puntos que cree, pero veo que están dispuestos a discutir, a sentarse en una mesa y a generar ese diálogo. Siendo el Congreso Nacional donde se encuentran todas las fuerzas políticas, es el lugar de deliberación y no podemos esperar menos que eso.

Lo que consideraría obstruccionista es que no quisieran trabajar sobre los proyectos de ley que nosotros presentamos o de reformas.

El presidente de RN ha dicho que ante la idea de un acuerdo de seguridad, se debe primero introducir cambios a la ley Antiterrorista.

-Entiendo que el senador Chahuán, precisamente lo que dice es que quiere encontrarse acá en el Congreso Nacional con nosotros para debatir esa ley. Eso no es obstruccionismo, eso es parte del juego democrático porque dice que quiere discutir esta ley. 

-Usted tiene un rol en la Comisión por la Paz y el Entendimiento en La Araucanía, un tema histórico que ha atravesado gobiernos. ¿Por qué deberíamos creer que va a resolver este tema que no se ha resuelto en años de años de años?

-El gobierno hace una propuesta a la sociedad chilena para mirar este proceso con esperanza por algunas razones que voy a señalar. La primera de ellas es que no habíamos visto antes un ánimo transversal en orden a abordar el tema de La Araucanía y buscar una solución.

En segundo lugar, este gobierno ha decidido no empezar nuevamente a hacer diagnóstico porque los diagnósticos ya existen. El Presidente Boric ha sido categórico en esto: no vamos a perder ni un segundo en caracterizar la situación, eso ya es parte del trabajo que está hecho.

-¿Qué rol tendrá el Plan Buen Vivir en la solución al conflicto?

-El Plan Buen Vivir, que tiene una dimensión que dice relación con llevar el Estado a las comunidades mapuche que han estado muy postergadas, con poca atención preferente por parte del Estado para nivelar en términos de dignidad. De hecho, lo que más piden las comunidades, es caminos y saneamiento, y ese va a ser nuestro foco el año 2023. Para eso están los recursos.

Por otro lado, este Plan Buen Vivir trabaja en el diálogo político permanente con comunidades. Llevamos 165 diálogos con igual número de comunidades y estos diálogos tienen por objeto reconstruir confianzas que están o destruidos o severamente dañados.

Y para que el Plan Buen Vivir no sea golondrina de un verano, vamos a institucionalizarlo y pretendemos hacerlo a través de una ley, de manera que los gobiernos que nos sigan a nosotros para adelante, se hagan cargo de continuar una tarea y puede haber seguimiento de compromiso. 

Y por otro lado, mira a la solución de corto, mediano y largo plazo, está la Comisión por la Paz y el Entendimiento, que se va a lanzar en marzo de este año, con un mandato a dos años para que entregue sus conclusiones en enero del 2025 cuando se cumplen 200 años del Tratado de Tapihue.

El objeto de esta comisión es sólo uno; la delimitación y determinación de la demanda histórica del pueblo mapuche, tanto de aquella que se basa en títulos como también la demanda de tierras antiguas que debe ser naturalmente justificada.

-Ojalá funcione, pero es altamente probable que los hechos de violencia sigan ocurriendo en la Araucanía. 

-Bueno, la razón por la cual el Plan Buen Vivir y esta Comisión están situadas en el Ministerio Secretaría General de la Presidencia, es porque los temas de seguridad van a ser abordados como tales, es decir, como un problema de seguridad. Nosotros estaremos haciendo este trabajo político y por otro lado, tenemos que hacernos cargo como gobierno del tema de la seguridad.

El Presidente ha sido súper claro y categórico en esta materia al señalar que los hechos de violencia, hechos que son cobardes y viles, van a ser perseguidos sin ningún tipo de contemplación por los organismos que corresponde. Nosotros vamos a estar dialogando con los que quieran dialogar y los que estén dialogando en paz.

¿Qué espera el gobierno de organizaciones como la CAM? Al principio del gobierno, la ministra Siches hizo el intento de acercarse, pero no le fue muy bien.

-Hemos sostenido que vamos a dialogar con todos los que quieran dialogar en paz. No creemos que sea posible que, si transversalmente como país estamos de acuerdo en que tenemos que buscar una solución al conflicto mapuche, que tenemos que hacernos cargo de las demandas y reivindicaciones, al mismo tiempo tengamos que ser sujeto de chantaje. 

Nos parece que es incompatible y tiene que encontrarse en esta buena voluntad, aquellos que verdaderamente sientan o estén guiados por ese espíritu. La violencia, que ya no solamente daña bienes, sino que daña y mata personas, es algo que supera cualquier posibilidad de diálogo.

-Hace algunos días se realizó el cónclave oficialista en Cerro Castillo (Viña del Mar) Entre otras cosas, se concluyó que ahora el oficialismo era una alianza de gobierno. ¿Y antes qué había entonces? ¿Un matrimonio a la fuerza?

-Nosotros como gobierno nos sustentamos en dos coaliciones, Apruebo Dignidad y Socialismo Democrático. Y al momento de realizarse el cónclave, además de reiterar el compromiso con el gobierno del Presidente, se determinó que se iba a conformar la alianza de Gobierno, que es una estructura que va a tener una dinámica de funcionamiento determinada y que va a permitir ese encuentro político y el procesamiento también de diferencias cuando ellas se produzcan. 

En términos simples, es una estructura que tiene procedimientos y que son tan necesarios para apoyar la tarea del gobierno. 

¿Y antes que había entonces?

-Es que no había un diálogo muy profundo ni muy estructurado entre las dos coaliciones. Y después del cónclave, ese es el punto que se aborda, se trabaja y se diseña con esta arquitectura.

¿Y qué les hace pensar que esa arquitectura va a permitir de que haya mayor unidad de propósitos? Estas cosas no se hacen por decreto.

-Tenemos unidad de propósito y estamos porque apoyamos el gobierno del Presidente Boric. Esa fue la razón por la cual el Partido Socialista declaró desde el día uno que íbamos a apoyar el gobierno sin vacilaciones. Lo propio hizo el Partido Liberal, el Partido por la Democracia. 

Hay una una unidad de propósito que está ahí, firme y férreamente declarada, y forma parte de la esencia política, de la estructura de gobierno que hoy día tenemos. Existiendo esa unidad de propósito, el resto se ordena en relación a esa unidad de propósito. Y el propósito es apoyar, colaborar y sostener el gobierno del Presidente.

-Uno escucha al alcalde de Recoleta, Daniel Jadue, y me hace dudar si hay unidad de propósito.

-Usted me está citando a un militante de un partido político.

Y también Precandidato presidencial.

-Fue precandidato presidencial y no es la voz oficial del Partido Comunista. En consecuencia, tomamos esas expresiones como la opinión libre y democrática, y aceptamos democráticamente esas opiniones, pero no las asimilamos en la voz del Partido Comunista.

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