Opinión

11 de Enero de 2023

Columna de Claudia Pizarro: Reciclaje en La Pintana, nadie es profeta en su tierra

Columna de Claudia Pizarro: Reciclaje en La Pintana, nadie es profeta en su tierra

“Una mira las encuestas, como la última CEP, por ejemplo, y el medio ambiente sigue entre las últimas preocupaciones de la gente. Y quienes nos esforzamos por aportar desde un enfoque de sustentabilidad somos mirados como bichos raros. Que somos jipis, esnobistas, que mejor tapemos los hoyos de las calles, que nos ocupemos de la seguridad pública y del cuantuay de ‘problemas reales de la gente’”, dice la alcaldesa de La Pintana.

Por Claudia Pizarro

Hace poco más de tres años, en septiembre de 2019, recibí un mensaje directo por Twitter. Era la periodista de la BBC News World Service, Erika Benke.

Yo no entendía entonces cómo una profesional especialista en temas medioambientales podría requerir algo sobre una comuna ubicada a más de 11 mil kilómetros de Londres, cayéndose del mapa de Santiago.

Me pidió atender, durante el verano siguiente, a un equipo de esa red británica, liderado por la ambientalista islandesa Leena Vuotovesi. No me convencí de que era verdad, hasta el 31 de enero de 2020, cuando los recibimos, en la Dirección de Gestión Ambiental de La Pintana, DIGA. 

Quienes hemos nacido y crecido en la marginalidad no acostumbramos a disfrutar de este tipo de visitas. La segregación territorial y social nos hace desconfiar siempre, de casi todo; así como la falta histórica de cariño nos ha vuelto poco cariñosos.

Leena no hablaba español, pero sabía más acerca de La Pintana y su gestión en sustentabilidad que cualquier otro periodista chileno. Nos venía a coronar. Quería reconocernos. La comuna más pobre de la Región Metropolitana era la campeona nacional del reciclaje y su historia era heroica. Así nos lo hizo saber.

Fue hasta mayo de ese año que debimos esperar la emisión del reportaje “Chile’s greenest town? What Finland can learn from La Pintana”, de la BBC News. El estallido de la pandemia mundial del Covid-19 retrasó todo. Temimos, incluso, que no se pasara. Pero salió y lo festejamos. Celebramos, agradecidos, la empatía de estas “gringas” que nos miraban desde Europa con otros ojos: con los ojos de la empatía y la integración.

Pensaba en cómo una pobladora-alcaldesa, habituada al desprecio y al ninguneo de sus propios pares en política, provocaba el interés de uno de los medios más influyentes del planeta. Y pensaba en la señora Aurora, también pobladora, removiendo el compost con una pala, para dar alimento a las lombrices californianas con las que convive todos los días. También en sus compañeros y compañeras de labores en la DIGA, y en los miles de vecinos y vecinas que han dado vida al círculo virtuoso de la separación en origen.

Y recordé también la figura señera del desaparecido Manuel Valencia, ese ingeniero chileno que partió hacia Holanda después del golpe de 1973 y que, en su vuelta, recaló en La Pintana, en los 90, con las maletas cargadas de ideas e ilusiones. Si hay alguien a quien debemos buena parte de estos reconocimientos, es a Manuel.

Tras el encuentro con la BBC, pasaron tres años para que otro medio extranjero reviviese la épica pintanina del reciclaje de orgánicos. Esta vez fue France-Presse.

Entremedio, recibimos a personalidades del mundo político ligadas a la sustentabilidad, como el ministro de Medio Ambiente y Cambio Climático de Canadá, Steven Guilbeault; la representante de Alemania en Cambio Climático,  Jennifer Morgan; la ministra de Medio Ambiente chilena, Maisa Rojas, y el exministro de la Presidenta Bachelet, Marcelo Mena. Y cómo no, al embajador de Canadá en Chile, Michael Gort, quien financió nuestro proyecto de ecotrincheras, para acelerar la producción de compost, y a quien sentimos como de la casa.

Es verdad que nos hemos destacado en los temas medioambientales, pero, para nosotros, que estamos conscientes de su importancia, no nos basta el reconocimiento.

No nos alcanza, porque continúa quedando en la anécdota. Y no tiene que ver con que hayan sido los medios informativos extranjeros los que nos cubrieran primero. Es más profundo que eso. Tiene que ver con el nivel de adhesión que las temáticas medioambientales despiertan en Chile.

Una mira las encuestas, como la última CEP, por ejemplo, y el medio ambiente sigue entre las últimas preocupaciones de la gente. Y quienes nos esforzamos por aportar desde un enfoque de sustentabilidad somos mirados como bichos raros. Que somos jipis, esnobistas, que mejor tapemos los hoyos de las calles, que nos ocupemos de la seguridad pública y del cuantuay de “problemas reales de la gente”.

No postulamos que lo que hacemos en gestión ambiental nos haya cambiado la vida de golpe y porrazo en La Pintana. No. Solo decimos que es un esfuerzo como punto de partida, para que comencemos a instalar un tema que en el mundo desarrollado ya está fraguado hace rato.

¿Que acaso a los chilenos no les extraña que nos llueva en vísperas de Año Nuevo? ¿Que no los conmueve la cantidad de hectáreas arrasadas por los incendios forestales? ¿Que no les importa que nos estemos quedando sin agua?

Nosotros creemos que sí, pero que el ritmo frenético y enajenado en que vivimos no nos ha permitido detenernos a reflexionar, no acerca del futuro lejano, sino sobre el presente que nos agobia en materia medioambiental.

O nos ponemos las pilas y denunciamos a los negacionistas del cambio climático, a los reaccionarios que quieren seguir arrasando el planeta, o muy pronto vamos a tener que cambiar hasta la letra de nuestro Himno Nacional, con su cielo azulado, su mar y su cordillera, porque nada de eso nos va a quedar. Si hasta el huemul y el cóndor de nuestro escudo están en riesgo severo de extinción.

El verdadero amor a la Patria es respetar a la gente que vive en ella y a su naturaleza, con un enfoque de sustentabilidad, para que nuestros hijos, nuestros nietos y todas las generaciones que vengan, reciban un territorio sano, armónico y limpio, y no los restos de la depredación.

Mientras eso no pase, lo que hagamos en La Pintana no servirá de mucho.

O entendemos eso o nos comenzamos a preparar para lo peor.

*Claudia Pizarro es alcaldesa de La Pintana y militante de la Democracia Cristiana.

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