Secciones

Más en The Clinic

The Clinic Newsletters
cerrar
Cerrar publicidad
Cerrar publicidad

Opinión

24 de Septiembre de 2023

Columna de la diputada Ximena Ossandón (RN) | La protección de quien está por nacer: un avance en el resguardo de la vida

Diputada Ximena Ossandón y discusión por aborto Foto: Bancada de Diputados RN

Para la diputada de Renovación Nacional, la enmienda aprobada por el Consejo Constitucional "tendrá un efecto concreto que es impedir un aborto 'libre', ya que si reconocemos en la persona que está por nacer a un 'quien' difícilmente podrá permitirse el terminar con su vida sin causal". En su columna, además, critica la postura del Gobierno sobre la enmienda.

Por Ximena Ossandón

No es necesario recurrir a comprobaciones científicas complejas para evidenciar que la vida es un continuo desde la concepción hasta la muerte. Hoy por hoy, ninguna teoría biológica que aspire a ser seria desconoce que la concepción y el desarrollo embrionario, durante la gestación y hasta el nacimiento, son etapas propiamente vitales en un desencadenamiento de sucesos que explican el transcurso de todo ser humano. En otras palabras, nos une como miembros de una misma especie una trayectoria vital común, la que experimentamos con conciencia o incluso sin ella e independiente de lo que el Derecho o la ley digan sobre esto.

En la práctica, claro, esto adquiere matices, ya que otros intereses son puestos en juego. Es así como en nuestro país, anteponiendo bienes e intereses distintos del de la vida y la dignidad del ser humano en gestación, se ha autorizado el denominado “aborto en tres causales”.

Sobre este asunto, el proyecto de nueva Constitución que elabora el Consejo Constitucional trajo novedades: recientemente se aprobó como texto definitivo una innovación en materia de protección de la vida de la persona en gestación al disponer que “la ley protege la vida de quien está por nacer, abandonando la actual fórmula que señala el mismo objetivo respecto “del que” está por nacer. La simple sustitución de la expresión “del que” por la palabra “quien” es una buena noticia para los que reconocemos en esto un intento por personificar en el Derecho al ser humano que se gesta. Resulta también evidente que esta personificación tendrá un efecto concreto que es impedir un aborto “libre”, ya que si reconocemos en la persona que está por nacer a un “quien” difícilmente podrá permitirse el terminar con su vida sin causal.

Esta modificación ha generado reacciones desmedidas. Dentro de ellas, la ministra de la Mujer y la Equidad de Género ha empleado un recurso controversial, afirmando que la propuesta constitucional es un “retroceso civilizatorio” porque retrotraería por sí sola la legislación sobre aborto en tres causales, algo que distintos expertos, de manera transversal, han confirmado que no sería así. ¿No será su real preocupación el que el texto impida un aborto plenamente libre como el que ella ha promovido? Mucho más sincero sería colocar todas las cartas sobre la mesa y mostrar las reales críticas a la norma.

Pero, lo que resulta más confuso, es constatar que la ministra celebra como un logro civilizatorio el que podamos prescindir de la vida de los seres más débiles, imposibilitados de defenderse por sí solos y en cuyo estado todos indefectiblemente estuvimos algún día. Aun cuando el aborto esté permitido, ¿no debería afirmarse que su ejercicio es en realidad un retroceso de aquello a que aspiramos como civilización?

Si observamos la actualidad de este asunto podemos constatar mucho de aquello. Efectivamente, el debate se ha acompañado por la publicación de cifras que muestran que la causal más recurrente para abortar en Chile es la de la violación, la que ejercen preferentemente niñas de 13 años, con un lapso de gestación de 18 a 19 semanas en promedio y habiendo muchas de ellas recibido la “ayuda” o la “asesoría” que brindan los servicios especializados del Estado.

Una realidad oscura subyace a estos datos: ¿Hay tantas denuncias, investigaciones penales y sentencias condenatorias por violación como casos de aborto? ¿Qué clase de protección y asesoría reciben las mujeres abusadas que deciden mayoritariamente abortar? ¿Qué ocurre con los casos de múltiples abortos y múltiples violaciones que ocurren en el contexto familiar?

Antes que las cifras sobre el aborto, el Ministerio de la Mujer debería centrar su atención en la etapa previa y en la realidad que existe detrás de ese acto. ¿Qué es lo que están haciendo para prevenir el abuso sexual y que miles de mujeres decidan abortar?

Ximena Ossandón, diputada de Renovación Nacional por el distrito 12.

Notas relacionadas

Deja tu comentario