¿Qué es el «Factor 30-30-30»? La condición climatológica que podría favorecer la propagación de incendios forestales

Durante los veranos en Chile ya es recurrente la presencia de incendios forestales en las distintas regiones del país. Calores intensos, baja humedad y fuertes ráfagas de viento han generado que entre la preocupación de las autoridades y los expertos circule el termino “Factor 30-30-30”.

Se trata de un concepto que combina tres condiciones climatológicas. Estas podrían favorecer tanto a la propagación de los siniestros como a la prevención.

En esencia, constan de tres factores: vientos de más de 30 km/h, temperaturas por sobre los 30 grados y una humedad relativa menor al 30%.

Por otra parte, para el académico de la Facultad de Ciencias Forestales y de la Conservación de la Naturaleza de la Universidad de Chile, Miguel Castillo, este no siempre es un requisito para determinar el alcance que pueda tener el incendio.

“Es útil. Por ningún caso es descalificable. Solo que el origen del término no está demostrado científicamente, pero se acerca a las condiciones de extremo cuidado que debiera tomar el gestor de incendios”, comentó.

Asimismo, planteó que todo “va a depender del lugar donde se presente y la oportunidad de cómo se combata”.

El factor humano

A la teoría se suma otro factor que genera las condiciones para que un siniestro comience su propagación: el elemento humano.

Mucho se habla de la participación de personas que inician los incendios de manera intencionada. Según afirmó hace algunos días el ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela, el 35% de los focos son intencionales.

En este aspecto, Miguel Castillo comenta que, pese a que es una práctica que se está erradicando, “todas las semanas la Conaf está permanentemente monitoreando los calendarios para quema de pastizales. Los agricultores insisten en quemar en verano y no es posible”.

El “Factor 30-30-30” como herramienta de prevención

Las condiciones meteorológicas y la actividad humana son elementos que, cuando se juntan, pueden ser la combinación perfecta para la propagación de incendios forestales.

Sin embargo, el “Factor 30-30-30” también puede funcionar como una herramienta en la elaboración de estrategias preventivas.

El académico precisa que “por ejemplo, si la meteorología indica que a contar de mañana o en 72 horas más se viene una ráfaga de viento permanente y seco, y las condiciones no van a bajar de los 30°C o 32°C, las comunidades debieran establecer ciertos mecanismos de presupresión”.

“Limpiar basurales, techumbres, actualizar redes de WhatsApp, coordinación con los municipios para ver cómo están las presiones de agua, cómo está el tema de los automóviles en cuanto a estacionamiento, caminos e infraestructura crítica”, son tácticas que, según Castillo, pueden ayudar a combatir la propagación de estos.